(Minghui.org) Cerca de 80 practicantes de Falun Gong en la ciudad de Dalian fueron arrestados en julio de 2012 por instalar antenas satelitales en las casas de la gente, permitiéndoles recibir señales de TV de fuera de China.
Diez practicantes fueron sentenciados a prisión en 2014 y transferidos a la primera prisión de Shenyang.
A pesar de la despiadada tortura y lavado de cerebro, 3 de los 10 practicantes lograron mantenerse resueltos en su determinación para practicar Falun Gong. Sus familias están tristes de ver cómo los torturaron al punto de quedar irreconocibles, un precio que nunca tendrían que haber pagado por ejercitar su derecho constitucional a la libertad de creencia.
Practicantes torturados al punto de quedar irreconocibles
Los Sres. Zhu Chengqian, Qu Bin y Ju Zhongshan son los únicos practicantes que aún se niegan a renunciar a su fe. Las autoridades de la primera prisión de Shenyang premiaron y promovieron a los guardias basados en el número de practicantes que forzaban a renunciar a la práctica. Como resultado, los guardias intensificaron la tortura el año pasado para forzar a tres practicantes a renunciar a su fe.
Cuando las familias de los practicantes los visitaron el 28 de diciembre de 2015, no podían creer lo enflaquecidos que estaban.
El Sr. Zhu, que está retenido en el primer pabellón, apenas podía caminar hasta la ventana de la sala de reunión. Se apoyó contra la pared para poder moverse, y apenas llegó a la ventana, la parte superior de su cuerpo cayó sobre la mesa. No podía levantar su cabeza cuando hablaba, y su voz era tan suave que su hermano no podía escuchar lo que decía.
El Sr. Qu está encerrado en el segundo pabellón. Su familia apenas lo pudo reconocer porque su cabeza estaba hinchada por las torturas.
La situación del Sr. Ju es desconocida porque su esposa, también practicante, no tiene permitido visitarlo.
Mano dura del régimen comunista chino
Los Sres. Zhu, Qu y Ju fueron arrestados junto con 76 practicantes en julio de 2012 por ayudar a los locales a instalar antenas satelitales. Estas antenas le permiten a la gente recibir señales de TV extranjeras que están prohibidas por el régimen comunista y que tienen programas son censura sobre la situación en China.
Los Sres. Zhu y Ju y ocho practicantes más fueron enjuiciados el 29 de octubre de 2013. En enero de 2014, los Sres. Zhu y Ju fueron sentenciados a 5 años y 9 meses, y 6 años respectivamente. El Sr. Qu fue autorizado a salir para recibir tratamiento médico dos veces en 2013 porque estaba en un estado crítico debido a la tortura. Dejó su casa después de la segunda vez que salió para recibir tratamiento médico para evitar seguir siendo perseguido. Fue arrestado en julio de 2014 y sentenciado a 6 años de prisión.