(Minghui.org) Cinco practicantes de Falun Gong, incluyendo a los Sres. Fang Qingchang y Zong Tingxuan, fueron sentenciados ilegalmente en la corte de Hinggan, Mongolia Interior, el 15 de octubre del año 2015, por practicar Falun Gong. El Sr. Fang fue sentenciado a cuatro años en prisión y el Sr. Zong a 6 años.
Los cinco practicantes fueron arrestados en noviembre del año 2014 por oficiales de la división de seguridad doméstica.
A continuación, la Sra. Wang Jinghua, esposa del Sr. Fang, cuenta cómo fue arrestada e interrogada.
Sra. Wang Jinghua
Mi nombre es Wang Jinghua. Me encontraba en casa de mi madre cuando más de 10 oficiales vinieron el 7 de noviembre del año 2014. Saquearon la casa de mi madre y confiscaron su computador portátil. Luego me llevaron a mi casa.
Mi hija se encontraba hablando por teléfono con un amigo cuando la policía llegó a mi casa. Le arrancaron el teléfono de las manos causándole una profunda herida. Luego saquearon mi casa y confiscaron mi carro, licencia de conducir y 7.000 yuanes. Para recuperar el dinero tuve que pagar 2.000 yuanes. Luego me llevaron a la comisaría de Qianqi.
Mi esposo que se encontraba en un viaje de negocios lejos de mi pueblo natal también fue arrestado el mismo día. La policía viajó hasta el lugar para arrestarlo, y fue detenido en el centro de detenciones de Qianqi.
Fui interrogada en la comisaría por dos días y dos noches. Los oficiales se turnaron interrogándome, me gritaron y me prohibieron dormir. No se me permitió usar el baño cuando no había un oficial femenino disponible. En aquel momento tenía el período, así que fue una experiencia humillante.
Zhu Qin y Xu Guangping, dos policías, fueron muy agresivos durante el interrogatorio.
Mi hija fue arrastrada a la comisaría por oficiales que alegaban que "su madre quería verla". Tuvo que escuchar el interrogatorio allí, lo cual causó que faltara a la escuela y perdiera sus exámenes. Esto afectó sus notas.
Luego de ser interrogada, me llevaron al centro de detenciones de Qianqi. Una semana después, fui transferida a otro centro de detenciones donde permanecí detenida por 37 días. Durante ese momento desarrollé problemas cardíacos que todavía no he podido superar a pesar de recibir tratamiento médico.
Mi esposo se encuentra detenido todavía en el centro de detenciones, y está siendo torturado. Fue atado a una cama de torturas especial por una semana y le dieron pocas raciones de comida.
La policía intenta incriminarlo exigiéndole que admita su culpabilidad sobre crímenes que nunca ha cometido.
No fui informada cuando él fue enjuiciado el 15 de octubre del año 2015.