(Minghui.org) ¡Saludos, Maestro! ¡Saludos compañeros practicantes!
Mi marido y yo comenzamos a practicar Falun Dafa en 1999, y la persecución empezó poco después. El compañero practicante con el que nos contactábamos fue arrestado ilegalmente y torturado hasta la muerte por defender a Falun Dafa. Como consecuencia, perdimos nuestro ambiente de cultivación y gradualmente nos quedamos atrás.
En 2008, a mi hija mayor le diagnosticaron epilepsia. En momentos de profunda desesperanza, el Maestro arregló que me encontrara con un compañero practicante, que guió a toda mi familia a volver a cultivarse en Dafa.
Siete días después, la artritis reumatoide, la inflamación de mi vesícula biliar, y la artritis de cuello desaparecieron, y la epilepsia de mi hija desapareció también. Toda mi familia se encontró inmersa en la felicidad otorgada por el Maestro. Le dije al Maestro en mi corazón: “¡Maestro, gracias! No importa qué pase en el futuro, debo seguirlo hasta el final”.
1. Cultivándonos bien, validando el Fa
Al retomar la práctica de Falun Dafa, nuestros parientes y amigos se asustaron e intentaron detenernos. Después de escuchar que algunos practicantes de la zona fueron arrestados y torturados hasta la muerte, se preocuparon aún más.
Comenzamos a hacer las cosas de todos los días para validar el Fa. Nuestro negocio familiar está creciendo con la venta de vegetales, y también construimos un digestor a biogás. Durante el día íbamos a trabajar en el campo. A la noche, estudiábamos el Fa y hacíamos los ejercicios. Siempre ayudamos a nuestros vecinos y nunca nos involucramos en disputas.
Mi suegro no se preocupaba mucho de las tareas del hogar, y mi suegra siempre fue quisquillosa y buscaba mis fallas. Ellos tienen un campo de diez hectáreas. Mi esposo y yo dejábamos nuestro trabajo campestre e íbamos a ayudarlo con la cosecha y el cultivo. Como utilizábamos tanto tiempo en ayudarlos, descuidábamos nuestra cosecha y sufríamos pérdidas de aproximadamente 1000 yuanes cada año. Mi suegro presumía de que yo era grandiosa. Sus vecinos le decían a mi suegra: “Eres muy bendecida al tener una nuera tan agradable”.
Hemos ganado una buena reputación, y he ganado el título de “campeona en cultivación de vegetales”.
El último invierno, mis suegros tuvieron una pelea y mi cuñada se fue a dormir a otra habitación. Como la habitación era fría, tuvo que preparar un fuego. Al día siguiente sufrió envenenamiento de monóxido de carbono y tuvo que ser hospitalizada durante un mes, a un costo de 20.000 yuanes. Los hermanos de mi esposo y yo nos turnamos para cuidar de ella todos los días. Los otros pacientes en el cuarto pensaron que yo era su hija.
Un día, uno de los pacientes me dijo: “Tu suegra tiene diabetes y un aneurisma cerebral, así que no debería comer demasiada carne”. Compré un poco de tofu para la comida que seguía. Mi suegra se enfureció. Otro paciente vio la situación y le dijo: “Estás reaccionando exageradamente. Ella es solo tu nuera y sin embargo cuida tanto de ti. ¿Por qué no viene la esposa de tu hijo mayor a ayudarte?”.
Yo no contesté. En cambio, miré para adentro y pensé: “Esto es para liberarme de mi apego a escuchar elogios y mi apego a la fama”. Usé esta oportunidad para hablar a otros pacientes sobre Falun Dafa y sobre renunciar al partido comunista chino y sus organizaciones. También le di DVDs de Shen Yun. Todos renunciaron con alegría al PCCh. Una de ellas era una profesora, que, después de renunciar, sostuvo mis manos y dijo sinceramente: “De verdad que nunca he visto una persona tan buena como tú, ¡la gente buena será recompensada con el bien!”.
Más tarde, mi suegra sufrió una recaída. Quedó paralítica, su habla fue afectada, y se volvió incontinente. Tenía que alimentarla con una cuchara y cambiar y lavar sus pañales. Lo hice sin quejas.
