(Minghui.org) Practicantes de Dafa, hagamos las cosas bien, sigamos el paso de la Rectificación del Fa de Shifu, apresurémonos a salvar más seres conscientes y llevemos las buenas noticias de Shen Yun a cada casa.
Cada vez que Shen Yun está por llegar, siempre trato de enviar más pensamientos rectos, estudiar más el Fa y cooperar con los coordinadores incondicionalmente; esto está también cultivando mi poderosa virtud y salvando a más seres conscientes.
Muchos practicantes están involucrados muy activamente en varios proyectos. Yo soy esa clase de persona que no tiene demasiadas habilidades en la sociedad común, pero no tengo miedo al sufrimiento y tengo la determinación para hacer lo que pueda; así, he participado en el trabajo de repartir folletos de Shen Yun. A veces lo he hecho durante semanas, ininterrumpidamente y sin descanso. Estaba cansada y no quería repartir enfrente de los teatros, sino que prefería irme a casa a estudiar el Fa el resto de la noche. También tenía quejas acerca de los practicantes más jóvenes que no iban a los teatros a repartir.
Un día un practicante local llamó al centro de operaciones de la promoción de Shen Yun pidiendo que practicantes jóvenes fueran a los teatros. El practicante que recibió la llamada contestó: “Somos cinco aquí, el mayor tiene 80 años y el más joven 60, ¿cuál de nosotros es joven? Cuando oí la conversación no puede evitar reírme. Sin embargo reflexioné sobre esto después. Me dije que no debía tener el apego a la comodidad y que no debería dejar que las viejas fuerzas se aprovecharan de esto, debía hacer todo lo que pudiera y cooperar con los coordinadores incondicionalmente. Durante ese período, participé tan activamente como los practicantes más jóvenes.
Si queremos salvar más seres conscientes, tenemos que estudiar el Fa y mandar más pensamientos rectos, eliminar la interferencia que bloquea a los practicantes locales de dar un paso adelante y avanzar al ritmo de la Rectificación del Fa de Shifu. A pesar de que me habían pedido que me tomara un día libre y me quedara enviando pensamientos rectos, insistí en salir a repartir. Repartir requiere muy fuertes pensamientos rectos. Por ejemplo, cuando caminaba hacia la casa número 48, repetía en mi corazón: “Hola, personas de la casa 48, vengan a ver Shen Yun, Shen Yun puede salvarlos, Fa Zhen Qian Kun, Xie E Quan Mie, eliminar toda la interferencia de la maldad”. Hacía lo mismo cada vez que me acercaba a una casa. Algunas veces hasta lo pronunciaba en voz alta. Me daba cuenta de la urgencia de salvar seres conscientes y aceleré el paso para hacer más, informar a más gente de la llegada de Shen Yun y que fueran salvados.
Algunas casas estaban al fondo de grandes patios, otras en la loma de una colina, cuando repartía folletos a veces me faltaba el aire y me cansaba mucho, me fallaban las piernas y sudaba. Entonces recitaba el Hong Yin de Shifu “Escalando la montaña Tai”, y continuaba hasta terminar de cubrir el área. De tanto en tanto, me recordaba que debía avanzar diligentemente, no perder ninguna oportunidad que Shifu hubiera arreglado para que pudiera salvar a más gente predestinada y así ser digna de ser un Dafa dizi.
