(Minghui.org) El Maestro dijo:
“Las personas sentadas aquí han venido para aprender Dafa; entonces tú, sentado acá, tienes que considerarte verdaderamente una persona que refina gong y tienes que abandonar los corazones de apego. Si vienes aquí para aprender el gong y Dafa albergando todo tipo de motivos para perseguir, no aprenderás nada. Te digo una verdad: todo el proceso de la cultivación del hombre es precisamente un proceso para eliminar continuamente los corazones humanos de apego”. (Zhuan Falun, Lección Primera)
Esta es una de las primeras enseñanzas que leemos cuando estudiamos el Zhuan Falun. Sin embargo, me llevó muchos años llegar a comprender lo que significa, en mi propia cultivación y a la hora de ponerlo en práctica.
La persecución en China comenzó en 1999, solo unos pocos meses después de que empezara a cultivarme. La rectificación del Fa nos absorbió inmediatamente. Todos estábamos muy ocupados haciendo muchas cosas todos los días, como producir materiales, buscando el contacto con los medios, visitando a funcionarios de gobierno y organizando eventos públicos. Era un remolino constante de actividades.
A medida que los meses se convirtieron en años, comencé a darme cuenta de que muchas cosas en mí no estaban del todo bien.
Primero, incluso cuando aquí en Nueva York somos un grupo numeroso de practicantes y permanecemos juntos haciendo cosas constantemente, muy en mi interior, me sentía apartado… como si algo me estuviera separando del resto. Cuando algo pasaba y todos nos reuníamos para discutirlo, veía que los practicantes alrededor mío sentían pasión por aclarar la verdad y actuar. Era algo que provenía de sus corazones. En cuanto a mí, hasta cierto punto, sentía como si lo estuviera fingiendo. Ofrecía mis ideas y opiniones casi siempre para demostrar que tenía algo que aportar y estaba “contribuyendo”. En mi interior, sin embargo, no lo hacía con el enfoque de salvar seres conscientes y exponer a la maldad.
Segundo, a veces sentía que ser un discípulo de Dafa salvando a las personas en el mundo activamente era algo que se activaba y desactivaba, como si fuera un trabajo. Por ejemplo, iba a las actividades de Dafa, y en esos momentos trabajaba para hacer las cosas que tienen que hacer los practicantes. Pero después de todo, me relajaba en mi camino de regreso a casa, actuando simplemente como una persona común. En otras palabras, ser un discípulo de Dafa no era mi punto de partida inherente en todo momento y donde sea que estuviese. Más bien, se trataba de un “modalidad” de encendido o apagado según lo que estuviera haciendo.
Tercero, durante muchos años, luché constantemente con la somnolencia mientras estudiaba el Fa. A veces tenía que ponerme de pie durante el estudio grupal para no quedarme dormido, incluso en ocasiones me paseaba por la habitación leyendo.
Por ultimo, con los años, llegué a hacerme muy consciente de que al parecer no poseía el campo de rectitud que tiene que tener un practicante. Podía hablar con la suficiente elocuencia sobre la persecución y utilizar esta o aquella forma para explicar lo que estaba ocurriendo, pero se me hacía muy difícil llegar a conmover el corazón de las personas y eliminar la maldad de sus mentes con mis palabras.
¿Por qué tenía todos estos problemas? Hasta cierto punto, me di cuenta de que la cultivación era un proceso, en el cual uno se eleva gradualmente. Además, el Maestro dijo en conferencias sobre cómo nuestros lados cultivados son separados:
El Maestro dijo:
“El lado bueno ya no se puede ver, ya ha sido separado, y lo que pueden ver siempre es este lado que no se ha cultivado”. (“Qué es un Dafa dizi”)
Sin embargo, sentía que había algo aún más primordial en todo esto. Era como si estuviese cargando con apegos fundamentales y me rehusara a abandonarlos, o incluso reconocerlos. Además, no estaba lo suficientemente alerta en mi mente como para enfrentarlos con seriedad y eliminarlos de raíz. Mirando hacia atrás, pude ver que el problema principal era que no entendía cómo cultivarme, ni tampoco tenía la voluntad para aprender a hacerlo. Trataba, a los tropiezos, y a menudo fingiendo en el proceso de mirar hacia adentro, pero no era algo verdadero y efectivo.