Cuando la tía de mi marido me vio cuidar tanto de mi cuñada, dijo admirada: “Tu suegra está realmente bendecida al tener una nuera tan buena. Mi nuera o me insulta o intenta echarme fuera de su casa. Me dan ganas de dejar de vivir.
Le dije: “Es el Maestro que me enseñó a conducirme de esta manera. Soy una practicante de Falun Dafa y sigo los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia en mi vida diaria”. Ella dijo: “Entonces yo también quiero aprenderlo”. Pronto, comenzó a practicar y se unió al grupo de estudio del Fa y de ejercicios. Ahora está muy saludable, y su rostro es radiante con complexión saludable. Las noticias de su cambio se difundieron rápidamente entre mis amigos y familiares.
Mi suegra tenía una vecina que constantemente discutía con sus suegros. Le dije sobre Falun Dafa, pero no quiso renunciar al PCCh. Después que vio lo bien que cuidé a mi suegra en cama, se conmovió y dijo: ¡Eres grandiosa! Ella es tan mala contigo y habla tan mal de ti en el vecindario. Sin embargo tu la tratas tan bien. Quiero practicar Falun Dafa ahora mismo”.
Su hija renunció al PCCh. Su hijo acostumbraba ignorarme cuando intentaba hablarle de Falun Dafa. Se reía de mi esposo y le decía: “El PCCh es tan fuerte y temible. ¿Cómo podrás ganarle?”. Su madre dijo: “De ahora en adelante, nadie debe decir nada irrespetuoso sobre el Maestro o sobre Dafa. De otro modo, tendrán retribución”. Su familia entera comenzó a practicar Falun Dafa.
He aprendido con estos encuentros que solo cuando nos cultivamos bien –en cada una de nuestras palabras y acciones- y caminamos nuestros caminos rectamente, podemos salvar a otros.
2. Aprovechando el día y haciendo un esfuerzo supremo para salvar seres conscientes
Poco después de retomar la práctica de Falun Dafa, un sitio de producción de materiales en mi área fue destruido por las autoridades locales. Vivo en una área rural con muy pocos practicantes. Sé que, como discípulo de Dafa, debo tomar responsabilidad en salvar a la gente de mi área. Nunca antes había usado una computadora o una impresora. Si no fuera por Dafa, probablemente nunca hubiera aprendido a usarlas.
Con la ayuda de compañeros practicantes, aprendí a entrar a Internet, descargar archivos, imprimir documentos y grabar DVDs. Trabajaba en el campo durante el día. De noche me quedaba a estudiar el Fa y a hacer materiales de clarificación de la verdad después de que mi familia se iba a dormir.
Cuando mi esposo iba a los mercados locales de los pueblos circundantes, daba materiales a cualquiera con quien se cruzara. Adonde fuera que iba, intentaba también entregar materiales. Hacíamos mensajes escritos sobre Dafa y la persecución en los billetes, que gastábamos en el mercado local. Después de recibir el vuelto, escribíamos en billetes más pequeños y seguíamos distribuyéndolos.
Más tarde leímos en el sitio web de Minghui que alguien usó un celular para aclarar la verdad sobre la persecución. Compramos un celular con la ayuda de un compañero practicante y aprendimos a usarlo. Cuando manejábamos hacia los distintos mercados, usaba el teléfono móvil para llamar a la gente y clarificarles la verdad.
Después de un tiempo, el Maestro hizo arreglos para que nosotros vivamos en el pueblo, lejos de mis suegros. De esa manera teníamos más tiempo para estudiar el Fa y hacer las tres cosas.
Cuando nos mudamos por primera vez a la ciudad, no conocíamos a muchos practicantes, y dependíamos de leer artículos para compartir experiencias en Minghui. Cuando leíamos sobre el avance diligente de practicantes en su cultivación e historias sobre la salvación de los seres conscientes, mirábamos adentro en busca de nuestros apegos y faltas.
Estábamos preocupados por nuestro estado de cultivación, pero el Maestro arregló que nos encontráramos con otros practicantes. Nos unimos al grupo de estudio local y recuperamos un ambiente bien coordinado. Los practicantes del grupo son todos diligentes en su cultivación. Un practicante en sus 70 años llevó a varios a distribuir materiales en pueblos rurales cada semana.
