(Minghui.org) Continúa de parte 1
Regresando a la cultivación genuina, diligente
Apenas regresé al estudio grupal y la práctica de ejercicios, hice mi mayor esfuerzo para ser diligente y regresar a mi estado original de cultivación. También empecé a trabajar en construir un estado de cultivación en mi casa.
La gente solía envidiar a mi familia. Mi esposo y yo éramos funcionarios con alto rango en nuestras corporaciones. Ambos teníamos buenos ingresos y vivíamos cómodamente. Nuestra hija era nuestro orgullo y dicha.
Cuando las autoridades empezaron a perseguirme, perdí mi trabajo, mi esposo fue nuestro único soporte económico, y, de un día para otro, hasta nuestros buenos amigos nos abandonaron. Pero manteníamos una fachada de que todo estaba bien. Ahí me desvié de Dafa.
A los tres meses de regresar del campo de trabajo forzado comenzaron los infortunios.
Primero, mi padre de 80 años falleció. Había practicado Dafa un tiempo pero se detuvo por la persecución. Reasumió cuando descubrió que tenía cáncer de pulmón. Se estaba recuperando lentamente cuando le llegó la noticia de que había sido arrestada y enviada a un campo de trabajo forzado. Su dolor se hizo insoportable. En menos de un año falleció.
Mi esposo, considerado por todos como alguien amable y de buen carácter, comenzó a pelearme y buscar venganza ante la menor provocación, en especial mientras estaba conduciendo. Sentí que no podía hacer nada para detener este comportamiento destructivo.
Nuestra hija pasaba una cantidad de tiempo exorbitante mirando televisión, navegando por Internet, y jugando video juegos. Su sentido de la moda se volvió extraño y vergonzoso. Sentía que no podía hacer nada para detener el descenso. Pronto comenzó a tener problemas de salud.
La condición edilicia de nuestra casa era aún peor: el techo de la entrada comenzó a gotear, la pintura de las paredes se descascaró, las tuberías se congelaron, y empezamos a ver cucarachas en todas partes.
Me sentía devastada. Luego de un profundo y prolongado estudio del Fa, me di cuenta que lo que estaba pasando tenía una conexión directa con mi estado de cultivación. Si quería encontrar soluciones a mis problemas, tenía que rectificarme según el Fa.
Seguramente, cuando mis pensamientos fueran más y más rectos, las cosas comenzarían a mejorar.
Como muchos practicantes, realmente quiero que mis familiares obtengan el Fa.
Mi hermana y yo acordamos persuadir a nuestros esposos para unirse al estudio del Fa, escuchar programas de cultura tradicional china, y mirar televisión NTD todos los días. Nuestro objetivo era que nuestros esposos aprendieran Dafa.
Entonces me di cuenta que presionar a las personas, incluso a mi familia, para que practique Dafa es mirar hacia afuera y un gran apego, algo que debemos remover.
Mi hermana estuvo de acuerdo conmigo. Dejamos de presionar.
Cuando cambiamos, nuestros esposos también cambiaron. Aunque una vez estaban reacios, comenzaron a responder gentilmente y se entusiasmaron, continuando con una rutina de estudio grupal del Fa hasta hoy.
Mi hermana y yo también empezamos otro grupo de estudio del Fa semanal con mi suegra y otro practicante. Juntos superamos las interferencias iniciales de yeli de enfermedad, conflictos personales, y desacuerdos por ideas y conceptos.
Cuando noté cuanto trabajan mis compañeros practicantes en producir materiales para la aclaración de la verdad, me di cuenta de mi propia responsabilidad y vocación. Quería establecer un sitio así en mi propia casa.
Cuando tuve ese deseo, Shifu hizo arreglos para que conociera a dos practicantes con habilidades técnicas. Me ayudaron a comprar el equipamiento necesario y me enseñaron cómo usarlo. Aprendí a imprimir, grabar CDs, y descargar contenido online.
Antes y después de realizar las compras del equipamiento, estaba llena de temores. Temía que mi esposo cuestionara mi gasto de dinero, que tengamos los equipos en casa, y hasta mi necesidad de usar una cantidad exagerada de tiempo trabajando en proyectos.
Compartiendo con el grupo, aprendí cómo un practicante debe usar sus pensamientos rectos siempre para superar todos los obstáculos reales o imaginarios, y creer que cada tarea de Dafa es una noble tarea, y nada ni nadie puede interferir con ella.
Empujé mi miedo a un lado, y rectifiqué mis pensamientos. Con seguridad, mi esposo no tuvo ninguna objeción. De hecho, terminó ayudando cuando era necesario. Con el tiempo, incluso asumió las tareas domésticas para que pudiera dedicar más tiempo al trabajo de Dafa.
Descubrí que la cultivación es realmente muy fácil, mientras tengamos pensamientos rectos.
