[Minghui Net] Desde que di mis primeros pasos en el camino de cultivación en 2001, he intentado superar una enorme cantidad de interferencia del mal. Durante muchos años, la forma principal en la que la maldad interfirió conmigo han sido las migrañas y, generalmente, eran programadas para tener un impacto en mi trabajo en varios proyectos de Dafa o en mis viajes particularmente a las conferencias del Fa.
Mientras mi reacción solía ser de evitar viajar, hasta que prácticamente dejé de ir a cualquier parte, aún a las conferencias del Fa, recientemente logré un avance significativo y ahora tengo un mejor entendimiento acerca de esto. Por lo tanto, me gustaría compartir mi experiencia con los compañeros practicantes que pueden lidiar con retos similares.
Había estado tratando de eliminar un apego que Shifu me había señalado dándome pistas, pero que no estaba viendo claramente — no podía determinar cuál era mi problema, pero seguía mirando hacia adentro.
Un día hace tres meses, vi de repente la raíz de ese apego y la interferencia severa que me había molestado durante los seis meses anteriores desapareció de inmediato. Simplemente se fue y aquel tipo particular de interferencia nunca regresó.
Después de eso, mi estado de cultivación fue excelente y tuve un período muy bueno. Mi mente estaba clara, cuando estudiaba el Fa lo absorbía muy bien, y me iluminaba constantemente a cosas nuevas.
Fue un inmenso alivio liberarme de la carga de aquel ataque de interferencia que había consistido en un cansancio extremo, difícil de aguantar y en una sensación muy mala, como si mi cabeza fuera entumecida o envuelta en una especie de materia densa y pesada.
Sin embargo, después de un mes, la interferencia volvió tomando otra forma, y esta vez surgió en torno a un evento inesperado y sorprendente — la muerte repentina de una compañera practicante.
La practicante local M, de quien había obtenido el Fa, murió inesperadamente. Ella no había estado enferma, ni tenía nada —murió de repente, mientras estaba sentada al frente de su computadora.
Los dos habíamos trabajado juntos estrechamente durante los primeros años de mi cultivación. Teníamos en común muchos apegos y estar cerca de ella era un buen espejo para mí.
Sin embargo, ella empezó a aislarse del grupo y, después de eso, ya no la vi muy seguido. Aunque todavía hacía las tres cosas, no venía a estudiar o practicar con el grupo y tampoco participaba en cualquiera de nuestros eventos locales de Dafa.
Junto con otro practicante le hablábamos periódicamente acerca de regresar al grupo de estudio del Fa, pero no hubo cambios de su parte. Me resultó difícil hablar con ella sobre sus apegos, porque se ponía un muro de autoprotección, pero ahora, que se ha ido, realmente desearía que me hubiera esforzado más.
Yo mismo viví este tipo de cosas varias veces. En una ocasión, cuando era día de producción en La Gran Época y estaba muy ocupado, empecé a tener un fuerte dolor en mi tobillo izquierdo.
Sabía que era interferencia y envié pensamientos rectos mientras estaba trabajando. Ni siquiera miré mi tobillo porque no quería reconocer la interferencia. Sin embargo, siguió empeorando, hasta el punto que no podía ni siquiera apoyarme en el pie y, cuando finalmente lo miré, toda la zona alrededor del tobillo estaba hinchada. Los síntomas eran exactamente los mismos que una torcedura del tobillo, sin embargo, no había hecho nada extenuante para causarla —había trabajado en la computadora todo el día.
Este tipo de escenarios parece indicar que, en esta etapa de la rectificación del Fa, las fuerzas del mal están actuando muy desesperadamente y alocadamente.
Poco después de enterarme de la muerte de la practicante M, las fuerzas del mal comenzaron otra vez a interferir conmigo y la interferencia continuó durante todo el tiempo que tardé en limpiar su departamento, deshacerme de sus pertenencias, etc. Pude ver que estaban tratando de intimidarme en un esfuerzo de hacerme pensar que iba a ser el próximo objetivo. Incluso evocaron la imagen de un cadáver para que lo vea. Envié pensamientos rectos y les dije que se vayan.
