(Minghui.org) Desde julio de 1999, casi todos los practicantes de Falun Gong en China han sido afectados por la persecución. No se les permitió estudiar el Fa o hacer los ejercicios de Falun Gong. Les forzaron a entregar libros de Falun Gong y materiales, y los retratos de Shifu que tenían fueron confiscados. Los practicantes han sido y todavía son acosados, amenazados y llevados a centros de lavado de cerebro. Los perseguidores han usado muchos métodos de tortura en la persecución a los practicantes.
El asunto sobre cómo proteger los libros de Falun Gong es muy importante para todos los practicantes. Al comienzo de la persecución, escondí mis libros en un lugar en el que creía estarían seguros.
Los libros de Falun Gong y los retratos de Shifu son confiscados regularmente por la policía. No tuve miedo ni me asusté cuando la policía vino a saquear mi casa. Sólo tuve un pensamiento: "Un ser humano no se puede comparar con un dios". La policía se fue con las manos vacías.
Mantuve el mismo pensamiento durante varios saqueos de la policía, y no pudieron conseguir nada.
Durante una detención ilegal en un campo de trabajos forzados, los guardias forzaron a los practicantes a que les entregaran los libros de Falun Gong. Les prometieron reducirle varios días sus sentencias de trabajo forzado por cada libro que entregaran.
Pensé: "Me quedaré con mi libro de Falun Gong, sin importar si viva o muera". Con ese pensamiento, no pudieron encontrar ninguno de mis libros de Falun Gong. Permanecieron en el mismo lugar donde los había escondido durante tres años de trabajo forzado.
En aquel momento no sabía nada sobre los "pensamientos rectos", pero tenía un entendimiento general de estudiar el Fa y la fortaleza que Shifu me daba.