(Minghui.org)
Dong Wenzhong era parte del personal del emperador mongol Kublai Khan, a quien se lo conoce en la cultura china como el Emperador Shizu de Yuan. Kublai Khan reinó desde 1260 hasta 1294, y era nieto del famoso Gengis Khan. Dong Wenzhong estaba a cargo del sello imperial de Kublai Khan. Era conocido por su integridad, imparcialidad y por el coraje de decir lo que pensaba.
Muestra coraje a pesar de la adversidad
Le reportaron dos incidentes a Kublai Khan. En el primer incidente, se alegaba que un chino Han había matado a un mongol. En el segundo incidente, se decía que un contador del almacén imperial, llamado Lu Jia, había robado un trozo de tela del palacio imperial.
Kublai Khan se enfureció y ordenó la inmediata ejecución de los delincuentes para que esto sirva como una advertencia a otros posibles delincuentes. Aunque las evidencias en torno a los dos incidentes no eran muy sólidas, ninguno de los funcionarios del gabinete se atrevió a plantear ninguna pregunta, dada la furia desplegada por el emperador.
Dong Wenzhong fue el único que se atrevió a decir lo que pensaba a pesar del riesgo de alterar al emperador. Dijo que ninguno de los presuntos delitos tenía pruebas concluyentes.
"Según la legislación vigente, cuando alguien se enfrenta a la pena de muerte, las confesiones de los sospechosos, tienen que ser probadas", dijo. "No hay que aplicar la pena de muerte basándose simplemente en una sola fuente. Yo sugeriría que estos dos casos sean comprobados con minuciosidad por los funcionarios judiciales".
Kublai Khan tomó sus palabras en serio y les pidió a Dong y a Tuman, otro funcionario del gabinete, que volvieran a examinar los casos por separado. Resultó que los dos sospechosos habían sido procesados injustamente. Dong le aconsejó que las dos personas inocentes sean liberadas.
La importancia de la imparcialidad en los asuntos judiciales
Después de que Lu Jia, el contador del almacén imperial, fue puesto en libertad, preparó fastuosos regalos para Dong, y le dijo a éste que le debía su segunda vida.
"No somos conocidos", dijo Dong. "Yo anulé la orden de ejecución inmediata porque quería asegurarme de que la ley se aplicara de manera justa a cualquier persona en el país. ¿Cómo podría esperar regalos a cambio?".
Se corrió la voz de que Dong Wenzhong no tenía miedo de decir lo que pensaba para defender la imparcialidad y la dignidad del sistema judicial, aun cuando tuvo que enfrentar la ira del emperador. Sin embargo, cuando la víctima exonerada le trajo regalos, se negó a aceptarlos. El público elogió a Dong por su integridad y ecuanimidad.
Dong fue un modelo para sus subordinados. Les enseñó con el ejemplo a seguir las enseñanzas de Confucio y Mencio: vivir la propia vida mediante la adhesión a los principios morales, y persuadir a otros a través de la bondad en lugar de hacerlo mediante el uso de su poder.