Logré usar mis habilidades, como imprimir materiales, grabar DVDs de Shen Yun, y hacer cuadernillos de Nueve Comentarios. También alenté y asistí a más de 10 practicantes para que usaran su teléfono celular para transmitir los hechos sobre la persecución. Eran principalmente personas mayores que tenían la voluntad para hacer llamados para salvar a la gente pero no se tenían confianza. Usé el Fa del Maestro para alentarlos y pacientemente les enseñé los detalles técnicos hasta que lograron seguir el ritmo.
En agosto de 2014, un practicante me dio un teléfono celular que era capaz de conectarse automáticamente, reproducir un mensaje, y ayudar a la persona que atendía a renunciar al PCCh. Me quedé boquiabierta al escuchar una manera tan grandiosa para salvar a la gente. Otros practicantes también estaban interesados. Busqué al practicante que nos daba soporte técnico, aprendí la técnica y ayudé a muchos practicantes para empezar a aprender cómo usar su nueva herramienta. Ahora mi grupo de estudio del Fa tiene una larga lista de personas que renuncian al PCCh por semana.
Para reducir la presión a los practicantes que proveían de soporte técnico, aprendí a reparar impresoras, instalar sistemas operativos en las computadoras, e instalar sistemas de teléfono celular. Siempre que nuestros corazones estén en eso, el Maestro nos ayudará. Quiero agradecerle al Maestro por darme tanto. También quiero agradecerle a los practicantes por proveer soporte técnico por su asistencia desinteresada.
3. Ayudando a mis compañeros practicantes del pasado
El Maestro dijo en “20 años enseñando el Fa”:
“Cuando me encontré con algunos estudiantes que han viajado afuera de China continental, les dije que les dijeran a esos estudiantes que no han dado un paso adelante que salgan rápidamente. A esos estudiantes perdidos, búsquenlos rápidamente y aclárenles la verdad; de otro modo, el resultado de lo que enfrentarán será lo más trágico”.
Hace unos días, un practicante me dijo sobre una pareja que había dejado de practicar Dafa hace 14 años. En el pasado, habían ido a Beijing dos veces para hablar por Dafa. La esposa fue sentenciada, más adelante, a tres años de trabajo forzado y el esposo fue detenido por un mes. Ahora, el esposo estudia poco el Fa, la esposa ni lo estudia.
El practicante me dijo: “Vayamos a su casa esta tarde. Tu envía pensamientos rectos y yo iré a hablarles”. Mientras estábamos en su casa, el marido fue muy receptivo a lo que le dijimos, pero la esposa no era amable para nada. No nos desalentamos, le pedimos ayuda al Maestro. Comenzamos a enviar pensamientos rectos. Después les mostramos el DVD de Shen Yun y proseguimos a hablar con ellos. Finalmente llegamos a ella. La esposa recordó los viejos días cuando compañeros practicantes estaban juntos haciendo los ejercicios y estudiando el Fa. Las lágrimas corrieron por su rostro.
Al día siguiente, les llevé los artículos recientes del Maestro. La esposa me dijo con una gran sonrisa en la cara: “Ahora entiendo completamente. Por favor ayúdame a publicar una declaración solemne. Sé que el Maestro no me ha abandonado. Me equivoqué”. Quedé perpleja porque no esperaba que ella volviera tan rápidamente. Agradecí al Maestro en mi corazón. Le dije: “Debes estudiar más el Fa. El Maestro te ha estado buscando. No decepciones al Maestro”. Ella y su marido se conmovieron hasta las lágrimas y dijeron que seguirían las enseñanzas del Maestro.
Ahora ambos estudian el Fa diligentemente, tratan de salvar a más gente y presentan una lista con personas que renunciaron al PCCh todas las semanas.
Por estos dos practicante, me doy cuenta del significado del Maestro pidiéndonos que encontremos a aquellos practicantes que han dejado de cultivarse. No es solo un discípulo de Dafa que vuelve al Fa, sino el renacimiento de incontables seres de un reino cósmico gigantesco.
¡Gracias, Maestro!
¡Gracias, compañeros practicantes!
Por favor señalen cualquier cosa que sea inapropiada. Heshi.