(Minghui.org) Los trasplantes ilegales de órganos procedentes de practicantes de Falun Gong encarcelados en China se hicieron públicos en 2006, el mismo año en que el ex diplomático David Kilgour y el abogado de derechos humanos David Matas comenzaron su investigación sobre este tipo de atrocidades.
La investigación de los Sres. Kilgour y Matas culminó en el informe "Cosecha Sangrienta". Desde entonces han estado viajando para exponer los crímenes de sustracción de órganos por todo el mundo.
Los testigos hablan claro
Veintiocho casos de trasplantes ilegales de órganos fueron reportados en la conferencia bi-anual del Consejo Internacional de Enfermeras (CIE), celebrada en Seúl, Corea del Sur, entre el 19 y el 23 de junio de 2015. Estos números fueron ofrecidos a los organizadores de la conferencia por el personal médico de Japón, Sur Corea, Malasia y China.
Un total de 28 casos fueron colectados en una caja usada para notificar los casos de trasplantes ilegales de órganos en la conferencia del CIE.
Dos enfermeras procedentes de China, que pidieron permanecer en el anonimato, verificaron que la sustracción de órganos de donantes a la fuerza, realmente está ocurriendo en China.
"Es cierto que los médicos en China extirpan órganos de personas vivas. Sabemos que esto era ilegal, pero aun así tuvimos que participar ya que la orden vino de las agencias gubernamentales", dijeron las enfermeras.
Órganos sustraídos de los practicantes de Falun Gong encarcelados
Los órganos se sustraen en su mayoría de practicantes de Falun Gong encarcelados. Estos practicantes son perseguidos y detenidos ilegalmente porque se niegan a ceder a las exigencias de las autoridades comunistas para renunciar a su creencia.
Jiang Zemin, ex jefe del régimen comunista chino, inició la persecución a Falun Gong, una práctica espiritual, en 1999, y autorizó las atrocidades de la sustracción de órganos.
Los practicantes se convirtieron en los principales objetivos porque viven una vida saludable, ya que no beben alcohol ni toman drogas, y sus órganos son considerados como muy saludables.
La Asociación Internacional de la Ética de Órganos (IAEOT) y Médicos Contra la Sustracción Forzada de Órganos (DAFOH), presentaron un stand en la conferencia. El propósito principal de su asistencia a esta conferencia era exponer a los 12.000 asistentes a la conferencia, el asesinato sistemático de los practicantes por sus órganos en China.
Stand de IAEOT y DAFOH en la conferencia de la CIE.
IAEOT y DAFOH recogieron más de 900 firmas para su petición a las Naciones Unidas, que insta a China a que detenga inmediatamente la sustracción de órganos de practicantes de Falun Gong.
Los asistentes a la CIE aprenden acerca de los trasplantes ilegales en China, y firman una petición pidiendo al régimen chino detener de inmediato la sustracción de órganos de practicantes de Falun Gong vivos encarcelados por su fe.
Personal médico alrededor del mundo: este delito debe parar
Li Eunji, de DAFOH, habló en la conferencia. Ella indicó que los hospitales de la policía armada y los hospitales militares de China son los principales usuarios de los órganos sustraídos de practicantes vivos de Falun Gong. Los ingresos anuales de los trasplantes ilegales de órganos suman más de 100 millones de yuanes.
Además, dijo, que el régimen chino está promoviendo los trasplantes de órganos debido a sus beneficios lucrativos. Sin embargo, no se menciona en China que los órganos se sustraen de practicantes vivos de Falun Gong.
El profesor Robert Simon (en el medio), llama a la acción para detener la extracción ilegal de órganos en China.
El profesor Robert Simon, un conferencista de los Países Bajos, se enteró de la sustracción de órganos luego de escuchar el discurso de Li. Dijo que la CIE debe crear conciencia acerca de esta atrocidad y que él iba a iniciar acciones para ayudar a detenerla.
Un reportero de una revista médica española sugirió que el libro “State Organss” debe ser traducido al español para que más hispanohablantes puedan conocer acerca de las atrocidades de la sustracción de órganos que se cometen en China. Él cree que la ONU debe intervenir en tal crimen.
Una partera de Japón, que ejerce en Japón y en EE. UU., dijo que iba a ayudar a crear conciencia en ambos países acerca de este crimen.
Un editor de “Enfermería de Emergencia Internacional” dijo que quiere publicar el tema en la revista y dar una conferencia sobre este tema.
Un profesor de la Universidad de la Salud Daegu en Corea del Sur llevó a sus amigos y familiares para firmar la petición para ayudar a poner fin a esta atrocidad en China.