[Minghui Net] Mi nombre es Sun Guixiang y he practicado Falun Dafa desde 2005.
Fui arrestada por unos oficiales el 27 de abril de 2007 y me llevaron a la comisaría. Me habían denunciado por la mañana cuando estaba entregando material para la aclaración de la verdad en el pueblo de Desheng en la zona de desarrollo de Dalian. Cuando la policía preguntó dónde había obtenido los materiales, me quedé en silencio. Como resultado, me esposaron a caños de la calefacción durante 12 horas. Cuando me preguntaron si aún seguiría practicando Falun Gong respondí: “Si”. Entonces, un oficial empezó a patearme.
Representación de la tortura: esposada a los tubos de la calefacción
Me trasladaron al hospital de la zona de desarrollo de Dalian para ser examinada cerca de las 3 de la madrugada y transferida al centro de detención Yaojia en la ciudad de Dalian dos horas más tarde.
Cuando me negué a usar el uniforme del centro de detención una guardia empezó a golpearme. Tres guardias masculinos tuvieron que agarrarme para tomarme una fotografía. Cuando me negué a poner mis huellas digitales en un papel usaron un tipo de aguja para perforarme los dedos. Mis dedos sangraron por largo tiempo.
Representación de la tortura: usando agujas para perforar los dedos
Unos días más tarde, dos guardias masculinos me preguntaron si seguiría practicando, y me pidieron que firmara sus papeles. Cuando les dije que seguiría practicando, usaron clips de metal para pincharme y perforarme por todo el cuerpo. Me mantuve firme en mi creencia sin importar cuánto me torturaban.
Estuve detenida en el centro de detención de Yaojia por casi 20 días. Luego de eso, fui transferida al centro de trabajo forzado de Masanjia en Shenyang.
Fui retenida en el equipo nº 3 del campo de trabajo forzado. No admitía que era prisionera, tampoco iba a usar el uniforme. Como resultado, me obligaron a sentarme en un banco y recitar el reglamento del campo de trabajo. También querían que maldiga a Shifu y a Dafa, y que escriba las famosas tres declaraciones. No cooperé con ellos y los guardias e internos empezaron a golpearme.
El guardia Zhang Huan me esposó y me colgó, sentía que la piel se me salía de las manos. Cuando me colgó otra vez, mis brazos quedaron dislocados y no me podía mover. El líder del equipo, de apellido Wang, me pateó y golpeó, y me pegó en el rostro. Un guardia tiró mi cabello y golpeó mi cabeza contra la pared. Estaba muy débil luego de recibir esta tortura, pero aún asím me obligaron a realizar trabajo forzado. Este tipo de abuso se mantuvo por un año.