(Minghui.org) Continúa de la Parte 4
Un pensamiento puede alterar tu futuro
Había una vez un talentoso erudito de la provincia de Fujian llamado Li Sheng. Yendo de camino a Beijing para presentarse a un examen nacional preparado por el emperador, decidió pasar la noche en un pueblo. Al entrar en el hotel que eligió, el dueño se le acercó y exclamó: "¡Una deidad profetizó que un tal Li Sheng se quedaría en mi hotel y obtendría el puntaje más alto en el examen!".
Naturalmente, Li Sheng estaba encantado de escuchar esas buenas noticias. Sin embargo, sus pensamientos se transformaron rápidamente, y sin control, en apegos: "¡Voy a obtener la calificación máxima! Por lo tanto, seré nombrado un funcionario de alto rango. Con mi nuevo estatus, podré abandonar a mi fea esposa y encontrar una mejor, ¡más bella!".
Después de que Li se fue a la mañana siguiente, el dueño del hotel tuvo otro sueño profético. Una deidad le dijo: "Li Sheng es una persona indecente. Él piensa que sólo por tener un mejor estatus social tiene el derecho de cambiar a su esposa. Por lo tanto, ha perdido el premio máximo".
Cuando Li Sheng regresó al hotel de camino a su casa, el dueño estaba bastante decepcionado de verlo de nuevo y lo trató groseramente. Li Sheng se sintió ofendido y preguntó la razón de su hostilidad, y entonces el dueño del hotel le reveló su segundo sueño.
Li Sheng se sorprendió y se fue inmediatamente. Efectivamente, él apenas aprobó el examen y nunca se convirtió en un oficial.
Un pensamiento impuro hizo que Li Sheng perdiera su fortuna.