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Fahui de China | Apreciando nuestra oportunidad y trabajando con los compañeros practicantes para salvar seres conscientes

Ene. 26, 2015

 (Minghui.org)

¡Saludos Maestro!

¡Saludos compañeros practicantes! 

El Maestro nos dijo:

“Esta vida tuya ha venido a la Tierra por este asunto, cómo puede ser que no seas diligente, ¿has aflojado? ¡Es una oportunidad, la oportunidad de la antigüedad! No importa cuán largo sea el tiempo, todos se están preparando para este asunto, sufriendo, disolviendo ye, transitando en el sufrimiento hasta hoy, y al contrario, no eres más diligente, ¿no es lamentable? ¡¿O no?! Pero este paso es lo más clave, si no eres diligente, estarás acabado. ¿Acaso en tu vida no es todo para este momento?”. (Enseñando el Fa en el Día Mundial de Falun Dafa)

1. Repartiendo material de Dafa en la zona rural

Vivo en la provincia de Liaoning. Logramos distribuir muchos materiales de aclaración de la verdad en el área urbana, pero la zona rural quedó descuidada. Los coordinadores se juntaron para discutir sobre esto. Dividimos la zona rural en varias secciones y formamos equipos para cubrirlos.

Muchos practicantes hombres fueron ilegalmente arrestados uno tras otro mientras distribuían materiales de Dafa en la zona rural. Esta fue una tremenda pérdida para nosotros. Un compañero practicante que acostumbraba a guiarnos fue perseguido hasta la muerte. Tengo muy en claro que la salvación de seres conscientes no se puede detener. No podía encontrar a nadie para trabajar conmigo, y tenía una sensación de urgencia. A través del estudio del Fa tomé consciencia del deber de un practicante de Dafa y mis pensamientos rectos se fortalecieron. Me pregunté si podía viajar sola de noche. Me contesté “sí”, porque no soy una persona común, soy una practicante de Dafa.

Durante el día planeaba la ruta y enviaba pensamientos rectos hacia el área que debía cubrir. Acostumbraba preparar más de 200 artículos de clarificación de la verdad. Me iba de casa a las 6 p.m. después de enviar pensamientos rectos. Tomaba un taxi y clarificaba la verdad al conductor, y la mayoría de ellos renunciaba al PCCh y sus organizaciones. Les pedía su número y los llamaba si necesitaba viajar o si no podía conseguir otro taxi. Siempre enviaba pensamientos rectos para no tener miedo. Cada noche fue sin problemas y volvía a casa a salvo.

Un coordinador me presentó a una practicante de aproximadamente 60 años, estaba buscando a alguien con quien trabajar y distribuir material. Ella no tenía muchas nociones y caminaba rápidamente. Siempre que yo tenía tiempo para salir, ella dejaba todo lo que estaba haciendo y me acompañaba. Yo recogía los materiales y ella los empacaba para mí. Trabajamos bien juntos.

Una experiencia que atravesamos nos hizo conscientes de la seriedad de la cultivación. Era invierno y había nevado, y la carretera estaba resbaladiza. Descubrí que sus zapatos no estaban hechos para caminar en la nieve. La atrapé dos veces estando a punto de caerse. Le dije que definitivamente tenía que comprar zapatos antideslizantes antes de salir devuelta a la nieve. Estuvo de acuerdo y dijo que compraría unos al día siguiente.

Al día siguiente tomé los materiales y los llevé por la tarde, pero ella no estaba en su casa. Los traje de vuelta a casa y los empaqué. Esa noche, justo después de empezar, ella cayó antes de que pudiera atraparla. Sentí que no cayó fuertemente pero estaba acostada allí en la nieve sin moverse.

Estaba particularmente oscuro esa noche. Comencé a sentirme un poco nerviosa y comenzaron a surgir pensamientos negativos. Rápidamente me reprimí y pude apartar esos pensamientos negativos. Pedí al Maestro que me reforzara; después de todo, no reconocemos la persecución, tampoco reconocemos ninguna interferencia. Hablé con la practicante: “Pide al Maestro que te ayude, no reconocemos esta persecución, por favor apúrate y levántate”.

Ella se levantó después de un tiempo como si nada hubiera pasado. Pero seguía estando tan resbaladizo, tenía que luchar para dar cada paso. La alentaba a que siguiera y después de un tiempo le pedía que se quedara quieta y que me esperara. ¡Luego me perdí! Llamé a otro practicante para que me ayudara. Él inmediatamente comenzó a enviar pensamientos rectos hacia nosotras; yo también lo hice. Después terminé el trabajo y tomamos un taxi a casa. Camino a casa hablamos con la practicante sobre como se había caído y golpeado la cabeza, pero ni siquiera recordaba que haya pasado.

Una vez en casa, ambas miramos para adentro. ¿Cómo es que fuimos interferidas esta noche? Ella dijo que estaba ocupada haciendo una colcha para su niño y se olvidó sobre la hora en la que necesitaba tener sus materiales listos. Por eso no estaba en casa cuando pasé. También dijo que quedó tan atrapada con eso que se olvidó de ir a comprar las botas apropiadas para caminar en la nieve. ¡Su apego hizo olvidar su prioridad!

Cuando miré para adentro, me di cuenta de mi impaciencia y resentimiento. Aún sigo persiguiendo comodidad y placer. Ambas nos dimos cuenta profundamente de la seriedad de la cultivación y nos rectificamos. Después del incidente, nuestra cooperación se volvió aún más armoniosa.

