(Minghui.org) El Sr. Zhang Guolang, un ex piloto de China Southern Airlines, presentó una querella criminal contra el ex dictador chino, Jiang Zemin, el 19 de junio del corriente. Él está demandando a Jiang por la brutal persecución que sufrió en China por practicar Falun Gong, antes de que escapara de China en 2008. Ahora reside en EE.UU. desde 2013.
“En esta persecución iniciada por Jiang Zemin, las agencias del gobierno en todos los niveles y la policía fueron motivados por dinero o poder para llevar a cabo la política de Jiang. Muchos oficiales fueron engañados y cometieron crímenes terribles. Demandar a Jiang Zemin ayuda a la gente a entender los hechos, lo que eventualmente hará que la persecución termine”.
El Sr. Zhang Guolang, ex piloto que huyó de China en 2008, envió por correo una querella contra el ex dictador chino, Jiang Zemin, a la corte suprema popular y la fiscalía popular en Beijing, el 19 de junio de 2015.
Igual que millones de otros practicantes de Falun Gong, el Sr. Zhang se benefició mucho de la práctica, tanto espiritual como físicamente. Como se negó a renunciar a la práctica, fue arrestado cuatro veces y sometido a torturas. Su licencia de piloto fue revocada, y lo colocaron bajo arresto domiciliario por un largo periodo de tiempo.
La división de seguridad doméstica le dijo que lo vigilarían definitivamente si se negaba a renunciar a Falun Gong.
Ocho años de larga persecución
El Sr. Zhang fue arrestado el 2 de diciembre de 2000. Durante los cuatro meses en el centro de detención, no recibió suficiente comida y sufría de mareos crónicos.
Debido las severas condiciones sanitarias del lugar, desarrolló sarna y lo llevaron al hospital. El hospital se negó a tratarlo solo porque era practicante de Falun Gong.
A pesar de las dolorosas llagas en su cuerpo, los guardias del centro de detención lo enviaron al campo de trabajo forzado de Huadu, donde siguió siendo torturado, forzado a trabajo esclavo y sometido a lavado de cerebro.
Su salud empeoró debido a las condiciones sanitarias y malnutrición del lugar donde vivía.
Después de ser liberado, el trabajo del Sr. Zhang lo puso bajo arresto domiciliario. Asignaron tres oficiales de seguridad para monitorearlo.
A principios de 2002, enviaron al Sr. Zhang al centro de lavado de cerebro de Huangpu en Guangzhou. Además de las golpizas severas y la prohibición de dormir, fue torturado y forzado a quedarse parado para alimentarlo a la fuerza con agua sucia y una pasta picante. Los guardias también insertaron mondadientes de madera en sus dedos y abusaron sexualmente.
“Todas las noches escuchaban gritar a los practicantes. Cuando los veía al día siguiente, algunos tenían moretones en sus caras y chichones en la cabeza, a algunos les arrancaron mechones de pelo con cuero cabelludo y se les veía un hueco, otros tenían heridas en sus cuerpos.
“Todos los días, me forzaban a ver videos que difamaban a Falun Gong. Cuando me negaba a escribir la declaración renunciando a mi fe, dos guardias me forzaban a acuclillarme para golpearme. Después de siete meses de detención, estaba a punto de colapsar”, recordó el Sr. Zhang.
Al ser liberado, fue puesto bajo arresto domiciliario por otros tres meses.
El Sr. Zhang fue arrestado de nuevo en abril de 2004 y a continuación sentenciado a cuatro años de prisión.
Cuando fue liberado en 2007 fue castigado y enviado al departamento de servicio.
Siempre que había algún evento, la policía y su lugar de trabajo lo detenían y lo forzaban a preparar un “informe de pensamientos”.
Durante los juegos olímpicos de 2008, fue detenido en el centro de detención de Baiyun en Guangzhou durante seis semanas.
A fines de 2008 logró escapar de China para evitar seguir siendo perseguido.
Antecedentes
En 1999, Jiang Zemin, como jefe del partido comunista chino, ignoró a otros miembros permanentes del comité del politburó y lanzó la violenta represión a Falun Gong.
La persecución ha llevado a la muerte a muchos practicantes de Falun Gong en los últimos 16 años. Muchos más han sido torturados por su creencia e incluso asesinados por sus órganos. Jiang Zemin es directamente responsable por el comienzo y continuidad de la brutal persecución.
Bajo su dirección personal, el partido comunista chino estableció un órgano extralegal de seguridad, la “oficina 610”, el 10 de junio de 1999. La organización ignora las fuerzas policiales y el sistema judicial al llevar adelante las directivas sobre Falun Gong: arruinar su reputación, cortar sus recursos financieros, y destruirlos físicamente.
La ley china permite a los ciudadanos ser demandante en causas penales, y muchos practicantes están ahora ejerciendo ese derecho presentando demandas penales contra el ex dictador.