(Minghui.org) Antes de jubilarme enseñaba en una escuela secundaria estatal en la región montañosa al sur de la provincia de Jilin.
En 2008, cuando estaba enseñando, estaba en mal estado físico y tenía frío todo el tiempo. Otros usaban ropas de moda de primavera y otoño, y yo usaba un abrigado tapado. Me sentía mal de pies a cabeza y me veía enferma. Sentía como si mi corazón se retorciera, y estaba tan deprimida que siempre quería llorar.
Fui a todas partes buscando ayuda. Los médicos dijeron que tenía problemas neurológicos. Budistas me decían que practique el budismo, así que visité templos. Cristianos me pedían que crea en Jesús, así que fui a la iglesia. También visité varios doctores. Gasté mucho dinero intentando curar mi condición.
Desesperada, empecé a auto medicarme. Era fácil para mí conseguir medicamentos porque mi familia maneja una farmacia. Empecé a elegir medicación según mis síntomas, leyendo las instrucciones en los envases. Después de varios meses, mi condición seguía empeorando.
Una tarde recibí un llamado de alguien que había sido mi compañero de clases en la escuela secundaria. Me dijo que otro ex-compañero estaba de visita y se reunirían junto con otros. Todos escucharon mis quejas y fueron muy comprensivos. Algunos me recomendaron que fuera a un hospital de la ciudad, otros sugirieron medicina casera.
Luego de cenar, estaba oscuro y llovía. Todos vivían cerca, menos yo. Vivía en el campo y me llevaría una hora en taxi, y bajo la lluvia sería complicado encontrar uno disponible. Una compañera se acercó y amablemente me dijo: “Por favor, no vayas a casa. Puedes quedarte en mi casa y conocerla, pasaremos un lindo momento”.
Resultó que era practicante de Falun Gong. Le dije que originalmente era profesora de inglés, y luego empecé a enseñar política porque había un puesto vacante en la escuela.
Me preguntó: “¿Enseñas política ahora? Dime, ¿qué dicen los libros?”. Le respondí: “Educación moral e ideológica, y el incidente de la auto-inmolación de Falun Gong en la plaza Tianamen (Nota: un evento montado para difamar a Falun Gong y justificar la persecución) y…”.
Antes de terminar, me detuvo: “¡Detente! Estás haciendo algo muy malo. Te estás haciendo daño sin saberlo. Quizás estás enferma por lo que estás enseñando”.
Estaba completamente confundida. No pensaba que estaba haciendo nada malo, seguir los libros es responsabilidad de un maestro.
Me explicó en detalle sobre los grandes avances físicos y mentales que experimentó con la práctica de cultivación de Falun Gong, y cómo Falun Gong se difundió en todo el mundo. Luego me contó que el partido comunista chino (PCCh) había organizado el incidente de la autoinmolación en la plaza Tiananmen para darle una mala reputación a Falun Gong. También me habló sobre el crimen del PCCh de la sustracción forzada de órganos a practicantes vivos de Falun Gong por dinero.
Me dijo sobre la publicación de los Nueve Comentarios sobre el Partido Comunista y la creciente tendencia de renunciar al PCCh y sus organizaciones afiliadas.
Estaba tan consternada por lo que contó que no pude dormir en toda la noche. Lo que más me afectaba era que el PCCh, el partido que reclamaba ser “grandioso, glorioso y correcto” se atrevía a inventar todas esas mentiras en frente de más de mil millones de chinos, sin mencionar al resto del mundo. La sustracción forzada de órganos, en especial, ¡no tenía excusas! Estaba tan avergonzada con esta organización tan vil y renuncié de inmediato al PCCh y a sus organizaciones afiliadas.
Ahí empecé a comprender algo. En los meses que llevaba enseñando política, nunca me sentí bien. También me di cuenta de que la razón por la que las dos maestros anteriores de repente se enfermaron, era porque estaban difundiendo la difamación sobre Falun Gong.
El primero había colapsado de repente, y luego se sentía cansado todo el tiempo. Se desmayaba sin razón aparente, hasta cuando estaba sentado en su cama. Un examen reveló un latido cardíaco irregular. Está en recuperación y no puede trabajar.
