(Minghui.org) La Sra. Xu Xiufen, una practicante de Falun Gong de Beijing, fue juzgada por la corte del distrito de Fangshan el 29 de octubre de 2015. Se declaró inocente.
A pesar que su salud se deterioró luego de haber sido detenida por un año, se ha mantenido firme en su creencia. Ella habló con el juez, fiscal, y audiencia de la corte, contándoles que Falun Gong es bueno y que practicarlo no constituye un crimen.
Su abogado dijo que el cargo en su contra era completamente falso, y que mucha gente le ha pedido que no represente a practicantes de Falun Gong para evitar poner su vida en peligro. Tales amenazas fortalecieron su determinación de ayudar a los practicantes.
El abogado citó la separación del estado y la religión, y analizó la ley internacional y criminal de la República Popular de China, así como también el tratado internacional firmado por China. Él demostró que las creencias religiosas son protegidas por la constitución china y las leyes.
Víctima de años de persecución
La Sra. Xu fue arrestada dos veces luego que el líder del régimen chino Jiang Zemin iniciara la campaña genocida para intentar erradicar a Falun Gong. Fue llevada al campo de trabajo forzado de Tumuji en Mongolia Interior en el año 2008, donde no se le permitió dormir por más de un mes. Los guardias le golpeaban la cabeza con una barra de hierro y le forzaron a tomar drogas que le causaron daños cerebrales. Pero continuó firmemente y sin jamás renunciar a sus creencias a pesar de los esfuerzos de los policías.
La familia de la Sra. Xu también fue perseguida severamente. Su hermana fue sentenciada a prisión durante comienzos de la persecución. Su madre fue acosada por la policía muchas veces. Al final ella murió debido al estrés traumático perpetrado por las autoridades chinas.
El padre de la Sra. Xu solía tener buena salud. Sin embargo, fue hospitalizado con un ACV luego de ver a su familia perseguida severamente.