(Minghui.org) El año pasado mi esposo me regaló un teléfono celular, que hizo más fácil mi acceso a Internet. Pero con el tiempo, empecé a disfrutar de las cosas de gente común y revisaba constantemente mi celular para ver si tenía algún mensaje nuevo.
Hacía clic en los links para ver detalles de temas que me parecían interesantes. Incluso me justificaba esta conducta para mis adentros diciendo que sólo estaba recogiendo información actualizada para aclarar mejor la verdad.
De hecho, por la cultivación en Dafa se cuán dañina es la cultura del partido comunista chino (PCCh), y me negaba a mirar noticias políticas, películas o programas televisivos de China.
Y me enamoré con las telenovelas coreanas.
Al comienzo, las miraba de vez en cuando, pero pronto comencé a verlas diariamente. Para defender mi comportamiento, alentaba a mis familiares no practicantes a que miren la televisión coreana. Afirmaba que las novelas producidas en China están llenas de pornografía, violencia y contenido malicioso. Aunque los programas chinos parecen criticar a los malos, en realidad enseñan a la gente a ser mala, y los coreanos no.
Mi argumento pareció convencer a mis familiares de que dejaran de mirar los programas del PCCh, también sirvió para encubrir mis apegos al confort y el deseo. Sabía que no estaba bien, pero me rehusaba a cambiar. Como resultado, mi cultivación no era sólida.
Curiosamente, un día mi teléfono dejo de funcionar. No podía conectarme online con el sistema de software pero todos los demás en casa podían. Llevé a reparar el teléfono, funcionaba bien en todas las demás funciones, excepto por la conexión a Internet.
Luego de casi dos semanas sin poder conectarme, me iluminé a la seriedad y la importancia de la cultivación en Dafa.
Shifu dijo:
“Todos han visto que, especialmente en la sociedad actual, abundan las cosas negativas que estimulan los apegos de la gente y afectan sus corazones y almas, arrastrando continuamente hacia abajo a la gente del mundo. Es muy aterrador. Los Dafa dizi son seres humanos cultivándose, no dioses cultivándose, así que como personas cultivándose, serán interferidos en cierto grado. Si no pueden manejarse bien, entonces son como personas comunes, y cuando son interferidos, su comportamiento se parece mucho al de la gente común”. (“Enseñando el Fa en el Fahui internacional de Gran Nueva York 2009”)
“Puedo hacer todo eso. Ya que no es necesario que otros organismos, plantas y animales entiendan el Fa, puedo simplemente convertirlos directamente: re-crearlos directamente o asimilarlos”. (“Exponiendo el Fa en el primer Fahui de Norteamérica”)
Luego de estudiar las dos conferencias mencionadas arriba, sentí vergüenza de mis apegos. Debo atesorar el tiempo que nos queda y solamente usarlo en hacer bien las tres cosas. Perder el tiempo y mi vida sólo hace feliz a la maldad.
Además, el teléfono celular es una vida. En este período especial, debemos usarlo sabiamente y con compasión. El teléfono puede ser salvado, pero lo usaba para hacer cosas malas por mis fuertes apegos; así, incontables vidas conectadas con esa vida pueden haberse desvanecido por sus malas acciones.
La verdadera cultivación significa arreglar mis problemas cuando los reconozco. Rogué al Maestro una oportunidad más: estaba decidida a eliminar este apego, y no cometer más errores.
Al día siguiente encendí mi teléfono y las señales WLAN estaban funcionando nuevamente. He tenido acceso a Internet desde entonces.
He visto muchos practicantes con problemas similares al mío. Cuando los practicantes viven en un ambiente relajado pueden empezar a buscar una vida fácil. Algunos practicantes pasan mucho tiempo jugando videojuegos, en las redes sociales, o haciendo compras online. Están atraídos por cosas que la gente común encuentra fascinante, pero no se dan cuenta de esta trampa.
Espero que mi experiencia pueda ayudarlos a tomar conciencia de la posibilidad de que estos se vuelvan apegos en su cultivación.
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