(Minghui.org) Empecé a practicar Falun Dafa en 1997. Ahora tengo casi 70 años, me siento con mucha energía y cuido a mi nieto.
El 14 de diciembre de 2014, andaba en mi bicicleta haciendo algunos mandados. Después de que salí de mi zona residencial, un automóvil que iba a una velocidad muy alta me atropelló por detrás. Escuché un ruido fuerte, fui arrojada a unos cinco metros de distancia y perdí el conocimiento.
Cuando desperté, me encontré en medio de la carretera y mi pecho izquierdo me dolía mucho. Inmediatamente pensé en un principio de Falun Dafa:
“Decimos que lo bueno o lo malo vienen de un pensamiento de la persona, y la diferencia de este pensamiento también trae distintas consecuencias” (Zhuan Falun).
Pensé: "No hay problema. Soy una practicante de Falun Dafa". Un anciano gritó: "¡Dense prisa y llévenla a un hospital! ¡Rápido, vayan al hospital!".
Tres personas salieron del carro y dos me ayudaron a levantarme y me llevaron a la acera. Me dijeron que me iban a llevar al hospital.
Les dije: "Estoy bien. Soy practicante de Falun Dafa. No he ido a un hospital desde hace casi 20 años y tengo casi 70 años. Me atropellaron solo a mí y a nadie más. Otra persona estaría herida o hubiera muerto. No se preocupen. No les voy a chantajear y tampoco les causaré algún problema". Se preguntaron si deberían llamar a la policía, porque había una cámara de tráfico. Les dije que no había necesidad de ir al hospital.
Una razón para todo lo que sucede
Les dije: "Creo que hay una razón de lo que pasó hoy. ¿Han oído hablar acerca de renunciar al partido comunista chino (PCCh) y a sus organizaciones afiliadas? ¿Son ustedes miembros?”.
Me dijeron que eran campesinos de la provincia de Henan y se habían unido a los jóvenes pioneros, una organización afiliada al PCCh. Acordaron renunciar a los jóvenes pioneros.
Después les di un amuleto y les dije que reciten las frases "Falun Dafa es bueno. Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno". Les dije que se podían ir después de ayudarme a mover mi bicicleta a la acera.
No estaba muy lejos de mi casa y empujé mi bicicleta dañada hasta la casa, aunque fue muy difícil.
Manteniéndome firme bajo la presión
Cuando llegó mi marido a casa, le dije que había sido atropellada por un auto. Me preguntó por el número de licencia y las placas del coche y si había ido al hospital. Le dije que no era necesario y que todo estaría bien.
Esa noche sólo comí unos cereales, pero persistí en hacer los ejercicios. Mientras hacía la práctica, de repente sudé profusamente, sentí mareos y náusea. Vomité materia negra muy amarga y tuve diarrea. Pero esto no me preocupó, porque sabía que iba a estar bien. Me bañé, me puse ropa limpia y seguí haciendo los ejercicios de Dafa.
Sentí un dolor agudo en el cuello, pecho y espalda, y escuché sonidos chirridos en mis costillas. A la mañana siguiente, no podía mover mi brazo izquierdo. Aún así, persistí en hacer los ejercicios. Sin importar cuán doloroso era, traté de aguantar el dolor.
Cuando mi hijo se enteró de mi condición, exigió que fuera al hospital. Me presionó mucho, pero insistí en no ir al hospital. Mi hijo y mi nuera me vigilaban durante todo el día, pero dejaron de presionarme después de ver mi determinación.
Sin embargo, mi marido siguió presionándome para ver a un médico. Lo escuchaba en silencio, soportando el dolor físico, pero la presión mental era difícil de tolerar. Seguí recitando el poema del fundador de Dafa, a quien los practicantes llamamos Shifu: "Templando la mente y el corazón de uno" de Hong Yin.
La gente entiende la bondad de Dafa
Dos semanas después, en mis sueños, sentí como si alguien golpeara mi pecho izquierdo, donde estaba el dolor. Después de eso, los huesos ya no hicieron el sonido chirriante, casi dejé de sentir el dolor y pude hacer las tareas de la casa.
Mis familiares, parientes y amigos vieron cómo me beneficié de la práctica de Dafa. Nadie, incluyendo a mi hijo y nuera, siguió presionándome. Mi marido también quedó convencido e incluso empezó a ayudarme a distribuir materiales de Dafa, aunque a veces discutía conmigo por ser demasiado amable con la gente.
Durante el Festival de Primavera chino, les conté a mis familiares y amigos acerca de mi accidente. Pensé que entenderían Dafa mejor al escuchar mi experiencia personal. Algunos pensaron que había sido muy amable, mientras que otros me dieron ejemplos de personas que habían recibido buenas indemnizaciones después de un accidente.
Les dije: "Aunque me darían un millón de yuanes, no podría gastarlos si estaría postrada en cama. Un practicante considera este tipo de cosas desde una perspectiva diferente. Ustedes saben que ya estoy bien. ¿No es algo bueno?". Mi marido dijo: "Miren qué tonta es. Incluso les dijo que practicaba Dafa". Ellos sonrieron y dijeron: "Esto es increíble. Realmente asombroso".