(Minghui.org) Un señor llamado Liu Qi que vivió durante la dinastía Qing (1644-1912), fue el gobernador de la región de Ningqiang, en la provincia de Shaanxi. Él vendió su propiedad para pagar los impuestos de sus conciudadanos que se encontraban endeudados debido a una hambruna que ocurrió en la región. Su generoso sacrificio le ganó el respeto y confianza del pueblo. Su familia fue recompensada con buena fortuna debido a su bondad.
Durante una gran hambruna que ocurrió en la provincia de Shaanxi en el año 1699, la región de Liu Qi fue la que recibió el mayor impacto. Su gente se moría de hambre, pero ya no habían más granos en los almacenes del gobierno. Era difícil transportarse a otras regiones, ya que se encontraban en una gran cadena montañosa. Liu Qi le pidió al emperador que le permitiera tomar granos prestados de otras regiones cercanas, y le prometió a sus ciudadanos que quien trajera granos sería recompensado con el 30% de lo traído. Este incentivo hizo que la gente trajera tres mil cargas de granos en diez días.
Liu Qi fue luego enviado a ayudar al condado de Yang, donde usó el mismo método para motivar a la gente a que recolectara granos. Le dijo al magistrado del condado de Yang: "Hemos tomado prestado granos de los almacenes del gobierno, así que si nuestros ciudadanos no pueden pagar sus deudas, tenemos que ayudarles".
Liu Qi renunció a su puesto en el año 1722 para regresar a su pueblo natal y llevar el luto de la muerte de su madre. Pero al no tener suficiente dinero para pagar las deudas de sus ciudadanos como había prometido, vendió su propiedad y luego le pidió a su hermano que hiciera lo mismo, para poder recolectar suficiente dinero para ayudarle a los ciudadanos a pagar los impuestos que debían.
Luego Liu Qi fue promovido a la posición de juez provincial de Jiangxi y a la posición de gobernador de la provincia de Sichuan. Fue recordado como uno de los oficiales gubernamentales más honestos y confiables de la dinastía Qing debido a sus acciones altruistas.
Sus acciones también le trajeron buena fortuna a él y a su familia. Su hijo Liu Tongxun, nieto Liu Yong, y bisnieto Liu Huanzhi todos se convirtieron en ministros de alto rango del gobierno. La historia de su nieto Liu Yong es contada en un drama de televisión popular en la China de hoy en día.
Extraído de Historia de la Dinastía Qing, Artículo Cuatrocientos Setenta y Seis - Biografía del primero de los Ciento Sesenta y Tres Oficiales Obedientes.