(Minghui.org) La practicante de Falun Gong Li Ailing le abrió la puerta a un hombre que distribuía publicidad puerta a puerta el 16 de julio de 2015. Ella le habló acerca de la persecución a Falun Gong y le dio unos folletos. También le ayudó a renunciar al partido comunista chino (PCCh) y a sus ligas juveniles.
El hombre regresó al poco tiempo con dos oficiales de la policía de la comisaría de Jitai. La policía exigió que vaya a la estación, y dijo que alguien había reportado que estaba distribuyendo materiales de Falun Gong. Su esposo e hijos no la dejaban ir a la comisaría.
El director de la comisaría dijo que podría retirarse una vez registrado el incidente. Entonces, la Sra. Li Ailing y su esposo fueron con ellos, mientras sus hijos e hija los siguieron en su automóvil.
Ella continuó hablando sobre Falun Gong en la comisaría, y los oficiales escucharon sin pronunciar una palabra.
“Los principales perpetradores en la persecución a Falun Gong fueron arrestados uno tras otro, y Jiang Zemin es el próximo”, le dijo el esposo de la Sra. Li a los policías. “Ustedes torturaron a mi esposa casi hasta la muestre. Ella tenía moretones por todo su cuerpo. Luego la alimentaron forzadamente y le dañaron las vías respiratorias. Estuvo sangrando durante tres meses. Su médico nos dijo que no se repondría y que pronto moriría”.
Continuó: “Cuando la liberaron, le pregunté qué pensaba ella de esos policías. ¿Los odiaba? Su respuesta me conmovió hasta las lágrimas. Dijo que Jiang es el malvado, y que los policías son también víctimas”.
Les preguntó: “¿Aún quieren perseguir a la gente?”.
“Mi esposa se benefició tanto gracias a Falun Gong, y es saludable. El edema en su pierna y la bronquitis se curaron. ¡Tan maravillosa práctica tratada tan injustamente!”.
Ailing salió de la comisaría esa misma tarde, de forma digna y recta.