(Minghui.org) En mis diez años de cultivación he notado cómo algunos practicantes, que al comienzo de su cultivación eran muy diligentes, se han echado atrás, especialmente cuando las tribulaciones se hicieron mayores o hubo un cambio en el proceso de la rectificación del Fa.
El Maestro Li nos enseña que la práctica de cultivación es un proceso en donde las olas tamizan la arena, y al final solo queda el oro.
Con un practicante fuimos en bicicleta a una zona rural, 30 millas ida y vuelta, para promover Falun Gong, antes que comenzase la persecución el 20 de julio de 1999. Me cansé tanto que tuve que tomar un descanso cada 100 metros. Llegamos a casa cerca de media noche. Le pregunté si estaba cansada o no. me respondió que esa pequeña dificultad no contaba como dificultad.
Esta practicante no dejó de practicar, aun habiendo sido torturada varias veces cuando comenzó la persecución a Falun Gong. Sin embargo, dejó la práctica debido a su apego al tiempo sobre cuándo llegaría el fin de la rectificación del Fa. Intenté persuadirla para que volviese a practicar. “El Maestro dice una y otra vez que pronto terminará, pero aún continúa”, respondió. “Estoy demasiado cansada como para continuar. Por favor, no intentes persuadirme más”.
Cuando se publicaron los 9 Comentarios sobre el Partido Comunista yo solía preguntarme cómo era que estaban relacionados con la cultivación. No obstante, cuando leí las enseñanzas del Maestro relacionadas a eso entendí que la gente china necesitaba saber de qué se trataba el partido, y que eso las ayudaría a despojarse del control que el partido comunista chino (PCCh) ejerce sobre ellos.
Algunos practicantes no entendieron por qué se había publicado ese libro. Me di cuenta que aquellos que decían no entender era porque estaban encubriendo el apego al miedo.
Conozco a un practicante que solía ser muy diligente. Cuando se publicaron los 9 Comentarios dijo que el libro estaba involucrando a los practicantes en política. No pudo abandonar su opinión y se negó a considerar lo que yo tenía para decir. Era el director en su trabajo, y tenía miedo que otros dijeran que estaba metido en política al difundir los 9 Comentarios. Dos años después sus tribulaciones aumentaron y murió de cáncer.
Shifu ha dicho:
“Xiulian por supuesto es el proceso de establecer y completar un ser. Pero lo opuesto a eso es que, para aquellos que realmente no son dignos, el proceso de cultivación es también uno de eliminación”. (Exponiendo el Fa en la ciudad de Los Ángeles)
A algunos practicantes aun se les hace difícil ser parte del movimiento de renuncias al ex líder chino Jiang Zemin. Cuando compartimos experiencias, algunos se quedan callados y otros intentan poner excusas. Esto puede ser debido a sus apegos al miedo. Temen ser arrestados.
La gente en la sociedad también debería denunciar al principal persecutor. Deberían hablar acerca de cómo y en qué aspectos han sufrido como resultado de la persecución. Quienes deben temer son los que persiguen, no las víctimas.
Como cultivadores, debemos atravesar las tribulaciones una por una. Una vez que superamos una gran tribulación, ya hemos eliminado el apego de la vida y la muerte. Cada prueba no puede ser postergada una y otra vez mientras el tiempo pasa. Cuando uno duda durante unos meses, seis meses, o un año, puede que pierda la oportunidad y se arrepienta para siempre.
De hecho, es fácil demandar a Jiang—hasta se puede utilizar un pseudónimo. Si aún eres reacio deberías preguntarte si eres oro, o arena.
Ha sido difícil estos últimos años, pero ¿cómo puede ser fácil si uno quiere tener éxito en la cultivación y convertirse en oro? En el pasado, los practicantes debían abandonar todo lo que estaba conectado con la sociedad común. Por más que los practicantes estén en la sociedad y no se les requiere cultivarse del mismo modo que en el pasado, deben alcanzar niveles aun más altos en la cultivación personal y salvar a seres consientes.
Shifu dijo:
Cuando vi a todos mis estudiantes, uno detrás de otro, pasando estas pruebas mayores para ver si ellos podrían lograr la perfección, ¡¿saben ustedes cómo me sentí?! (Calurosos aplausos) Extraordinario, verdaderamente extraordinario; ¡ellos merecen ser dioses grandiosos! (Exponiendo el Fa en el Fahui del Medio Oeste de los Estados Unidos)