En el proceso de establecer un sitio de producción de materiales en casa, descubrí muchos apegos y nociones humanas, superé muchas pruebas y tribulaciones, y aprendí a elevar mi xinxing. También me volví más clara en mi entendimiento del Fa.
Pude superar todo esto con la ayuda de mis compañeros practicantes en el ambiente grupal.
Mi hija tenía seis años cuando empecé a practicar Falun Gong por primera vez. Aunque no hacía los ejercicios, a menudo escuchaba las lecciones de Shifu. Shifu también limpió su cuerpo y por diez años, desde 1995 a 2005, el año en que fui perseguida, siempre tuvo buena salud.
Un día en la escuela, cuando yo estaba en el campo de trabajo forzado, mi hija de repente se desmayó y perdió la consciencia.
En 2007, cuando fui liberada, las autoridades enviaban agentes a mi casa para acosarme. Me sentí presionada para escribir una declaración de garantía para renunciar a Falun Gong.
Una semana más tarde, mi hija sufrió otro desmayo. Un doctor le diagnosticó epilepsia y le prescribieron medicación por el resto de su vida. Lamentablemente, la medicación comprometería gravemente su sistema inmune.
No quería que ella tomara medicación, pero mi esposo y mi hija insistieron, y cedí.
Dos años más tarde, mi hija de repente decidió que la medicación le causaba gran incomodidad y que no la tomaría más.
Otros tres años pasaron. En ese momento ya había retomado la cultivación en grupo desde hacía dos años y tenía pensamientos rectos.
Entonces, le dije pacientemente a mi hija: “Sé que Shifu te ha estado mirando. Tu enfermedad es sólo una ilusión. Creo que debes empezar a practicar Falun Gong”.
Mi hija se unió al estudio grupal del Fa y la práctica de ejercicios.
Cuando regresó a casa la primera vez, dijo sentirse mucho mejor.
Después de un mes, el día antes al estudio y ejercicio grupal tuvo otra descompensación. Esta vez, entendió que era una prueba. Se negó a ir al hospital y estaba decidida a seguir con su práctica de cultivación.
Poco después, nuestro grupo envió pensamientos rectos por media hora, y después media hora de meditación. Camino a casa, me confesó que se sentía magnífica, como si hubiera tomado una ducha fría y refrescante luego de sudar intensamente.
Ahora tiene buena salud y está llena de energía. Insiste en hacer los ejercicios cada mañana. Escucha las lecciones de Shifu en su auto camino al trabajo. Asiste al estudio grupal conmigo dos veces por semana. Camino a casa, repartimos y pegamos material sobre Dafa y la persecución.
Nos ayudamos para ser diligentes y caminar juntas en cada uno de nuestros caminos de cultivación.
Shifu dijo: “El ambiente es creado por ustedes mismos y es también un factor esencial para su mejoramiento”. (“Ambiente”, Escrituras esenciales para mayor avance)
Recuerdo que cuando empecé a practicar Falun Gong asistía todos los días al sitio de práctica. Realmente podía sentir ese estado y sabía que mejoraría rápidamente.
Mis compañeros practicantes también se dieron cuenta de que para regresar a nuestro estado original, necesitamos regresar a nuestro ambiente de práctica grupal original.
Así que dividimos nuestro gran grupo en tres pequeños grupos. Estamos separados físicamente, pero nuestros corazones e intenciones están unidas. Nos comunicamos oportunamente para intercambiar sobre el progreso del estudio grupal del Fa, compartimos experiencias, y ayudamos a grupos más nuevos y nuevos practicantes.
Ahora tenemos cinco grupos, con entre una docena de practicantes, incluyendo a grupos de dos o tres familiares, a grupos formados por vecinos. Algunos grupos se reúnen en días específicos, y otros no. Asistimos a grupos diferentes una, dos, tres o más veces cada semana.
Somos practicantes de todas las edades y niveles, algunos nuevos, algunos veteranos, pero todos tenemos un solo propósito: ser diligentes, y ayudarnos mutuamente y mantener siempre nuestros pensamientos rectos.
Este año, he ayudado a otros practicantes a comprar ocho impresoras y cuatro grabadoras de discos para instalar sitios de producción de material en sus casas. Sé que pude hacer todo esto porque el ambiente grupal ha mejorado mi disposición general.
He practicado Falun Gong por 18 años. Al integrarme plenamente en el ambiente grupal en los últimos tres años, ¡finalmente sé que he encontrado mi estado original de cultivación!
Compañeros practicantes, conformemos nuestro propio ambiente de práctica grupal, asimilándonos a él, y rápidamente regresemos a nuestro estado original de cultivación. Asegurémonos que estamos listos para ayudarnos así podemos todos seguir a Shifu de regreso a casa.