(Minghui.org) Mi hijo, que era el gerente general de su compañía, fue arrestado en 2009 por oficiales de la procuraduría y lo acusaron de supuesta corrupción.
Esto creó inmediatamente un murmullo. La gente se preguntaba: “¿Cómo pudo el hijo de una practicante de Falun Gong involucrarse en el desfalco de dinero?”. Investigué un poco y descubrí que el fiscal quería conseguir un premio al mérito por sus servicios poniendo al hijo de un practicante en una trampa. Así que decidí contratar un abogado para la defensa.
Al escuchar que yo era una practicante de Falun Gong, muchos abogados se negaron a aceptar mi caso. Afortunadamente, un amigo me recomendó un abogado llamado Xiang. Él es director de una firma legal en mi ciudad y fue uno de los pocos abogados que se atrevió a desafiar a la fiscalía en un caso de corrupción.
Después que el Sr. Xiang se reunió con mi hijo y se puso al tanto de los hechos involucrados en el caso, se mostró muy simpático y con la voluntad de empujar con la defensa.
Le conté sobre mis experiencias de ser practicante de Falun Gong y cómo los practicantes aspiramos a ser mejores personas. El Sr. Xiang remarcó: “¿Qué tiene de malo practicar Falun Gong? Eso es un asunto de creencias personales. ¿Qué conexión tiene eso con el caso?”. Su sentido de la justicia me conmovió.
Formó un equipo con un abogado de otra firma y rápidamente colectaron la evidencia que probaría la inocencia de mi hijo. Enviaron un resumen a la procuraduría, solicitándoles que retiraran los cargos y liberaran a mi hijo.
El Sr. Xiang me alertó poco después que la asociación de abogados en la ciudad emitió una notificación ordenando que no se aceptaran casos de Falun Gong. ¡Me quedé petrificada! Agregó: “Pero eso no tiene nada que ver con nuestro caso. Simplemente quiero saber de qué se trata Falun Gong”.
Le conté sobre la creciente popularidad de Falun Gong a mediados de los ’90, la apelación pacífica del 25 de abril, y el comienzo de la persecución en julio de 1999. También le mencioné cómo el régimen comunista armó la farsa de la auto-inmolación de Tiananmen para difamar a los practicantes. Y que más recientemente, ordenó la matanza de los practicantes por sus órganos por dinero.
Al escuchar esto, el abogado suspiró: “Eso es lo que pasó. Fue Jiang Zemin y sus seguidores que cometieron estos crímenes, ¡no Falun Gong!”. Inmediatamente renunció a su membresía al partido y sus organizaciones.
La procuraduría igual procesó a mi hijo, después de casi seis meses de procedimientos agonizantes. Antes del juicio, el fiscal amenazó a mi abogado: “¿Por qué lo defiendes aún? ¿No sabes que su madre practica Falun Gong?”. El Sr. Xiang replicó: “¿Por qué no podemos defenderlo? ¿Tiene este caso alguna conexión con la práctica espiritual de su madre?”.
En la corte, el Sr. Xiang declaró inocente a mi hijo. Presentó una defensa sólida y cuestionó públicamente el caso de la procuraduría: “¿Por qué falsificaron la evidencia? ¿Por qué ocultan evidencia exculpatoria?”.
¡Su firme postura por la rectitud estremeció a la corte! Y después de eso, incluso el fiscal dijo: “He manejado muchos casos en la corte. Sin embargo, nunca conocí un abogado que representara a una familiar de practicante de Falun Gong sin miedo a la coerción e intimidación. Tampoco me he encontrado con una familia que se niega resolutamente a ofrecer sobornos”.
El Sr. Xiang vino a mí dos días después del juicio emocionado a decirme: “¡Es asombroso! Estaba en la corte y escuché que mi firma aceptó más de 20 casos nuevos en un día. Mientras tanto, también recibimos más de un millón de dólares en adelantos. ¡Es realmente un milagro! ¿Puede creerlo? ¡Ayer fue el día más glorioso de mi vida!”.
“Sí, claro que lo creo”, contesté. “Su fe en defender los principios rectos le dieron coraje y bendiciones”.
Me miró emocionado. Continué: “Usted no solo fue la voz de las injusticias de mi hijo en la corte ayer. Más importante, usted expuso la maldad del gobierno, defendiendo la justicia y salvaguardando la reputación de Falun Gong”.