[Minghui Net] Cuando comenzó la persecución en contra de Falun Gong en 1999, vi grande delante de mis ojos, el carácter "Verdad", mientras estudiaba el Fa. Volteé la página y vi grande otro carácter: "Benevolencia". Al estudiar más, vi "Verdad" y "Benevolencia" repetidamente. Esto continuó durante varios días. Me quedé desconcertada porque no podía ver el carácter "Tolerancia". Pensé que se debía a que no había cultivado la tolerancia suficientemente. Mirando hacia atrás, me doy cuenta de que todas las cosas que he experimentado parecen relacionadas con la cultivación de la tolerancia.
Tolerancia en la familia
Cuando miré hacia adentro, no pude encontrar nada malo con mi intolerancia a la persecución. ¿Cómo podemos permitir que golpeen a los practicantes inocentes?
Shifu dijo:
“… si ves un asesinato o un incendio intencional y no te ocupas, es una cuestión de xinxing; de otro modo, ¿cómo reflejas que eres una buena persona? Si ni siquiera te importa un asesinato o un incendio, ¿de qué cosas te ocupas tú?”. (Lección Novena, Zhuan Falun)
También me sentía profundamente entristecida porque difamaban a Shifu (el fundador de Falun Gong). No podía guardar silencio o tolerar la hostilidad de la gente hacia Shifu. Una vez le dije a mi familia: "Pueden decir lo que sea sobre mí, pero no pueden decir nada malo acerca de mi Maestro. ¡Simplemente no lo voy a tolerar!". A menudo peleaba con los demás sobre Falun Gong. A veces, incluso discutía con mi familia y guardaba el rencor durante años. Me tomó mucho tiempo recuperar mis relaciones familiares.
Mi padre anciano es un intelectual. Después de leer los Nueve comentarios sobre el partido comunista reconoció que el contenido era cierto. Reconoció la naturaleza malvada del partido comunista chino (PCCh) y, por lo tanto, renunció al partido. Sin embargo, temía que cualquier cambio en el sistema político traería el caos. Él sabía que Falun Dafa es bueno y que Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno, pero negaba obstinadamente la existencia de Budas y Dioses. Como está envejeciendo, su audición y pensamiento se están deteriorando, y es cada vez más difícil comunicarse con él.
Mi madre, practicante de Falun Dafa, tuvo un problema de salud el año pasado. Mi padre la llevó a diferentes hospitales para que la revisen e insistió en que se quede en el hospital. Mi madre no estaba de acuerdo, pero no quería discutir con él. Estaba destrozada porque estaba preocupada si mi madre iba a poder pasar bien esta prueba, y si mi padre iba a malinterpretar Falun Dafa. He intentado varias formas de retrasar el plan de mi padre, esperando que mi madre se recuperara rápidamente. Cada vez que iba a verlos, seguía hablándole a mi madre y le imponía mi entendimiento a la fuerza. Sin saberlo, tanto mi madre como yo teníamos un fuerte apego a la búsqueda.
Mi padre presionó a mi madre para que permaneciera en el hospital y finalmente nos peleamos. Él dijo: "¿Te niegas a la asistencia médica porque haces los ejercicios? Tú estás bloqueando todo. Tú eres la clave. Tu madre se siente mejor cuando estás aquí, pero se siente enferma cuando te vas. Si te preocupas por tu mamá, deberías mudarte aquí y ayudarla. ¡No te vayas luego de decirle unas pocas palabras!". Aunque tenía mucho trabajo, me comprometí a quedarme, diciendo: "Bueno, me quedaré aquí mañana". Mi padre dijo: "No sólo un día. ¡Quédate un par de semanas, un mes o más!".
Me fui agraviada e indignada. Después de regresar a mi casa, no podía calmarme o pensar claramente. Me paré delante del retrato de Shifu y, mirándolo, de repente vi lágrimas saliendo de Sus ojos. Me quedé conmocionada y me apresuré a decir: "Shifu, estoy equivocada. Estoy equivocada". Me senté y lloré, porque sabía que era mi culpa. Después de calmarme, estudié el Fa. Cada palabra tocó mi corazón. Miré hacia adentro y pensé en todo el asunto desde la perspectiva de la cultivación. Eliminé mis preocupaciones y sentimientos y envié pensamientos rectos. La ansiedad de mi padre era comprensible. Me di cuenta que mi madre, como practicante de Dafa, debería tomar las decisiones por sí misma y me di cuenta de que ella necesitaba seguir su propio camino arreglado por Shifu.
Al día siguiente, le dije a mi padre: "Entiendo perfectamente tu preocupación. Como practicantes de Falun Dafa, aprendemos acerca de las razones detrás de la enfermedad, a través de la cultivación. Es por esto que mamá y yo compartimos nuestros entendimientos con respecto a cómo debe manejarse esta situación. Pero, tarde o temprano, mamá deberá tomar la decisión por sí misma. Voy a apoyarla totalmente, no importa lo que decidirá hacer. Voy a hacer todo lo que pueda para ayudar a cuidar de ella. No te preocupes".
Mi padre me miró desconcertado. Parecía querer discutir, pero no podía encontrar un objetivo. Le dijo a mi madre: "No sé qué hacer. Tú dime". Esa noche, tanto mi padre y mi madre dijeron que no necesitaban que me quedara, porque yo también tenía que encargarme de muchas otras cosas. Eventualmente, el problema de salud de mi madre se resolvió benevolentemente después de que compartimos nuestros entendimientos.