Entonces, hace aproximadamente cuatro años, ocurrió algo que me condujo a una larga y difícil tribulación. Una noche, contraje de repente toda una serie de síntomas, desde insuficiencia respiratoria, nauseas, migrañas, hasta taquicardias. A veces no podía comer bien. Otras veces, no podía dormir. La tribulación continuó y continuó… los días se convirtieron en semanas, las semanas en meses, y los meses en un par de años. Algunos días me encontraba mejor que en otros, pero parecía que en cada uno de ellos estaba luchando con alguna dolencia física, y a menudo pensamientos y preocupaciones terribles azotaban mi mente. Era como si mi cuerpo físico y mis pensamientos estuviesen en una montaña rusa, siendo sacudidos de arriba abajo y de lado a lado por las viejas fuerzas.
Algunas veces, pensé que iba a morir. En otras ocasiones, pensé que estaba perdiendo la habilidad para tener cualquier pensamiento recto.
Durante los primeros meses de esta tribulación, invertí mucho tiempo intercambiando con otros practicantes cercanos a mí, pero con los días, compartía cada vez menos, porque sentía que mi condición no mejoraba y discutir una y otra vez sobre el mismo tema podría ser una interferencia para el grupo, o por lo menos un desgaste para quienes me rodeaban.
Sin embargo, para ciertas cosas nunca me rendí y mantuve la diligencia. Todas las noches leía artículos del sitio web Minghui y aplicaba lo que en ellos se compartía en mi propia cultivación. Además, sin importar lo difícil que se volviera, continuaba asistiendo a las reuniones grupales de estudio del Fa. A veces, durante los intercambios que surgían en el grupo, me emocionaba hasta las lágrimas por las experiencias que compartían mis compañeros, sus corazones de salvar seres conscientes y por cómo se cultivaban. Fue algo realmente inspirador, y me proporcionó una visión más clara sobre cómo uno debe cultivarse. En verdad atesoré estos grupos de estudio del Fa y aprendí mucho de ellos. Por último, continué asistiendo a las reuniones y haciendo los trabajos de validación del Fa que debía, independientemente de cómo me sentía.
Parecía que me había atascado hace mucho tratando de encontrar una solución a mi tribulación. Pero lentamente, con el tiempo, me volví más diligente gracias al estudio del Fa y enviando pensamientos rectos. Así continué haciendo trabajos para validar el Fa con grupos de practicantes, comencé a mirarme con más claridad, y se hicieron muy evidentes las fallas fundamentales que hubo en mi forma de practicar y en mis entendimientos hacia Dafa y el Maestro.
Uno de los primeros y más vergonzosos problemas que pude reconocer, fue que estaba utilizando a Dafa para mi propio bienestar, o diciéndolo sin rodeos, estaba usando a Dafa como una droga. Cuando estudiaba el Fa, perseguía la tranquilidad y claridad mental que una vez llegue a sentir después de estudiarlo. Cuando hacía los ejercicios, perseguía la salud, la liviandad y la energía que ya había experimentado alguna vez. Estaba cansado y atemorizado de este mundo, y buscaba que Dafa me elevara y sacara de aquí.
Esto se extendió a todos los aspectos de mi vida, incluyendo mis trabajos de validación del Fa. Me quedaba despierto hasta tarde, noche tras noche, durante muchos años, no tanto por un sentimiento de compasión en mi corazón hacia los seres conscientes o un profundo deseo de salvarlos, sino más bien, apoyado en el concepto erróneo de que si ponía más de mí, Dafa me retribuiría. Es decir, si demostraba que participaba, “recibiría” un retorno, como si pudiera negociar con el Fa. Lo hacía todo para mí, y descubrí, según mi entendimiento, que se trata del mismo error crítico que cometen las viejas fuerzas. Ellas participan en la rectificación del Fa con la esperanza de salvarse y hacer las cosas de acuerdo a sus nociones deformadas, y no de acuerdo con lo que quiere el Maestro. Yo estaba haciendo algo muy similar.
