[Minghui.org] Mi marido y yo somos practicantes de Falun Dafa. En los últimos inviernos, mi marido ha estado trabajando en la sala de calderas en nuestro pequeño distrito.
Era un 30 de noviembre, hace tres años. Alrededor de una hora después de la medianoche. Yo ya estaba profundamente dormida cuando mi marido llegó a casa. Me tropecé al abrirle la puerta y volví rápidamente a la cama. A continuación, le oí gritar: “No vuelvas a dormir todavía. Estoy lesionado”. ¡De una sacudida me despertó! Claro, ¿si no por qué llegaría a casa a estas horas?
Fui a ver y lo encontré sentado en meditación con los ojos cerrados. Noté de inmediato que colgaban de su barbilla dos "carámbanos". Eran demasiado blandos para tocarlos. Me di cuenta que toda su cara estaba cubierta con un brillo aceitoso.
Le pregunté qué había pasado. Sin abrir los ojos me dijo: “me quemé”.
Me enteré que el combustible en el horno no se había consumido, y el ventilador había dejado de funcionar. Eso hizo que el humo negro entrara en la sala de calderas. Él intentó solucionar el problema en el mismo momento en que su compañero de trabajo giró el ventilador. El horno entonces disparó hacia fuera una llama, y mi marido estaba justo en su camino. El lado izquierdo de su rostro fue alcanzado por el fuego. Instintivamente se tocó la cara y se le cayó la piel. Los dos “carámbanos” eran aceite solidificado.
De forma calmada le pregunté: “¿Qué pensaste cuando esto sucedió?”. Él respondió: “No te preocupes. Confío en Shifu. Confío en Dafa”. Cuando escuché eso me sentí profundamente reconfortada.
Shifu dijo,
“Con los dizi repletos de pensamientos rectos,
el Shifu posee el poder de llevarlos al Cielo” (Bondades entre el Shifu y los dizi” de Hong yin Vol. II)
Entonces, nos sentamos a meditar durante las siguientes tres horas antes de ir a la cama. A la mañana siguiente, le eché un vistazo a su cara. ¡Fue impactante! Toda la cara estaba hinchada. Los labios estaban totalmente deformes. No se parecía en nada a lo que él era. Nuestros hijos tenían miedo de entrar en la habitación. Nuestros vecinos venían y se marchaban rápidamente. No podía abrir la boca cuando nos sentamos a comer el desayuno, pero mi marido lo ignoró y siguió tomando los alimentos con sus palillos.
Después del desayuno, su compañero de trabajo pasó por allí. Se quedó atónito y sin palabras. Dijo: “Es mi culpa”. Lo senté y le aseguré que todo estaba bien porque nosotros éramos practicantes de Falun Gong.
En el pasado, este compañero de trabajo no era receptivo cuando le hablamos acerca de Falun Gong. Así que le dije: “Practicamos Falun Gong y vivimos según los principios de Verdad-Benevolencia -Tolerancia. Hacemos nuestro mejor esfuerzo para ser buenas personas. No te vamos a culpar o tratar de obtener dinero de ti. Tenemos a Shifu para hacerse cargo de todo”.
El compañero de trabajo dijo: “Pero él está quemado. Se va a quedar desfigurado”. Entonces le expliqué acerca de la grandeza de Dafa y la habilidad sobrenatural. Le hablé de cómo Dafa es aceptado en todo el mundo. Le mostré que la auto-inmolación de Tiananmen era una gran mentira. Le dejé ver algunos videos de aclaración de la verdad.
El compañero de trabajo escuchó y tomó todo con solemnidad, pero aún estaba preocupado cuando se estaba despidiendo. Así que le pedii que ayudara recitando “Falun Dafa es bueno, Verdad -Benevolencia- Tolerancia es bueno”. Le dije que con eso mi marido tendría una pronta recuperación. Él prometió que lo haría.
No mucho después volvió con un poco de aceite de semilla de tejón, diciendo que era muy eficaz en el tratamiento de quemaduras. Le dimos las gracias, pero declinamos aceptar la pomada.
Tres días después regresó. Tan pronto como entró en la casa, se relajó visiblemente, porque se dio cuenta de que el rostro de mi marido ya no estaba hinchado. Dijo: “Es demasiado pronto. ¡Es realmente milagroso!”.
Después de siete u ocho días, las costras empezaron a despegarse. Medio mes después, toda su cara volvió a la normalidad, sin ninguna cicatriz y sin rastro alguno del trauma que había sufrido. La única diferencia era que su piel se había vuelto más suave.
Durante todo este tiempo, seguimos estudiando el Fa e hicimos los ejercicios con diligencia. Todo el asunto una vez más fue una prueba del poder sobrenatural de Dafa. Asimismo, fui testigo de la gran compasión de Shifu.
El compañero de trabajo finalmente comprendió la verdad sobre Dafa. Él y su familia renunciaron al partido comunista chino y a sus organizaciones afiliadas. Seguimos siendo amigos y nos llevamos estupendamente.
Versión en inglés disponible en: http://en.minghui.org/html/articles/2014/5/24/1331.html