(Minghui.org) La mamá de Gaëlle tiene una casa de campo en Bretagne, Francia occidental. Con grandes parques y jardines, tiene frutos y vegetales como frambuesas, lechuga, calabaza, y tomates. El aire puro y el canto de los pájaros hacen que sea un lugar ideal para tomar unas vacaciones.
Allí es donde 30 jóvenes practicantes de Falun Dafa realizaron el campamento de verano de la escuela Minghui a fines de agosto. La mayoría de estos pequeños practicantes eran de Francia, algunos de otros países de Europa. Aprendieron danza clásica china, y cultura china. Disfrutaron de los beneficios y variedad de actividades de estar en un campo, y entendieron cómo ser mejores cultivadores.
Ejercicios grupales en el campamento de verano de la escuela Minghui en Bretagne, France.
Foto grupal de los campistas y dos adultos que los acompañaron.
“Somos un equipo”
Los campistas, de entre tres y dieciséis años, fueron separados por grupos según su edad, con los nombres de: Unicornio, Fénix, Loto y Dragón. Aconsejados por asesores experimentados como Laila y Michael, aprendieron sobre danza clásica china con dos instructores de la Academia de Fei Tian de los Estados Unidos.
Debido a su corta edad, los pequeños del grupo Fénix tuvieron dificultades para concentrarse en la danza y muchos jugaban al comienzo. Pero en la segunda clase se mostraron más interesados y aprendieron con más atención.
Cuando practicaron la danza junto al grupo Dragón, recibieron mucha ayuda y aliento de sus compañeros mayores, “¡Bien hecho! ¡Sigan así!”, “Somos un equipo y todos somos importantes”. Así, los niños, no sólo aprendieron los movimientos básicos de la danza, sino que además aprendieron a perseverar y a trabajar juntos como un equipo.
La diversión de la jardinería
Se realizaron muchos talleres en el campamento, desde caligrafía china, dibujo, a cuentos antiguos chinos como los mencionados en Zhuan Falun.
Los jóvenes también tuvieron la oportunidad de cultivar alfalfa en vasijas. Desde humedecer las semillas, a observar la germinación, los niños observaban lo que sucedía día tras día. Al germinar los primeros retoños, se volvieron de color verde.
Cuando la alfalfa creció, prepararon una receta. Mientras los niños disfrutaban del plato, aprendieron la importancia de cultivar y apreciaron el trabajo duro.
Cómo ser un mejor practicante
Además de leer los libros de Falun Dafa y hacer los ejercicios, los campistas también compartieron sus entendimientos el 21 de agosto, el quinto día de su convivencia en el campamento. El tema era: cómo ser un mejor practicante al seguir los principios de Verdad, Benevolencia, Tolerancia.
Laurène contó su experiencia de participar en Ride to Freedom, una travesía en bicicleta de 4.800 km desde Los Ángeles a Washington DC en los Estados Unidos durante el verano. “Aprendimos a superar las dificultades con pensamientos rectos, a mejorar juntos como un equipo, y a mirar adentro para disciplinarnos con los principios de Falun Dafa”. También destacó la importancia de estudiar los libros de Falun Dafa y de hablar con la gente sobre la persecución en China.
Laurène (derecha) y su hermana de 12 años Aurélie (izquierda).
Al ver los cambios positivos en Laurène, su familia también se sentía motivada, dijo Aurélie, de 12 años. “En este campamento de verano de la escuela Minghui tengo la fuerte sensación de que la cultivación no es para siempre. Como muchas otras cosas en la vida, muchas oportunidades sólo se escapan si no las aprovechamos”.
“Hay muchas situaciones en que nos toca tomar una decisión entre Falun Dafa y algo más. Cuando eso pasa, mi respuesta es Falun Dafa”, dijo Aurélie.