El Maestro dijo:
“Al encontrarse con la persecución, muchos Dafa dizi han caído, no han podido alcanzar el ritmo, porque no comprenden qué está haciendo Shifu, usan el corazón humano para evaluar [lo que quiere hacer] Shifu”. (“Qué significa ayudar a Shifu a rectificar el Fa”)
Por supuesto, todos hemos oído al Maestro hablar sobre los principios necesarios para entender la rectificación del Fa, pero las pruebas de este entendimiento personal son los pensamientos que guían nuestras acciones. Y a juzgar por mis actos, no había entendido. Entonces así estaba, sumido en una prolongada tribulación física y mental, dándome cuenta que mucho de lo que había hecho durante este período fue por egoísmo y no de acuerdo con el Fa. ¿Qué iba a hacer ahora?
Al fin descubrí la respuesta. Tenía que cambiarme; cambiar fundamentalmente. Enfrentar al egoísmo cargado durante tanto tiempo, y eliminarlo, dándome cuenta que este no era yo. Además, tuve que descartar todas las nociones y apegos que estaban enterrando a mi verdadero ser, impidiéndole jugar un papel de guía en mi vida. Esto fue un proceso largo y complicado. Solo voy a compartir algunas historias de este viaje.
El poder de nuestros verdaderos pensamientos
Una noche, al igual que muchas otras, me encontraba despierto debido a que las incomodidades físicas no me dejaban dormir. Pero de repente, pensamientos rectos aparecieron claros en mi mente. “Soy un discípulo de la rectificación del Fa. Estoy aquí para asistir al Maestro. Puede que no lo haya hecho bien en muchos aspectos, pero esta tribulación no está permitida. Estar sumido en ella no es lo que quiere el Maestro”. Después de esto, de repente, comencé a sentirme bien… Todos los síntomas desaparecieron, y pronto me quedé dormido.
Durante las semanas siguientes, en ocasiones, continuaron pasando esta clase de cosas, y me permitieron descubrir una falla en mi entendimiento. Durante mi cultivación había generado la noción de que solo era posible cambiar por medio del estudio del Fa y haciendo los ejercicios. Solo andando por ahí o en mis actividades diarias, no me era posible hacer cambios de verdad.
Lo que aprendí de todo esto, es que el Maestro siempre está a nuestro lado, y que un pensamiento… no palabras forzadas en mi mente, sino un pensamiento verdadero surgido del corazón, es todo lo que se necesita para hacer un gran cambio, y puede ocurrir en un instante. Cuando cambié para estar alineado con el Fa, ocurrieron a su vez grandes cambios, en mí y en mi entorno. Por supuesto, el estudio del Fa y los ejercicios son los cimientos que hacen posible la cultivación, pero ya no lo hacía utilizándolos para sentirme mejor… realmente estaba haciendo cambios en mi corazón, momento a momento, todos los días.
Estudiar el Fa, estudiar el Fa, estudiar el Fa
Cuando estuve más claro, noté que la calidad de mi estudio del Fa era extremadamente pobre, y así fue durante años. Probablemente, al utilizar a Dafa como una droga sufría un montón de interferencias, y por esta razón me era muy difícil permanecer atento, estaba somnoliento en todo momento. Además, siempre sentía un poco de alivio cuando terminaba de estudiar. “Ah”, pensaba para mí, “ya tengo mi cuota de Dafa y lo hice con el arduo trabajo de soportar el sueño, ahora puedo relajarme un poco”.
