(Minghui.org) Trabajaba en una tienda como sastre. Cada vestimenta tiene etiquetas antirrobo. Pero, a veces, no hay etiquetas en algunas prendas. Cuando eso sucedía los empleados en la tienda robaban las prendas y la llevaban a su casa. También robaba de tanto en tanto.
Aprendí Falun Dafa de una compañera de trabajo en 2011. Falun Dafa enseña a los practicantes a seguir los principios de Verdad, Benevolencia, Tolerancia en la vida cotidiana. Desde que entendí eso, nunca más tomé ropa sin pagarlas y le ponía las etiquetas antirrobo si veía que faltaban.
En la tienda contrataron a una nueva sastre en marzo de 2011. Parecía una persona amable y abierta. El pago por arreglar pantalones que no estaban hechos en la tienda era de cuatro yuanes chinos. En general, los sastres se quedan con ese dinero y no lo notifican a la tienda.
Le dije a esta compañera nueva: “Podemos compartir el dinero”. Me respondió: “No, no podemos tomar un dinero que no nos pertenece”. Me sorprendí y pensé: “¿Existe gente así hoy en día?” Descubrí que ella se comportaba de manera diferente.
Durante el almuerzo, la vi leyendo un libro y le pregunté qué estaba leyendo. Me respondió: “Es Zhuan Falun. Soy practicante de Falun Dafa”.
Me explicó qué es Falun Dafa y por qué el partido comunista chino (PCCh) lo persigue. Me aconsejó que renunciara al PCCh y a sus organizaciones afiliadas. Estuve de acuerdo. Me entregó un recuerdo con las palabras Verdad, Benevolencia, Tolerancia. Me gustó mucho, sentía que las palabras eran grandiosas.
Luego me dejó escuchar un audio con la grabación de las lecciones del Maestro Li, el fundador de Falun Dafa, en un reproductor MP3, lo que me hizo sentir muy bien. Después, me dio una copia de Zhuan Falun. Lo leí y empecé a practicar Falun Dafa.
Tuve grandes cambios en el primer mes. Mis enfermedades, rinitis, cervicitis, gastroenteritis crónica, y gripes frecuentes desaparecieron. No podía ver claramente porque tenía pólipos en los ojos y el doctor me recomendó cirugía para mejorar mi visión. Luego de empezar a practicar Falun Dafa, tuve un sueño, en donde un pequeño insecto salía de mis ojos. Al despertar, los pólipos habían desaparecido y mi visión mejoró.
Deje de trabajar en la tienda y abrí mi propia sastrería. Me dedicaba a lavado y arreglo de prendas. Un día, encontré dinero en el bolsillo de a prenda de un cliente. Lo separé y se lo entregué al cliente cuando vino a buscar su ropa. Le dije: “Practico Falun Dafa, no tomo dinero que no me pertenece”.
Mi clienta se mostró entusiasmada y agradecida. Le conté los beneficios de practicar Falun Dafa y le aclaré la verdad sobre la persecución que está basada en mentiras y violencia. La ayudé a renunciar a la liga juvenil del partido comunista. Desde entonces ha sido una clienta frecuente.
Uno de mis árboles estaba a punto de caerse en junio de 2011. Sugerí al electricista del departamento que lo cortara, pero nadie lo hizo. Un día de lluvia copiosa el gran árbol cayó en la casa de mis vecinos, y una pared se agrietó como resultado.
Esa familia quería que mi familia les pagáramos más de diez mil yuanes. Mi familia se sentía extorsionada y no quería pagar. Pensé que como era un practicante debíamos pagar. Entonces le empecé a pagar a mi vecino. Todos en mi familia vieron mis acciones y comenzaron a contribuir con dinero. Le pagamos al vecino más de dos mil yuanes luego de negociar con él. El asunto se resolvió pacíficamente.
Le expliqué los beneficios que experimenté al practicar la cultivación en Falun Dafa a mi esposo, suegra, suegro, y otros. También les di un libro Zhuan Falun para que leyeran.
Nunca antes me llevé bien con mi suegra. Cuando aprendí Falun Dafa, la extrañaba y le hacía presentes. La ayudaba con las tareas del hogar también. Ella vio mi cambio y quiso estar cerca de mí.
Mi esposo y otras personas vieron mis cambios y les conté cuánto había cambiado desde que comencé a practicar Falun Dafa.
Versión en inglés: http://www.clearwisdom.net/html/articles/2015/3/6/149215.html