(Minghui.org) Tong Xin de 76 años, comenzó a practicar Falun Dafa en 1995, y ha transitado bien su camino de cultivación. Sus días están llenos de estudio del Fa y aclaración de la verdad sobre Dafa. A continuación nos comparte sus experiencias de cultivación.
Apego al fanatismo afecta la aclaración de la verdad
La persecución a Falun Dafa se intensificó en 2001, luego de que a principios de ese año se urdiera el incidente de la auto-inmolación en la Plaza Tiananmen y que el pueblo chino fuera bombardeado con otra vuelta de las campañas difamatorias del partido comunista chino. Para exponer las mentiras dichas por el PCCh, compañeros practicantes y yo comenzamos a aclarar los hechos sobre Dafa a las personas.
Hacíamos materiales informativos y los distribuimos en la noche. Una vez repartimos más de 160 volantes en un estacionamiento subterráneo y observamos a las personas leerlos.
Una noche después del año nuevo, cuando dejé algunos materiales en un auto de lujo, un hombre salió de un hotel y dijo: “¿Qué está haciendo? ¿Qué tiene en la bolsa?”. Le respondí calmadamente: “Es tiempo de año nuevo; deseo que usted esté sano y salvo”. Él me miró sonriendo.
En los primeros días no teníamos calcomanías, entonces escribía mensajes sobre Falun Dafa donde podía. Una vez, un guardia de seguridad apareció y cuestionó lo que estaba escribiendo; yo le dije que simplemente lo leyera. Miró lo que había escrito y me dejó sin causar ningún problema.
Una noche de 2012, pegué más de 200 carteles en paredes y postes eléctricos. La directora del comité vecinal le dijo a mi nuera: “Dile a tu suegra que ya no pegue más esos carteles”. Esta señora también me siguió, y cuando la vi le expliqué por qué había hecho los carteles. Después de eso ni ella ni nadie más volvió a seguirme.
Sin embargo, a veces hubo problemas. Dos compañeros practicantes y yo fuimos a repartir materiales de Dafa a una construcción. Había muchos trabajadores y nos quedamos sin materiales muy rápidamente. También ayudamos a más de 80 personas a renunciar al PCCh y sus organizaciones afiliadas. Me sentí muy contenta y fui a casa por más materiales. Cuando regresé, un capataz me pidió una copia de ellos y me dijo que me denunciaría a menos que le diera dinero. Cuando me negué, me sacó la bolsa que traía, la revisó, y tomó 200 yuanes, los cuales estaban escritos con información de Dafa. Comprendí que eso pasó porque había desarrollado apegos de fanatismo. Decidí que enviaría pensamientos rectos en todo momento.
Distribuyendo los “9 Comentarios sobre el Partido Comunista”
Luego de la publicación de los 9 Comentarios sobre el Partido Comunista en La gran Época, decidimos que también lo distribuiríamos.
Tres practicantes formamos un equipo en 2009. Fuimos a cada mercado abierto que había en nuestra área a hablar sobre la persecución de Dafa. Fui la responsable de distribuir los 9 Comentarios y los DVDs de Shen Yun. Algunos mercados estaban un poco lejos y nos tomó alrededor de una hora en colectivo llegar a hasta ellos. Pero no nos desanimamos y lo hicimos por más de tres años. Ahora nos concentramos más en zonas urbanas. Hemos distribuido incontables materiales de aclaración de la verdad y varios miles de copias de los “9 Comentarios”. Muchos se enteraron de la verdad sobre Dafa y la persecución.
Los practicantes son dignos de confianza
Siempre mantengo fuertes pensamientos rectos a donde sea que voy a clarificar la verdad a las personas. Con la protección del Maestro, nuestros esfuerzos resultaron bastante fluidos durante los años.
Una vez, mientras distribuía materiales informativos en un mercado, me di cuenta que un hombre me estaba mirando desde lejos. Lo ignoré y seguí repartiendo materiales. Cuando terminé, se me acercó para preguntarme cuánto ganaba por día por hacerlo y quién me daba los materiales. Le respondí que éramos voluntarios y que nosotros hacíamos los materiales.
Entonces le hablé sobre Dafa y la brutal persecución. Al final entendió, quejándose de la corrupción de los funcionarios del PCCh y sobre cómo las personas comunes eran quienes sufrían los resultados. Me contó que fue miembro del PCCh, así que lo ayudé a renunciar usando su nombre verdadero. Su esposa también renunció a la liga juvenil.
