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Niveles de Fe

Mayo 1, 2014 |   Por un practicante de Falun Dafa

[Minghui.org] Muchas personas tienen fascinaciones, intereses y aficiones. Algunos intereses pueden llegar a ser una forma de vida, ya que se han convertido en una especie de sistema de creencias. Pero sólo a través de circunstancias difíciles puede uno realmente saber cuan firme es la creencia propia.

Vamos a analizar algunos ejemplos de intereses personales frente a creencias verdaderas.

La fascinación de Shegong por los  Dragones

Durante el siglo III antes de Cristo en China, en una era llamada el período de las primaveras y otoños, existió un condado llamado “She” en el reino de Chu. El magistrado del condado era Shen Zhuliang y la gente lo llamaba Shegong (El Señor de She).

Shegong sentía fascinación por los dragones. Su cinturón estaba decorado con dragones, su copa de vino tenía un dragón tallado en él, y su casa estaba decorada con todo lo relacionado con dragones.

Un dragón verdadero se enteró de su fascinación y decidió hacerle una visita. El dragón descendió del cielo. Su cabeza miró la ventana de Shegong en el segundo piso y su cola quedó atascada en el pasillo. Cuando Shegong vio un dragón real se asustó tanto que la sangre le subió a la cabeza y de inmediato corrió a esconderse.

Shegong constantemente hablaba acerca de dragones, dragones pintados y tallados. Pero en su corazón, a él sólo le gustaba el símbolo del dragón que él podía controlar, ¡pero no un verdadero dragón vivo! Por esta razón, cuando un dragón verdadero lo visitó, se aterrorizó.

Algunas personas practican la cultivación como si fuera un pasatiempo al igual que Shegong y su fascinación por los dragones. A ellos les gusta leer las Escrituras y practican los ejercicios con entusiasmo. Pero ellos sólo quieren una práctica de cultivación que pueda mejorar su salud, prolongar su longevidad, y que les traiga felicidad sin dolor.

Cuando la realidad no satisface sus expectativas, o cuando surgen conflictos y enfrentamientos, sobre todo cuando hay tribulaciones, tienen miedo y comienzan a dudar de la práctica de cultivación. A menudo les dicen a otras personas que ellos son practicantes, pero no son practicantes genuinos, ya que tratan a la práctica de cultivación como a una especie de pasatiempo.

La búsqueda de Judas

Judas era uno de los doce discípulos de Jesucristo. Él siguió a Jesús porque fue testigo de que Jesús usó sus habilidades sobrenaturales para sanar enfermedades, expulsar a los demonios, y hacer que los muertos vuelvan a la vida.

A Judas se le dio la responsabilidad de administrar el dinero para cubrir los gastos diarios de Jesús y los discípulos, hacerse cargo de los gastos de viaje, y ayudar a los pobres. Él escuchó diariamente las enseñanzas de Jesús y vio la vida altruista que Jesús tenía pero nunca abandonó su propia codicia.

A menudo mantenía una pequeña parte del dinero que manejaba como una “tarifa por sus servicios”. Él pensaba que era muy razonable. Pero a los ojos de Dios él era un ladrón. Otros discípulos creían que Judas era un auxiliar importante para Jesús, y él también estaba orgulloso de sí mismo y, a menudo hacia ostentación de sus habilidades.

Aunque Judas había seguido a Jesús desde hacía mucho tiempo nunca se libró de la codicia y siempre estaba contendiendo. Su propósito de seguir a Jesús era tener todos los beneficios provenientes de seguir a una persona poderosa y poder ostentar. Cada vez que pasaba dinero por sus manos, era una prueba para él, y nunca la superó.

Como practicantes de Falun Dafa debemos preguntarnos: ¿Por qué nos enojamos el uno con el otro, o nos quejamos de que nos tratan injustamente? ¿Qué estamos persiguiendo y por qué estamos rivalizando? La cultivación requiere que un practicante elimine su deseo de fama, interés propio y lujuria. ¿Si uno no tiene como meta renunciar a los deseos, puede ser considerado todavía un practicante?

La fe de Job en Dios

En el Antiguo Testamento de la Biblia hay un libro sobre Job. Job era un hombre bendecido que vivió con rectitud. Satanás desafió la fe de Job en Dios sugiriéndole que Job servía a Dios simplemente porque Dios lo había bendecido con riqueza y muchos hijos.

Dios le permitió a Satanás apropiarse de la riqueza de Job, de sus hijos, y de su salud (pero no de su vida), con el fin de probar el carácter de Job. A pesar de las difíciles circunstancias, Job no maldijo a Dios.