Soy una persona de mente muy sencilla, a veces yo misma me creaba dificultades. En una ocasión, estaba repartiendo folletos con otra practicante de Leeds y fui a una casa que estaba en un cruce. Tengo muy mal sentido de la orientación, entré en la casa por un lado y salí por el otro tras dejar el folleto en el buzón. Luego fui a la siguiente casa, lo cierto es que estaba ahora en otra calle sin darme cuenta y cuando terminé, no encontraba a mi compañero de reparto. Pensé que quizás estaba en el otro final de la calle y le llamé para comprobarlo. Él me preguntó dónde estaba, pero no tenía muy claro dónde estaba. El practicante me dijo que no me moviera, que me pasaría a buscar con el coche. Me sentí muy deprimida y me empecé a culpar: “Que tonta soy, perderme y ni darme cuenta, mira que soy tonta”. Afortunadamente, la calle que había hecho estaba en el listado de las que había que hacer y eso me alivió un poco el corazón. Gracias a este incidente, me di cuenta de lo que significa respetar al Maestro y al FA. Significa que cuando estudiamos el Fa, debemos tener una mente clara, concentrada y estudiar el FA seriamente. No deberíamos pensar en otras cosas mientras estudiamos, terminando el estudio del FA como sonámbulos. De otra manera sería como el mono tratando de pescar la luna, el esfuerzo sería en vano y el mal podría tomar ventaja muy fácilmente. El Maestro nos ha pedido que pongamos esfuerzo en hacer la verdadera cultivación, así que debemos estudiar el FA bien, hacer las tres cosas y ser dignos de ser un discípulo de Dafa.
Solo puedo hablar unas pocas palabras de inglés con una pobre pronunciación, pero no importa, puedo hacer uso de ese pobre inglés. Estaba en Birmingham cuando me asignaron repartir folletos en una calle. Un practicante me dijo que volviera al mismo punto después de hacer esa calle. Comencé el trabajo sin plantearme cuán larga era la calle. Las casas a ambos lados estaban bastante separadas y a medida que avanzaba, cada vez había menos casas, con distancias de 200 metros entre ellas. Una parte de la calle era como cañón y me daba miedo seguir adelante, pero no había llegado al final de la calle, así que continué. No había nadie por la calle, entonces recité el Hong Yin de Shifu y me sentí muy orgullosa de tener esta misión de salvar seres conscientes como Dafa dizi. Sin darme cuenta casi, llegué a un cruce donde había una granja y ya no se veían casas, pero no había llegado al final de la calle. Aun así pensé que no debería seguir, y traté de llamar a mi compañero, pero no tenía cobertura, lo único que podía hacer era esperar a que me recogieran.
Más tarde me enteré de que el compañero estaba dando muchas vueltas buscándome y no me encontraba porque me había ido demasiado lejos. Estaba oscureciendo y tenía frío porque el sudor del esfuerzo se estaba enfriando. No era algo que me preocupara, lo que me preocupaba era que este compañero vivía muy lejos y se le harían las 22:00 antes de que llegara a su casa, tenía hijos que debía cuidar. Además el coste del trasporte público es alto y el necesitaba cambiar de transporte a mitad de camino. No era fácil para él venir a apoyar Shen Yun y su vuelta se iba a retrasar por mi culpa. Pedí a Shifu que me reforzara mientras mandaba pensamientos rectos para que pudiera encontrar una manera de volver. Muy poco después, una pareja de ancianos pasaron junto a mi en un coche y yo avancé hacia ellos usando mi pobre inglés, finalmente logré que el señor me prestara su móvil para poder llamar a mi compañero, no tenía ni idea de dónde estaba, así que pasé el teléfono de nuevo al señor para que pudiera hablar con el practicante. El señor me pasó de nuevo el teléfono y mi compañero me dijo que ellos me iban a llevar a la estación de tren y que los practicantes me esperaban allí. Subí al coche, les expresé mi agradecimiento y utilicé las pocas palabras que sabía en inglés para presentarles Shen Yun y explicarles que estaba allí distribuyendo folletos. Es posible que ellos entendieran lo que quería decir porque asentían. Cuando nos encontramos con el resto de practicantes, les pedí que les presentaran Shen Yun una vez más. Se quedaron muy contentos con sus folletos de Shen Yun.
Esta experiencia me ha enseñado a admirar mucho a los compañeros practicantes que pueden hablar buen inglés y que pueden expresar la grandeza de Shen Yun a la gente del mundo.
Hoy estoy aquí para decir sinceramente estas palabras a todos los practicantes: compañeros, por favor apresúrense en unirse a la Rectificación del FA, cumplan con sus votos prehistóricos, ayuden a aliviar la carga de Shifu, dejen ir los apegos, hagan las tres cosas bien, escuchen las palabras de Shifu, estudien el FA más y mejor, caminen cada paso del camino con pensamientos y acciones rectas y avancen y cultiven sólida y diligentemente.