(Minghui.org) La fortuna de mi hijo cambió cuando comenzó a practicar Falun Gong en febrero de 2006.
Quince años atrás quedó discapacitado mentalmente al ser expuesto a altos niveles de gas perjudicial, por un accidente en la cocina. Tenía cinco años en ese momento.
Fue acosado y excluido por sus compañeros y docentes.
Intentamos darle un nuevo comienzo mudándonos a otro pueblo cuando pasó a cuarto grado. Pero sus problemas continuaron porque no podía entender a las maestras.
Uno de sus instructores señaló: “En todos mis años de enseñanza, jamás conocí a un estudiante tan estúpido”. Me puso tan triste que ni pude responderle, lo único que hice fue llorar.
Cuando pasó a octavo grado, su maestra insistía en que sería mejor que intentara ingresar a una escuela técnica, sugiriendo que no era lo suficientemente inteligente para un nivel académico.
Le dije a mi hijo: “ya que la maestra no quiere que estés en la clase, no vayas”. Pero el protestó: “Al menos debería terminar la secundaria”.
“Ok”, le dije. “De ahora en más, quiero que recites 'Falun Gong es bueno. Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno'. Esto te ayudará a mejorar. Yo haré mi parte haciendo bien las tres cosas que deben hacer los practicantes de Falun Gong”.
Creo que mi hijo tiene una relación predestinada con Dafa. A menudo lee Minghui, mira los Nueve Comentarios sobre el partido comunista, y disfruta de la música compuesta por practicantes.
Cada vez que venían visitas a casa, les ponía videos de los Nueve Comentarios para que mirasen. Cuando quemo incienso para el Maestro, se inclina en reverencia. En una oportunidad en que yo le estaba aclarando la verdad a un taxista acerca de la persecución, envió pensamientos rectos.
Estas acciones benevolentes comenzaron a cambiar su vida. En el último semestre de la escuela media la maestra me dijo que sus notas habían mejorado radicalmente. Mi hijo nunca pudo alcanzar el ritmo de la clase y se quedaba siempre atrás, pronto pudo ingresar a una de las mejores universidades.
Tanto sus maestros como compañeros estaban asombrados, así que aproveché la oportunidad para contarles que Falun Gong hizo posible este milagro.
Mi hijo quedó en el segundo puesto en los exámenes de admisión, e ingresó a una prestigiosa universidad.
Mi familia quiere expresar su sincero agradecimiento al Maestro Li Hongzhi.