Es fácil tener fe en Dios cuando uno es próspero y tiene una vida buena, pero es difícil mantenerse firme cuando se ha perdido todo o se está herido. La verdadera fe es incondicional, independientemente de que se tengan muchas, o ninguna bendición. Un verdadero creyente demostrará su firme creencia cuando esté frente a tribulaciones.

Niveles de Fe

Lao Zi habló acerca de la gente que aprende el Tao: “Cuando alguien superior oye el Tao, lo lleva a cabo diligentemente; cuando alguien promedio oye el Tao, lo practica de vez en cuando; cuando alguien inferior oye el Tao, se ríe a carcajadas; si él no se riera, éste no sería el Tao”. (Capítulo 9, Zhuan Falun)

En cuanto a los practicantes creo que también hay tres niveles.

El primer nivel (el más bajo) comprende aquellos cuya cultivación se mantiene de la boca para afuera. Pueden ser nuevos estudiantes que estén deseosos de probar la práctica, y alabar al Fo verbalmente todo el tiempo. Pero por lo general no leen las Escrituras y se vuelven temerosos y dudosos ni bien aparece el yeli de enfermedad por primera vez.

El segundo nivel comprende a aquellos que están sólo a medias confiando en el Fa. Algunos de ellos entran por la puerta de la cultivación en busca de protección contra las tribulaciones, o con el deseo de obtener beneficios después de ver a otras personas que se han beneficiado. La mitad de su corazón tiene la naturaleza de Fo, y la otra mitad todavía está llena de nociones humanas. Ellos desean alcanzar la perfección pero no están dispuestos a perder las posesiones humanas. Ellos son caritativos pero secretamente desean recibir ​​más de lo que dan.

El tercer nivel comprende a aquellos que creen con sus almas. Su fe está en los huesos, y constantemente elevan su nivel, convirtiéndose en uno con su fe. No tienen nada a lo que no puedan renunciar. Nada puede tentarlos a alejarse de su fe. Ellos viven de acuerdo a su fe y están dispuestos a validar su fe por medio de un tremendo sacrificio.

Más allá de la ganancia personal

Durante siglos, la gente ha estado adorando a Fo para ir al Mundo de la Felicidad Suprema, o adorando a Jesucristo para ir al cielo.

Algunas personas piensan que pueden tener riqueza por tener fe en el Fo. Algunos piensan que pueden ser bendecidos y protegidos por adorar a Dios. Al final, este enfoque no puede ser llamado fe. Es aceptable iniciar el camino de la cultivación con estos pensamientos, pero con el tiempo uno tiene que fundamentalmente rectificarse a sí mismo, y deshacerse de todo lo que sea egoísta. El propósito de la fe verdadera y pura no es para el propio beneficio personal.

Tener una fe verdadera es para cumplir con la característica del cosmos, convertirse en un buen ser en el cosmos, y salvaguardar al cosmos.

Shifu dijo,

“Cultivarse y refinarse no tiene ninguna condición; si quieres cultivarte y refinarte, entonces te cultivas y refinas”. (Capítulo 1, Zhuan Falun)

“¿Qué es un fo? “Rulai” es lo que los humanos llaman a alguien que ha venido con la verdad y el poder de hacer lo que quiera, mientras que los verdaderos fo son guardianes del cosmos y son responsables de todos los elementos rectos en el cosmos”. (“Exponiendo el Fa en el Fahui del Oeste de los Estados Unidos” en Guiando el viaje).

La verdadera fe no es egoísta. Es para beneficiar a los demás, una responsabilidad y una obligación.

Me di cuenta de que algunos practicantes sólo pueden creer un poco más después de que ganan un poco más. Este tipo de fe no puede soportar una prueba. Shifu mencionó esto en “Para quién haces la cultivación” (Escrituras esenciales para mayor avance):

“¿No es cualquier presión una prueba para ver si tu fe en FOFA es fundamentalmente fuerte? Si aún no tienes una convicción fundamental hacia el Fa, olvídate de todo lo demás”.

Algunos practicantes son diligentes en hacer la práctica de los ejercicios y estudiar el Fa. Pero cuando surge el yeli de enfermedad, no pueden manejar la situación y empiezan a entrar en pánico. En realidad la respuesta es bastante simple. Es para probar la integridad de nuestra fe en cuanto a si estamos firmes en el Fa o sólo estamos persiguiendo la salud y la riqueza.

Mi entendimiento es que hay diferentes niveles de fe. Uno no debe quedarse en un nivel por mucho tiempo. Hay que mejorar y pasar a un nivel superior para estar más cerca de lo divino y convertirse a uno mismo en un ser divino.

Hagámonos la siguiente pregunta: “¿Podemos permanecer fieles al Fa, sin importar si estamos sanos o enfermos, ricos o pobres?”.

 

Versión en inglés disponible: http://en.minghui.org/html/articles/2014/4/27/363.html