Cultivando la tolerancia con los compañeros practicantes
A menudo estudiaba las enseñanzas de Falun Dafa junto con la Practicante A y compartíamos nuestros entendimientos. Después de que comenzó la persecución, nos hemos alentado y apoyado mutuamente durante tiempos difíciles. Después de estudiar el Fa, visitábamos la página web Minghui para leer experiencias conmovedoras de practicantes que ayudan a la gente que comprenda la disciplina Falun Dafa y la naturaleza malvada de la persecución, y después producíamos y distribuíamos materiales de aclaración de la verdad. A veces encontrábamos peligros, pero estuvimos a salvo, bajo la protección de Shifu.
Durante años, ella y yo compartimos entendimientos sobre las enseñanzas de Falun Dafa, y estuvimos juntas en las buenas y en las malas. Sin embargo, después de ir a Beijing juntas para apelar por Falun Dafa, nos mandaron a las dos a sesiones de lavado de cerebro. No pasamos bien esta tribulación y nos desviamos del camino.
Afortunadamente, nuestro compasivo Shifu nos ayudó a regresar a la cultivación. Sin embargo, hemos tenido conflictos. Nuestros apegos nos hicieron que nos alejáramos una de la otra. Oí de otros que me culpó y sus palabras se difundieron entre los compañeros practicantes y tuvieron una influencia negativa. Era muy difícil soportarlo. Aunque sabía que tenía que mejorar mucho, no podía librarme de la sensación de ser agraviada o del pensamiento de que los demás estaban equivocados.
Abrumada por la sensación de haberme desviado de mi camino de cultivación, miré al cielo y le pedí a Shifu que me ayude.
Las enseñanzas de Shifu me vinieron a la mente:
“El Ren, es la clave para mejorar el xinxing de uno. El aguantar con odio, quejas o lágrimas es el Ren de una persona común que está apegada a sus recelos. Sólo el aguantar completamente sin ningún odio ni queja alguna es el Ren de un cultivador”. (Qué es Ren, Escrituras esenciales para mayor avance)
De repente, mi mente se llenó de imágenes de tantos practicantes que se dedicaban a validar el Fa. Lo único que veía era cómo se sacrificaban los practicantes para salvar a los seres conscientes, a pesar de las dificultades. ¡Qué cultivadores remarcables! Dejé de llorar y me di cuenta de que no había estado a su altura. Me di cuenta que debería mejorar. Ya no me importó el tono de los demás cuando hablaron conmigo. Me di cuenta de que todo pasaba para que cultive y elimine los apegos. En un segundo, el pensamiento negativo que me había pesando fuertemente en la cabeza disminuyó en gran medida.
Me enteré más tarde que la Practicante A lamentó mucho lo que había pasado entre nosotras. En ese momento, ya no me sentía feliz o infeliz por lo que había sucedido. En los últimos años, los practicantes en general, nos dimos cuenta de la importancia de cultivarnos a nosotros mismos. Vemos repetidamente el video de Shifu: "Enseñando el Fa a los practicantes de Australia". Buscamos cuidadosamente hacia adentro y sentimos que Shifu está hablando con nosotros. Veo la franqueza y firmeza de mis compañeros practicantes, y mi egoísmo y autoprotección.
Solía tener miedo de ser culpada y lastimada. Solía quejarme y no podía tolerar los errores o apegos de los demás. Esta mentalidad bloqueó mi camino para mejorar y cooperar. Vi mis celos y quejas que había escondido profundamente. Me disculpé con la Practicante A. Enterramos nuestros viejos rencores y nos miramos sinceramente una a la otra y a nosotros mismas. Aprendí de esta experiencia la compasión y la tolerancia.
Tolerancia con los colegas
En mi trabajo, había un nuevo colega del mismo departamento, que no estaba muy bien preparado y a quién le gustaba presumir. Él fue nombrado como supervisor, pero no le tenía mucha estima y a veces incluso expresaba mi desaprobación con respecto a la decisión de nombrarlo supervisor.
Cuando salió de vacaciones, me pidieron asumir el cargo temporalmente. Hice un muy buen trabajo de coordinación y las cosas funcionaron sin problemas. Tan pronto como regresó de sus vacaciones, comenzó a arruinar las cosas nuevamente. Al mismo tiempo, asumía el mérito de todos nuestros logros duramente ganados. Otro colega me dijo: "Hiciste un gran trabajo arreglando los asuntos cuando él estaba ausente. Todos sabíamos qué hacer. Ahora, que ya ha regresado, las cosas se salieron del control". Las palabras resonaron con mi propio desagrado por nuestro supervisor. A menudo me sentía amargada y exhausta a causa de mi mentalidad de lucha.
Como practicante de Falun Dafa, sabía que estaba interferida por el apego a los celos y que necesitaba mejorarme a mí misma. Por otro lado, era difícil soltar mi apego a la fama y a las ganancias. Luché con él durante mucho tiempo. Me dije que debía eliminar los celos, y que eran un obstáculo para mi cultivación y para ofrecer la salvación a los seres conscientes. Reflexionando sobre mi comportamiento, me di cuenta que hablaba con otros en tono autoritario y egoísta. Me sentí avergonzada con mi trabajo y con los proyectos de Dafa. Era obstinada y a menudo imponía mi decisión a los demás sin darme cuenta. Todos estos comportamientos eran manifestaciones de mis celos.
Solía sentirme inferior. Muchos de mis apegos habían sido escondidos por mi apariencia apacible y distante. Estos apegos fueron expuestos ya que me había vuelto más audaz. Me di cuenta que el sentimiento de inferioridad y superioridad son las dos caras del mismo apego. He estado enviando pensamientos rectos para eliminar este apego y corregirme conscientemente. Puedo decir que he cambiado.
Estudiando el Fa, mirando hacia adentro y corrigiéndome a mi misma continuamente, he aprendido a ser más comprensiva, más benevolente y más tolerante.
Versión en inglés: http://en.minghui.org/html/articles/2014/9/3/2830.html