Un vendedor me aceptó materiales de aclaración de la verdad y lo ayudé a renunciar al PCCh. Me pidió una copia de los “9 Comentarios”, pero nos habíamos quedado sin ellos. Dos semanas más tarde le llevé una. Me dijo: “¡Los practicantes de Falun Dafa son dignos de confianza!”
Brindis de rutina: Falun Dafa es bueno
He ayudado a las personas a renunciar al PCCh y sus organizaciones afiliadas cara a cara desde 2005, empezando por mis propios familiares, luego mis antiguos colegas y al público en general.
El padre de mi nuera es un funcionario del PCCh, que solía estar en contra de Dafa. Así que a menudo la pedía a mi nuera y nieta que le lleven materiales. Cuando los “9 Comentarios” fueron publicados, le di una copia y más tarde me enteré que hubo cambios en él después de leerla.
Para la fiesta de 18 años de mi nieta, hablé con todos los presentes sobre Dafa y 15 personas renunciaron a las organizaciones del PCCh, incluso el padre de mi nuera. En las reuniones familiares, “Falun Dafa es bueno” se convirtió en el brindis de rutina.
Ocho ex secretarias del partido renuncian al PCCh
Antes de jubilarme, pude conocer a muchos funcionarios del vecindario. A lo largo de los años organizaron muchas reuniones del partido. Esta era una buena oportunidad para aclarar la verdad, así que asistí a ellas, llevando conmigo materiales informativos de Dafa, DVDs de Shen Yun y copias de los “9 Comentarios”. Ocho ex secretarias y directores del PCCh renunciaron al partido.
Una de ellas solía ser la secretaria de nuestro vecindario, y participó de la persecución a Dafa. Cuando quise hablarles sobre Dafa, ella y algunas otras se negaron a escuchar. Sin embargo, se dieron cuenta que la persecución era maligna después de leer los “9 Comentarios”, y se lamentaron de haber perseguido a los practicantes. Esa señora me llamó en 2007 y me contó que toda su familia, de cinco integrantes, había renunciado al PCCh. Cada día de año nuevo me llama para desearme felicidades, y sus primeras palabras son “¡Falun Dafa es bueno!”. Desde que renunció al PCCh, desapareció su diabetes.
Otra directora, que también persiguió activamente a practicantes mientras estuvo de servicio, y su marido, renunciaron al PCCh luego de que les hablara en muchas oportunidades sobre Dafa.
Baños públicos: Buena oportunidad para hablar con las personas
En nuestra zona, muchas personas van a baños públicos, lo que es una buena oportunidad para aclararles la verdad. Una vez a la semana voy a diferentes casas de baños y hablo a las personas sobre la escenificación del incidente de la auto-inmolación en Tiananmen, la sustracción de órganos a practicantes vivos y sobre los esfuerzos de “renunciar al PCCh”. Más de 20 personas renuncian en cada una de mis visitas.
Cuando me encontré con una ex colega, que solía ser secretaria del PCCh de una comuna, le hablé sobre Dafa, estuvo de acuerdo con lo que decía y renunció al PCCh.
Abandonando el miedo
No he sentido miedo al salir a clarificar la verdad, pero siempre estaba preocupada de que mis hijos pudieran temer si se enteraban de que imprimía materiales informativos en mi casa.
Un día estaba imprimiendo materiales cuando mi hijo se presentó inesperadamente. Empezó a ver lo que estaba haciendo y dijo: “¡¿Oh mamá, qué estas haciendo?!”. Traté de calmarlo diciéndole lo maligno que era el PCCh. Más tarde se sintió un poco mejor.
Pero no me di cuenta de este miedo escondido hasta una tarde. Imprimía materiales en mi dormitorio cuando mi nuera vino a casa. Me levanté rápido y la miré, no supe qué decirle. Ella me sonrió y yo también le sonreí.
Reflexionando sobre estos incidentes y mirando en mi interior, encontré mi apego escondido al miedo, y me sentí muy agradecida con el Maestro por darme estas oportunidades para eliminarlo. Comprendí que tenía que hacer las cosas de Dafa de una manera abierta y digna.
El Maestro nos recuerda una y otra vez que debemos cultivarnos tan diligentemente como lo hicimos al principio. Voy a continuar atesorando las oportunidades para cultivarme y voy a hacer bien lo que tengo que hacer para completar mi misión como practicante.