(Minghui.org) Los practicantes en Toronto asistieron al Festival Raw/Vegan en Newmarket, York, un pueblo justo al norte de Toronto, el 11 de julio de 2015. Al participar tanto en actividades dentro como al aire libre, los practicantes pudieron informar a muchas personas sobre los beneficios físicos y mentales de Falun Gong, y también sobre la persecución actual en China.
El estand de Falun Gong en el Festival Raw/Vegan de York, el 11 de julio de 2015.
Jane Kabarguina, coordinadora del evento, agradeció a los practicantes por sus esfuerzos: “Vuestra presencia siempre nos trae buena energía. Amo a Falun Gong, y por favor ¡regresen el próximo año!”.
“Lo peor que he escuchado”
Michael Sizer de Bradford dijo que había escuchado sobre Falun Gong y la persecución antes. “Sé que es real, pero no sabía cuan terrible era. La sustracción de órganos a personas vivas, ¡es lo peor que he escuchado!”. Firmó la petición pidiendo por el fin de la brutalidad.
El residente de Bradford, Michael Sizer dijo que apoya a Falun Gong.
John Calery, músico, llegó en bicicleta al festival. Quedó perplejo al escuchar lo que sucede en China, en especial la sustracción de órganos a personas con vida. “Esto es horrible, el régimen chino no puede tomar órganos de la gente que se encuentra con vida”, dijo, y bajó de su bicicleta para firmar la petición.
Una señora que pasaba caminando contó que conoció Falun Gong en el año 2000, cuando era estudiante en la Universidad de Concordia, en Montreal. “Elegí Falun Gong como tema de investigación para mi tesis final. Hice mucha investigación y entrevisté a algunas personas”. Su conclusión fue que Falun Gong era bueno para los individuos y la sociedad. En base a mi investigación se hizo un film, y mucha gente lo vio”.
Firmando la petición al conocer la verdad sobre Falun Gong.
“Espero que mi firma ayude a mejorar su situación”
Jade Nguyen de Tailandia y su esposo firmaron la petición. “Esto está mal, viola los derechos humanos”; dijo. “Espero que mi firma ayude a mejorar la situación”.
Un señor mayor chino que vino con su nieto, es de China y está de visita. “Estoy aquí para visitar a mi hijo. ¿Tiene información en chino?”, preguntó.
“Seguro”, respondió un practicante y le entregó material informativo en chino.
El hombre miró el material y preguntó a los practicantes cuánto les pagaban por estar ahí. Después de que un practicante le explicó que eran voluntarios y que estaban allí para ayudar a otros, el hombre asintió con respeto y dijo que leería la información cuidadosamente.