La segunda era una profesora joven y bonita. Poco después de empezar a enseñar política comenzó a sentir dolor en sus piernas cuando estaba parada y sentada. El dolor se intensificaba cuando caminaba. Buscó ayuda en la medicina china y occidental por más de un mes, pero nada ayudó.
La tercera, era yo. Pensaba que enseñar política significaría unas horas menos de trabajo y mi carga se reduciría. Incluso me sentía agradecida con la dirección de la escuela por tenerme en consideración a mi edad y darme un puesto tan fácil. Poco después de empezar a enseñar política, empecé con los síntomas que mencioné antes. Las palabras de esa ex colega me despertaron.
A la mañana siguiente me entregó copias de Zhuan Falun, Nueve Comentarios sobre el Partido Comunista, la Edición Minghui y Zhengjian, y me llevé todo a casa.
Lo primero que hice al regresar fue tomarme unos días de licencia en el trabajo, por mis problemas de salud como excusa. Leí todo Zhuan Falun una vez, y sentí desde el fondo de mi corazón que el libro era realmente genial. Encontré las respuestas a las preguntas que tuve toda mi vida en los principios del Fa. Desde entonces me he cultivado en Falun Gong.
Todos los síntomas desaparecieron en dos semanas, y me sentía llena de vitalidad. Toda la gente que conocía me decía que era una persona diferente. Con ayuda del Maestro y de mis compañeros practicantes pude dejar de enseñar política, y comenzar un nuevo empleo. Tenía más tiempo para estudiar el Fa.
Ahora pienso con frecuencia que soy la persona más afortunada del mundo. Se dice que “es difícil tener un cuerpo humano, es difícil nacer en el este, y es difícil obtener un Fa recto”. He obtenido todas estas cosas que son difíciles de conseguir.
Al mismo tiempo mi corazón estaba pesado, porque miles de mis colegas (maestros) seguían engañados por la propaganda del PCCh y además envenenaban a miles de estudiantes inocentes. He intentado salvarlos, pero los resultados no han sido tan buenos como quisiera. No hay otros practicantes cerca y siento que mis habilidades son limitadas.
Las escuelas rurales carecen de información, y muchas personas aún creen las mentiras del PCCh. Cuando les conté que la auto-inmolación en la plaza Tiananmen fue armada por el PCCh y muchos no querían escuchar ni creerme. Cuando escribí cartas explicando los hechos sobre Falun Gong, las rompieron.
El secretario del partido que está en mi escuela fue también mi compañero de clase. Trabajó muy duro para implementar las campañas malas del PCCh como “estar fresco”, “mantener la estabilidad”, “sociedad armoniosa”, y otros. Era un maestro ejemplar en la provincia.
Grupos de otras regiones venían a nuestra escuela para capacitarse. En todas las conferencias de maestros mi amigo, el secretario del partido, siempre ponía énfasis en “No crean y no participen en Falun Gong”. Intenté explicarle los hechos varias veces, pero se negaba a escucharme. Le pedí a otros practicantes de la ciudad que hablaran con él sobre Falun Gong, pero seguía sin aceptar la verdad. Interfería enormemente con mis esfuerzos en salvar a los otros maestros en mi escuela.
Como seguía ciegamente la voluntad del perverso partido, la retribución le llegó silenciosamente. Su único hijo, recién graduado de la universidad, fue diagnosticado con cáncer de pulmón, y murió en un mes. Tanto él como su esposa quedaron sumergidos en el dolor, sin su hijo no tenían esperanzas. Aunque ambos tenían cincuenta años, adoptaron a un niño. La gente que no conoce su situación creen que son los abuelos.
Cuando veo sus ojos sin vida, mi corazón tiembla. Cada vez que pienso en que mis compañeros y colegas no serán salvados, me siento ansiosa. ¡Sinceramente pido a cada practicante que aumente sus esfuerzos para aclararle la verdad a la gente en la comunidad educativa y salven a esos niños y maestros inocentes!
Gracias Maestro, gracias compañeros practicantes, por favor, señalen cualquier cosa fuera del Fa.