El Maestro dijo:
“Cuando su mente está por todas partes mientras leen, los incontables fo, dao y dioses en el libro ven su ridícula y lamentable mente y pueden ver que el yeli en sus pensamientos los está controlando, lo cual es detestable. Y no obstante, ustedes permanecen despistados sin despertar. Algunos voluntarios pasan largos períodos de tiempo sin leer o estudiar el Fa. ¿Cómo podrían hacer un buen trabajo para Dafa? Sin querer, ustedes han incurrido en muchas pérdidas que son muy difíciles de recuperar. Las lecciones pasadas deberían haberles hecho madurar más. La única manera de prevenir que las viejas y perversas fuerzas se aprovechen de las lagunas de su mente, es hacer buen uso de su tiempo para estudiar el Fa”. (“Hacia la perfección” de Escrituras esenciales para mayor avance (II))
Después de entender este problema, sin embargo, puse todo mi corazón en el estudio del Fa. Me uní a más reuniones de estudio del Fa, que descubrí me ayudaban a llenarme de energía, me inspiraban y me mantenían alerta. Pronto encontré que me sentía desilusionado cuando se terminaba el estudio, esperando que leyéramos un poquito más. Además, después de corregir mi forma de estudiar el Fa, sentí haber dado un vuelco de verdad. Pude sentir cómo mi “egoísmo” se deterioraba, permitiéndome ser más considerado naturalmente y estar más a gusto con los demás. Finalmente pude clarificar la verdad a las personas frente a frente, evaluando con calma sus necesidades y perspectivas, sin problemas de “ego” en el proceso.
Enviando fuertes pensamientos rectos
Otro cambio importante fue en el envío de pensamientos rectos. Durante un largo tiempo, traté este tema como una tarea, sintiendo un poco de alivio al terminar los 15 minutos, y sin preocuparme demasiado por perder alguno de los tiempos establecidos.
Sin embargo, comencé a darme cuenta, de que el envío de fuertes pensamientos rectos se trataba realmente de un don mágico, con un impacto de largo alcance.
El Maestro dijo:
“Les digo a todos, durante estos tantos años, siempre he estado diciendo que la capacidad de los Dafa dizi es muy grande; muchos simplemente no lo creen, porque no se te deja verlo. Bajo el efecto de tus pensamientos rectos, a todos a tu lado y hasta a tu propio cuerpo les ocurren cambios, sin embargo nunca se te ocurre ponerlo en práctica un poco”. (“20 años enseñando el Fa”)
Este pasaje realmente me impactó, sobre todo la última frase: “sin embargo nunca se te ocurre ponerlo en práctica un poco”. Cuando terminé de leerlo, pensé: “¿Qué significa esto? Hemos estado enviando pensamientos rectos por más de diez años. ¿Cómo puede ser que no hayamos pensado en darle una oportunidad?”.
Cuando más reflexionaba sobre esto y examinaba mi forma de enviar pensamientos rectos en el pasado, llegué a entender que el verdadero envío de pensamientos rectos era realmente algo mucho mayor a lo que me había imaginado. Comprendí que se trataban de una poderosa fuerza para cambiarnos a nosotros y a nuestro ambiente, y para asegurarnos de que los deseos del Maestro para la rectificación del Fa se lleven a cabo.
Por ese entonces, me senté a leer cuidadosamente la editorial de Minghui “La esencia para enviar pensamientos rectos”, gracias a lo cual descubrí que no solamente no entendía la profundidad del asunto, sino que también había varias cosas que no estaba haciendo como era debido, incluyendo qué había que pensar exactamente antes de enviar pensamientos rectos, cómo aproximarse a ellos, etc. Llevé conmigo una copia impresa de esta guía durante unas semanas, revisándola una y otra vez, hasta que creí haber corregido todas las cosas que hacía mal y llegado a entender cómo enviar pensamientos rectos de forma apropiada.
