(Minghui.org) Las Sras. Wang Wen y Wang Jing, hermanas mellizas de la ciudad de Changji en la Región Autónoma de Xinjiang, fueron arrestadas el 6 de marzo de 2015 por practicar Falun Gong.
La Sra. Wang Jing fue enjuiciada ilegalmente el 13 de octubre, y la Sra. Wang Wen el 6 de noviembre.
Las hermanas de 51 años de edad, ambas son contadoras. La Sra. Wang Wen trabajaba en la fábrica de lana de Changji, pero la echaron por practicar Falun Gong. Antes de ser arrestada estaba trabajando en una compañía privada. La Sra. Wang Jing trabaja en el Banco de Comercio e Industria de Changji (ICBC).
Esta no es la primera vez que las hermanas han sido perseguidas por su creencia en Falun Gong. En 2003, oficiales de la oficina 610 de Changji las enviaron a clases de lavado de cerebro, donde se utilizan diversos métodos de torturas para manipular a los practicantes a que renuncien a su fe. La Sra. Wang Wen fue luego sentenciada a 15 días de detención luego de que hablara sobre Falun Gong con los guardias de seguridad.
La hermana mayor de las mellizas, la Sra. Gong Xiaojuan, es una ex maestra de matemáticas de la universidad de Changji. Ella fue sentenciada a cinco años de prisión por practicar Falun Gong. Antes de ser arrestada, estuvo un año entero bajo vigilancia ilegal en su lugar de trabajo. Con sus tres hijas detenidas ilegalmente, su madre de 71 años, que necesita cuidado, quedó sola en casa.
La Sra. Wang Wen actualmente está detenida en el centro de detención de Liudaowan en la ciudad de Urumqi. La Sra. Wang Jing está detenida en el centro de detención de Changji.
El juicio de la Sra. Wang Jing
El 13 de octubre, la corte de la ciudad de Changji procesó a la Sra. Wang Jing. El fiscal alegó que ella usó celulares para enviar mensajes de texto promoviendo Falun Gong.
La Sra. Wang Jing le dijo al juez que practicar Falun Gong no es un crimen. Su abogado disputó la evidencia contra ella porque la fiscalía no pudo presentar una parte clave de la evidencia: la tarjeta SIM que usó la Sra. Wang para supuestamente enviar mensajes.
La libertad de expresión es un derecho protegido por la constitución china. Privar a un ciudadano de sus derechos es una violación a la ley. Las personas que clarifican la verdad sobre Falun Gong no son culpables de ningún crimen.
Sin importar si la evidencia existe o no, la Sra. Wang Jing no cometió ningún crimen.