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Fahui de China | No hay cosas no importantes en la cultivación: Buscando mis apegos en las cosas diarias

Ene. 12, 2015 |   Por Fang Zhengwen, un practicante de Falun Dafa en la provincia de Liaoning, China

(Minghui.org) En mi área, los sitios de producción del material de clarificación de la verdad han florecido por todas partes, y los materiales producidos son de alta calidad y de amplia variedad.

Desafortunadamente, muchos practicantes no saben mucho sobre el mantenimiento que los equipos requieren. Pareciera que con tan solo un mínimo defecto en el funcionamiento de una impresora, buscan ayuda de practicantes con habilidades técnicas.

Por lo tanto, por un periodo de tiempo, me hice responsable en ayudar a los practicantes a resolver problemas técnicos simples y a localizar a la persona que pudiera repararlo. Cuando la gente me informaba que las impresoras no estaban funcionando, iba con mi bicicleta y me las llevaba, una por una, para devolverlas cuando estaban reparadas.

Estuve extremadamente ocupado en ese entonces. Pensé, soy un practicante de Falun Dafa, siempre que aquello tenga algo que ver con Dafa, lo haré sin importar cuán difícil y problemático sea el asunto por resolver.

Sin embargo, en el curso de los acontecimientos, gradualmente me di cuenta que no era solo un asunto de reparar equipamiento, sino un proceso de cultivación.

Mirando para adentro siempre que tenía resentimiento

El practicante A y yo arreglamos encontrarnos e ir a la casa del practicante B para llevarnos la impresora. Sin embargo, nos demoramos, y para cuando llegamos al lugar de B, ya había oscurecido.

B nos preguntó seriamente: “¿Están cansados?”. Contestamos que no. Él replicó: “Yo sí estoy cansado. Esperé tres horas por ustedes”.

Después de llevarme la impresora, pregunte a A: “¿Cómo te sientes después de escuchar lo que B dijo?”. Ella contestó que no estaba enojada para nada. En comparación a su generoso corazón, reconocí quedarme corto al sentirme resentido. Comencé a mirar dentro mío. Tres horas es sin duda un largo tiempo, y nosotros no tuvimos en cuenta los sentimientos de B. Quería mejorar en este sentido.

Llevé la impresora a los técnicos y para el momento en el que llegué a casa, se habían hecho casi las 10. Cené y reflexioné sobre lo que había pasado ese día. Descubrí que mi sensación de resentimiento se había desvanecido. El Maestro lo había removido para mi.

Después que la impresora fue reparada, contacté al practicante B y le pregunté cuando se la podía devolver. Él dijo: “Déjala en tu casa. No estoy libre en los próximos días”. Él agregó que me iba a mandar un mensaje para hacerme saber cuando devolver la impresora.

Comencé a enojarme y pensé: “Estabas ansioso cuando la impresora tenía que ser arreglada. Ahora que está arreglada no estás ansioso para usarla y tengo que tenerla yo para ti. ¿Por qué no puedes pensar en los demás?”. Instantáneamente encontré mi resentimiento y lo eliminé.

Después de esa hubo otras pruebas. El practicante B me dijo que quería usar la impresora. Estaba involucrado en un proyecto y le pedí que contactara a otro practicante. Él dijo que no podía encontrar a ese practicante y que estaba muy ansioso. Al final no tuve opción y tuve que llevarle la impresora.

El ómnibus había detenido su marcha y tomar un taxi me costó alrededor de 40 yuanes. Fui a poner la impresora en mi bicicleta, y todo mi brazo se manchó con tinta negra.  Entendí que esa interferencia había ocurrido para que me enojara con el practicante B y me negara a entregarle la impresora.

En realidad, sabía que esa actitud no me iba a llevar a ninguna parte, por lo que decidí en llevarle la impresora. Traje el equipamiento al lugar de reunión organizado. Sin embargo B me dijo que debía caminar aún más hacia el norte. Pensé para mi, debo cultivar mi paciencia, entregarle la impresora y no pensar o sentir nada más.

Tuve éxito en darle a B la impresora sin quejas. Camino a casa sentía liviano el corazón. Sabía que había progresado en este punto.

Encontrando mis faltas cuando veo las faltas de otro

La practicante C es una señora mayor que era muy diligente cuando se trataba de clarificar la verdad a la gente del público. Llevaba montones de materiales en una bici-taxi e iba a lugares llenos de gente para distribuirlos. Cargó los materiales, los imprimió, grabó los DVDs, e hizo cartas y amuletos con mensajes sobre Falun Gong.