2. “Flores” que brotan en nuestro hogar

Cuando el principal centro de materiales de clarificación de la verdad de nuestro condado fue destruido por el PCCh, miré para adentro y me di cuenta que todos teníamos el apego de depender de otros. Somos todos practicantes de Dafa, pero poníamos la presión en otros compañeros practicantes. El Maestro nos dijo:

“En esta persecución, el cómo logran ustedes, como Dafa dizi, poner fin a la persecución que las viejas fuerzas han forzado sobre nosotros y cómo logran rechazar sus arreglos, cómo logran ustedes caminar el sendero de los Dafa dizi rectamente, y cómo salvan a seres conscientes durante esta persecución; todas éstas son las responsabilidades otorgadas por la historia a los Dafa dizi. Los Dafa dizi deben hacer estas cosas y las deben hacer bien”. (“Exponiendo el Fa en el Fahui de Washington D.C., 2003”)

Cuando el sitio web de Minghui sugirió que los centros de clarificación de la verdad deben florecer en todos lados, decidí volverme una pequeña flor.

Fui a la ciudad con un compañero practicante y traje el equipamiento que necesitaba. Mi esposo no practica Falun Dafa por lo que llevé el equipamiento a la casa de mi madre. No quería que él lo viera, causando que se preocupe. Acostumbraba visitar a mi madre para cuidar de ella y así poder hacer dos cosas a la vez.

Un día él vino mientras estábamos haciendo los materiales de clarificación de la verdad. No sabía qué hacer. Luego me volví clara y me di cuenta de que estaba bien si él veía. Yo estaba haciendo la cosa más recta. Su única pregunta fue cuánto costaba el equipamiento. Le dije que salía mil. Él comentó que era muy caro y se fue. Le clarificaba la verdad siempre que podía. Luego trasladé el equipamiento a nuestra casa, y no tuvo objeciones. Incluso por momentos elogió mis habilidades.

No tengo el concepto de un “centro de clarificación de materiales” ya que estoy haciendo lo que un practicante debe hacer. Doy materiales a varios compañeros practicantes y proporciono la financiación yo misma. Tengo un trabajo bien pagado. Cuando lo hacemos bien, el Maestro arregla lo mejor para nosotros.

Mi “flor” ha estado floreciendo por más de diez años ya. Los practicantes con conocimiento y buenas habilidades me han dado mucho apoyo.

Dafa no tiene forma, y ya que nos cultivamos en la sociedad común, tenemos trabajos y familias. No importa donde estemos, nos asimilamos a los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia, y cumplimos con nuestros deberes y responsabilidades también. Mientras tanto llevamos a cabo la misión histórica de salvar seres conscientes. Necesitamos ser diligentes, y hacer las tres cosas bien que el Maestro requiere. Debemos balancear bien el rol de la cultivación de Dafa y de la vida humana, ya que esa es nuestra forma de cultivación entre la gente común.

3. Cooperando bien con los practicantes

Más y más practicantes están saliendo para aclarar la verdad sobre Dafa cara a cara. La practicante que forma el grupo conmigo, estudia el Fa con otros diariamente. Pasan medio día estudiando y otro medio día clarificando la verdad. Salen aunque llueva o truene. Su estado de cultivación es un gran estímulo para mí. Le comenté sobre agruparnos para salir dos o tres veces a la semana para clarificar la verdad cara a cara. Ella estaba feliz de que me pudiera unir. Dijo que cuando trabajamos juntas, no tiene miedo, y que el campo de energía recta que se genera es muy fuerte.

Cuando salíamos y conocíamos a la gente, primero los saludábamos y generábamos una primera conversación ligera. Siempre enviábamos pensamientos rectos para eliminar cualquier factor que pudiera interferir con ellos escuchando la verdad. La mayor cantidad de gente sonríe después de escuchar la verdad; es la alegría que uno descubre después de iluminarse. Nos recordábamos no resentirnos si alguien nos rechazaba, ya que probablemente nos escuchará la próxima vez. Persuadíamos a un promedio de quince personas cada vez que salíamos.

Cuando el tiempo lo permite, compartimos nuestra experiencia de cultivación y nos alentamos entre nosotros. Mi compañera practicante caminó medio día a la mañana y otras dos horas a la noche conmigo. Está llegando a sus 70, así que le pregunté si se había cansado habiendo hecho toda esa caminata. Solo sonrió y dijo: “No, para nada”.

A veces enfrentábamos a aquellos que fueron profundamente engañados por las mentiras del PCCh y les decíamos: “A nadie le interesa tu seguridad, la paz y un futuro mejor con excepción a los practicantes de Falun Dafa. Ellos usan su propio tiempo y dinero, para contarte los hechos incansablemente, y es por tu bien”.  

4. Resumen

Los practicantes de Dafa hemos atravesado grandes asuntos durante este periodo de tiempo, y nos damos cuenta que el tiempo se está acabando. Aún tengo muchas deficiencias en mi cultivación individual. Todavía hay periodos donde aflojo, y esto puede afectar mi habilidad para despertar a la gente. En el fondo puedo darme cuenta que no soy firme en mi cultivación, no he soltado la mentalidad humana, y sigo siendo involuntariamente indulgente con el “egoísmo”. Estoy avergonzada, e intensificaré mi estudio del Fa, me cultivaré para liberarme del egoísmo, y me volveré realmente más desinteresada.

Veamos juntos lo que el Maestro dijo:

“En el río largo de la historia, este periodo del tiempo es meramente ese instante. No sean tan negativos, esfuércense con vigor. Tú eres un cultivador. ¡Las multitudes de seres están esperando que las salves!”. (“Enseñando el Fa en el día mundial de Falun Dafa”)