También, durante el tiempo cercano a la muerte de la practicante M, tuve una sensación evidente de miedo. Un paño mortuorio descendió sobre mí y no parecía que lo iba a remover. Al buscar hacia adentro, descubrí que era el miedo de la muerte, lo que me sorprendió, porque nunca antes había pensado que tenía este miedo.
Mientras reafirmé mi fe a través de esta experiencia, me di cuenta de que no importa la razón detrás de la interferencia. No importa que haya fracasado muchas veces y no importa que normalmente esté lejos de actuar adecuadamente debido a la interferencia.
Lo que sí importa es que estoy atravesando las tribulaciones y puedo lograrlo gracias a la orientación y ayuda compasiva de Shifu. Las pistas de Shifu han sido invaluables, no sólo para ayudarme a ver mis apegos, sino también para evitar algunas interferencias.
Una vez, cuando parecía que el mal tenía la ventaja todo el tiempo y las cosas se veían sombrías, me iluminé a que los arreglos de Shifu triunfan sobre todo —incluso sobre lo que las viejas fuerzas tienen en marcha para interferir conmigo. Este entendimiento me dio confianza y mucha fuerza.
Pronto aprendí que, si al inicio de la interferencia digo inmediatamente en mi mente: "No acepto esto. No reconozco las viejas fuerzas y ninguno de sus arreglos" y envío pensamientos rectos, puedo eliminar la interferencia de inmediato. Pero eso no funciona si mi rectitud no está a la par, o si tengo brechas que puede aprovechar el mal —y a veces incluso cuando no tengo brechas— y está determinado a interferir.
Sin embargo, reafirmo regularmente que no reconozco la interferencia, que la maldad no tiene derecho a interferir, y que sólo sigo los arreglos de Shifu.
Mi di cuenta que no tengo que saltar el estudio del Fa y la práctica de los ejercicios sin importar lo mal que me sienta, y últimamente lo he estado haciendo mejor. Pero todavía tengo que seguir mejorando y no reconocer el mal cuando las cosas se ponen difíciles.
También tengo que eliminar el miedo —no el miedo a las viejas fuerzas en sí, sino el miedo de cómo me pueden hacer sufrir— porque eso es lo que puede poner en peligro mi posición.
Tengo que tener cuidado que me cultivo por las razones correctas y no sólo para evitar la interferencia, y puedo caer fácilmente en eso cuando la interferencia es severa. Y, sobre todo, tengo que trabajar constantemente para fortalecer mis pensamientos rectos, lo que es de suma importancia para eliminar la interferencia.
Shifu dijo en "Enseñando el Fa en la Conferencia de Intercambio de Experiencias en Filadelfia 2002”:
“Pero aún así, si nuestros pensamientos de rectitud son muy fuertes, entonces estamos alineados a una ley cósmica, y esta ley se aplica tanto al antiguo como al nuevo cosmos: lo que un ser elige hacer es su propia decisión, incluso si hubiera hecho cierto tipo de promesa en la historia”.
En “Exponiendo y enseñando el Fa en el Fahui del Área Metropolitana de Nueva York” en 2003, Shifu también dijo:
“Ustedes se están cultivando, por tanto no sean intimidados por dificultades. No importa lo que sea, sin importar cuán duro sea, definitivamente serán capaces de atravesar el sendero dado por Shifu”.
Sé que voy a lograrlo porque tengo fe infinita en Dafa y en Shifu, quien me guió benevolentemente a lo largo de este camino de cultivación lleno de dificultades y obstáculos.
Le doy las gracias a Shifu desde lo profundo de mi corazón y, por medio de la presente, declaro que, a pesar de todos los obstáculos, me esforzaré hacia adelante cada vez más diligentemente en la última etapa del viaje de regreso a mi verdadera casa.