Siempre que encontraba problemas con su impresora o computadora me llamaba para pedir ayuda. Sin embargo, después de llegar a su casa, se la pasó protestando sobre otros practicantes. Traté de decirle que debía ser un malentendido. Pero no importa cómo compartía mis entendimientos con ella, no cambiaba. Comencé a reflexionar sobre por qué continuaba quejándose.

Recordé las enseñanzas del Maestro:

“Cuando aparecen conflictos o cualquier otro asunto, les digo, aparte de las dos personas en conflicto, quienes tienen que buscar las razones en sí mismas, la tercera persona también tiene que pensar en sí misma. ¿Por qué fuiste tú el que lo observó?”.

(“Exponiendo el Fa en el Fahui de Chicago, 2004”) 

El Maestro también dijo:

“Para un cultivador, mirar para adentro es una herramienta mágica”.

(“Enseñanza del Fa en la Conferencia Internacional de Washington DC del 2009”) 

Me pregunté: “¿Tengo el mismo problema? Debe haber una razón para esto. Descubrí que tenía nociones preconcebidas hacia un coordinador y que no había resuelto el problema. Elegí hablar privadamente sobre el asunto con otros, en vez de compartir mis entendimientos compasivamente con el coordinador de forma directa. Estuve equivocado y no actué en concordancia con el Fa. Cuando rectifiqué mi problema, noté que el practicante C paró de quejarse sobre los practicantes.

Una vez más me di cuenta que no hay cosas pequeñas en la cultivación. Todo sucede para que uno mejore el xinxing.

Mirando hacia adentro en medio de los conflictos

Hemos detenido la impresión del Minghui Weekly en nuestra área, y he considerado tomar la responsabilidad. Con la ayuda de otros practicantes, tomé el rol de editar nuestra edición local. Comencé aprendiendo lo básico y cuando me enfrentaba hacia un problema que no podía resolver, buscaba la ayuda de otros practicantes. 

Al mismo tiempo, me ocupé de eliminar la antigua influencia de la cultura del partido comunista en el contenido producido. Mi trabajo fue revisado y publicado por los editores de Minghui. A medida que mi confianza creció comencé a volverme más y más independiente.

Justo cuando me sentía confiado en lo que estaba haciendo, una noche, el practicante A me pidió ir a su casa. Fue allí de una vez, y un vergonzoso incidente ocurrió. Él dijo: “El practicante D quiere hablar contigo”, y se fue inmediatamente.

El practicante D dijo que supo de mi escrito sobre la persecución que él sufrió en Minghui Weekly y que esos informes eran entregados al público. Él tenía miedo de ser sometido a más persecución y me pidió que dejara de hacer lo que estaba haciendo.

Me enojé y me puse a la defensiva. Dije: “Vi el incidente en el sitio web de Minghui y lo usé en nuestra entrega local. Me equivoqué en no hablarte sobre eso antes de hacer el artículo”. Sin embargo, él siguió y siguió sobre lo que yo había hecho.

Estaba descontento con el practicante A, quien me llevó a esta situación. Me sentí engañado por él y decidí parar de trabajar en el proyecto. Fui a casa con un profundo resentimiento en mi corazón. Por más de un mes, no escribí nada. Dejamos de imprimir el periódico semanal. Durante este tiempo, intenté sin éxito encontrar a alguien que tomara mis deberes.

A través de un estudio repetitivo del Fa, me di cuenta que estaba equivocado. ¿No es esta una oportunidad para mejorar el xinxing? Estoy haciendo algo tan sagrado. Si mis apegos humanos no fueran expuestos, ¿cómo podría hacerlo mejor? ¿cómo podría cultivarme? Debo continuar escribiendo artículos para Minghui Weekly, para exponer el mal, y salvar a más gente.

En el presente, por momentos sigo luchando con mis nociones humanas y tengo muchos apegos de los cuales  deshacerme. Solo cuando uso esta mágica herramienta de mirarme estoy verdaderamente practicando la cultivación.

Ahora hago lo que debo hacer de manera rápida y firme. Cuando escribo artículos para Minghui Weekly y las cosas no andan sobre ruedas, inmediatamente reflexiono sobre mi estado mental. ¿Tengo algún apego humano que me está dejando atrás? ¿Hay algún principio en el que no estoy claro? Cuando encuentro algo, inmediatamente lo rectifico, y esto es un mejoramiento. En la cultivación, estamos constantemente purificándonos, saliendo del estado humano y moviéndonos hacia la divinidad.