[Minghui Net] Un día en 2012, vi a un hombre que caminaba cojeando. Pensé que tal vez había tenido un derrame. Me acerqué, con la esperanza de hacerle conocer la verdad de Falun Dafa. Me estremecí cuando vi su cara. Esta persona era conocida por perseguir a los practicantes en un centro de detención local.
Él siguió a Jiang Zemin en sus directivas, usando métodos despreciables para perseguir a los practicantes, entre estos golpizas brutales.
Torturando practicantes
Un día en febrero de 2000, varios practicantes hicieron los ejercicios en el centro de detención. Después de enterarse, él y otros tres guardias golpearon cruelmente a los practicantes con caños de plástico duro y durante tres horas estuvieron maldiciéndolos.
Los practicantes intentaron clarificarle la verdad sobre la práctica y le dijeron que hacer cosas buenas tiene recompensa y hacer cosas malas castigo, pero se negó a escuchar. Incluso forzó a los practicantes a quedarse afuera bajo la nieve. Dos practicantes perdieron su consciencia.
Castigado por sus malos actos
Este hombre estaba en sus 40 cuando perseguía a los practicantes y era bastante fuerte, porque solía ser instructor de gimnasia.
No podía creer que la persona que estaba viendo era él. Su pelo estaba desalineado, su cara sucia, sus ojos vidriosos y su ropa sucia. Parecía un hombre de 70 años. El poder y prestigio que alguna vez tuvo, desaparecieron.
Le pregunté si me conocía. Lo negó con su cabeza. Luego le pregunté: “¿Sabe la verdad de Falun Dafa?”. Dijo que no.
Después de clarificarle la verdad brevemente, aceptó renunciar al partido comunista y sus organizaciones. Puse en su bolsillo dos folletos con información sobre la práctica y la persecución y le dije que lo leyera. También le dije que si podía recitar sinceramente “Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno”, sería bendecido. Me agradeció una y otra vez.
Esta persona renunció a su trabajo en el centro de detención y consiguió otro en el año 2000. Luego tuvo un derrame. Su esposa lo engañaba con otro hasta que finalmente lo dejó. Su único hijo fue arrestado y sentenciado a prisión por traficar drogas. Él estaba discapacitado no obstante tenía que cuidar a su nieto.
Arrepentimiento y bendiciones
Lo encontré de nuevo en la primavera de 2013 y lucía diferente. Su ropa estaba limpia, su rostro tenía un color saludable y ya no cojeaba.
Nuevamente le hablé sobre el principio de que hacer cosas buenas trae recompensas y las malas castigos. Le dije que las tribulaciones por las que había pasado eran el resultado de haberse involucrado en la persecución a Falun Gong, y por seguir las directivas del PCCh. Escuchó atentamente y de repente rompió en llanto, llorando en voz alta.
Le aconsejé: “Si realmente se arrepiente desde el fondo de su corazón por lo que hizo antes, debería escribir una declaración solemne diciendo que usted ha hecho cosas malas contra los practicantes”. Estuvo de acuerdo con publicar la declaración solemne en Internet y luego se fue con lágrimas en sus ojos.
Tres meses después, este hombre caminaba hacia mí con una remera amarilla, pantalones negros y zapatillas blancas con una sonrisa en su cara. Lucía diez años más joven.
Tan pronto como me vio, comenzó a agradecerme. Le dije: “No necesita agradecerme a mí, debería agradecerle a mi Maestro. Es la compasión del Maestro que lo salvó. Debería contarle a sus parientes y amigos sobre su experiencia personal y decirles que Falun Dafa es bueno. Hágales saber que no deben perseguir a los practicantes y que tienen que renunciar al PCCh y sus organizaciones. Esto podría beneficiar su futuro, le dije. Con una sonrisa sincera, prometió que haría justamente eso.
Versión en inglés: http://en.minghui.org/html/articles/2014/6/24/1767.html