(Minghui.org) En la lluviosa noche del 25 de abril, una vigilia de velas iluminaba la plaza de la Ciudad de Melbourne que estaba inmersa en una determinación pacífica. Esta le hablaba a los transeúntes sobre este viaje de 16 años buscando justicia y dignidad.
Vigilia de velas, Plaza de la Ciudad, Melbourne, 25 de abril.
El 25 de abril de 1999, diez mil practicantes de Falun gong se manifestaron pacíficamente frente al edificio del consejo de estado, en Beijing para reclamar por su derecho a la libertad de creencia y la liberación de unos practicantes encarcelados en Tianjin. Esa creencia en la bondad y esa consciencia aún persiste, 16 años después a pesar de la persecución.
Los transeúntes se dieron cuenta y pararon. Se informaron sobre la persecución a Falun Gong, en particular la matanza de prisioneros de consciencia de Falun Gong por sus órganos, y firmaron la petición para pedir una investigación extensiva y un fin a estos crímenes.
Transeúntes pausan para informarse sobre los hechos y expresan su apoyo.
“Esto [sustracción de órganos] es otra tragedia en la persecución del partido comunista chino a su propia gente. Todos deberíamos decirle que no al régimen autoritario,” dijeron Chas y Sharon Dale. “Nunca dudamos de que Falun Gong es bueno. Deberíamos hacer más de estas actividades y ayudar a que más gente sepa qué está pasando en China”.
“Estamos completamente en contra de la sustracción forzada de órganos. Esperamos que la presión internacional pueda ejercer cambios en el régimen”, dijo el Dr. Wright, dentista.
Comentarios similares se recibieron en Perth durante la semana del 25 de abril. Los practicantes armaron un puesto de información sobre la sustracción forzada de órganos en un distrito central de negocios, el barrio chino, y otras áreas ocupadas de la ciudad.
Luego de que un documental sobre el asunto de la sustracción forzada de órganos fuera transmitido en la televisión nacional, los medios de comunicación principales de Australia han estado reportando sobre el tópico.
Al escuchar sobre la sustracción de órganos por primera vez, Chloe Davidson, se preguntaba si era cierto. Pero después de leer los folletos y enterarse sobre el documental, se llevó más materiales y dijo que los repartiría entre sus colegas.
“Tengo que decirles a otros sobre esto. ¡Es horrible!”, comentó.
Puesto de información en Perth, en la semana del 20-25 de abril.
Barbara Jackson vio el documental y dijo que la sustracción forzada va “contra la humanidad” y “debe ser detenida”.
Morfydd McKenzie dijo que hacía cuatro años que sabía sobre la abundancia de órganos en China, porque su hijo necesitaba un trasplante de hígado. Sin embargo, no llevó a China a su hijo porque se enteró sobre la sustracción forzada de órganos a practicantes de Falun Gong. Poco después su hijo encontró un donante compatible en Australia y ahora está bien de salud.
Se sentía afortunada de haber podido conocer este hecho y tomado una decisión acorde a su conciencia.
Un caballero firma la petición para mostrar su apoyo.
Carteles aclaran la verdad a los transeúntes en Perth.
También hay cambios en los chinos como resultado de los incansables esfuerzos de los practicantes en aclarar la verdad sobre la persecución. Algunos aprovechan el viaje al exterior para buscar libertad.
Por ejemplo, durante el evento de un día en Perth, un ex miembro de la oficina 610, una organización tipo Gestapo del PCCh, se encontró con la Sra. Zhang, una practicante.
Él le pidió que lo ayudara a renunciar al partido con su nombre real. Su padre también renunció a las organizaciones del partido. Él dijo que leyó los libros de Falun Gong cuando trabajaba en la oficina 610 y se dio cuenta de que, el contenido de los libros era opuesto a lo que decía la propaganda del partido, los libros no contenían nada anti-China ni anti-partido. Lentamente comenzó a dejar los casos de Falun Gong y eventualmente cambió de trabajo.
Un chino australiano cuestionó la verdad de los 200 millones de renuncias al partido. Los practicantes le explicaron que los 200 millones también incluían a los que renunciaron a las otras dos organizaciones: la liga juvenil y los jóvenes pioneros.
Entonces entendió y les contó sobre la persecución que su familia tuvo que soportar cuando se fueron de China. Usó un alias y renunció al partido.