Muy pronto, mi envío de pensamientos rectos se hizo mucho más poderoso. Muchas veces, si sentía que algo no andaba bien en mi campo o mi entorno, me sentaba a enviar pensamientos rectos. En ese tiempo, podía sentir a mi lado divino rectificar cosas en muchos niveles. Cuando me volvía a poner de pie, muchas cosas habían cambiado, incluso mi propio punto de vista o perspectiva. Es verdaderamente como dijo el Maestro: “Bajo el efecto de tus pensamientos rectos, a todos a tu lado y hasta a tu propio cuerpo les ocurren cambios”. (“20 años enseñando el Fa”)
Trabajando para Shen Yun con pensamientos rectos
Los cambios por los que estaba pasando también se manifestaron en mi trabajo para Shen Yun. Participo junto a otros practicantes en promover Shen Yun en los medios y otros puntos de relaciones públicas. La oficina de Shen Yun tiene requisitos muy claros y estrictos en relación a los medios, y todo debe hacerse de acuerdo a lo acordado para contar con su aprobación.
El año pasado trabajamos con un periódico, y por varias razones, decidimos bajo la guía de la oficina de Shen Yun encontrarnos con uno de sus periodistas. La entrevista salió bien, y después de algunas preguntas de seguimiento, escribió su artículo. El primer borrador fue muy bueno, sin embargo, cuando la periodista entregó el artículo a su editora, esta le pidió que haga más investigaciones y lo amplíe, lo que abría la posibilidad a que se incluyan algunos contenidos negativos. Luego de que la periodista investigara algo más, nos envió una serie de preguntas que demostraron, en efecto, que estaba intentando incluir algunos comentarios de malos artículos escritos en el pasado.
Otro coordinador y yo hablamos sobre el tema, y decidimos que debía elaborar una respuesta y ayudar a esta periodista ofreciéndole una guía. En el pasado, mis apegos de egoísmo probablemente hubiesen entrado en acción, y seguro hubiese escrito respondiéndome, incluso albergando nociones de ser un héroe por haber arreglado las cosas, o sintiéndome preocupado al no poder hacerlo y por los efectos que esto tendría en mi reputación. Esta vez, sin embargo, tomé naturalmente otro enfoque diferente. Escribí una respuesta y luego reunimos al grupo entero. La leí en voz alta para todos y luego la discutimos. A medida que fueron apareciendo ideas las iba anotando. Fuimos de un lado a otro e hicimos varias modificaciones como grupo. Cuando terminamos, envié la respuesta al periodista, y entre todos enviamos pensamientos rectos. Además hicimos los seguimientos apropiados. Dos semanas después, se publicó el artículo, y fue muy positivo, incluso en la forma de mencionar la persecución a Falun Dafa.
Conclusión
Todavía tengo mucho por hacer. Aún soy torpe y perezoso, y a veces caigo en las viejas formas. Pero ahora, me siento muy diferente a cómo me sentía hace algunos años. De pie frente a mi Maestro y ante todos ustedes, ya no me siento como un extraño. Ya no siento como si tuviera que fingir sobre algo. Mi corazón está con el Maestro, con la rectificación del Fa, y cuando hago cosas para salvar personas, vienen directo de mi corazón. La cultivación es mágica. Cambiarme realmente para asimilarme con los principios de verdad, benevolencia y tolerancia es algo mágico. Recuperé una profunda alegría y gratitud por la oportunidad de cultivarme y por ser un discípulo de la rectificación del Fa.
Quisiera terminar con una cita del Jingwen “Entendiendo aún más”
“¿Sabías esto? Siempre que seas un cultivador, en cualquier ambiente o bajo cualquier circunstancia, cualquier dificultad y cualquier cosa desagradable que encuentres, incluso si envuelven el trabajo para Dafa y sin importar si lo consideras como lo mejor y lo más sagrado, yo lo usaré con el fin de eliminar tus apegos y exponer tu naturaleza demoníaca para que puedas desecharla, porque sólo tu mejoramiento es de primera importancia”. (“Entendiendo aún más” de Escrituras esenciales para mayor avance)
“Si realmente puedes mejorarte de esta forma, las cosas que haces con un corazón puro serán lo mejor y lo más sagrado”. (“Entendiendo aún más” de Escrituras esenciales para mayor avance)
¡Gracias Maestro! ¡Gracias compañeros practicantes!
(Presentado en la Conferencia de Intercambio de Experiencias de Cultivación de Falun Dafa 2015 en Nueva York)