[Minghui Net] De leer artículos de compañeros practicantes en la web de Minghui, entendí que algunos practicantes provienen de orígenes de niveles muy altos, y Shifu ha hecho arreglos para estos practicantes a través de la historia. Por ello, tenía el sentimiento de pérdida y lamentaba el hecho de que no tenía semejantes bendiciones.
Mi estado de cultivación es que pocas veces puedo sentir algo o incluso sentir las pistas de Shifu. Cada vez que me enfrentaba a una prueba difícil y dolorosa, tenía que iluminarme y rara vez pasaba las pruebas. Puesto que suplicaba a Shifu para que me ayudara y me diera respuestas, no parecía recibir ninguna pista o indicación de Él. Cuando sucedía esto, pensaba que era indigno de la ayuda de Shifu y sentía como si hubiera perdido algo.
Empeoró en los últimos tres años desde que las tribulaciones y pruebas en mi ambiente familiar acumulaban un estado imposible. Puesto que no podía encontrar mis apegos y suplicaba a Shifu sin éxito, desarrollé un sentimiento de rencor. Ahora me he iluminado a que era una manifestación de mi profundo apego escondido de envidia.
Un cultivador es cuidado por su Shifu. Shifu dijo: “Si eres un pedazo de acero, definitivamente no permitiré que seas un pedazo de hierro”. (“Exponiendo el Fa en el Fahui de Nueva Zelanda”, 1999)
Cuando se trata de una cualidad innata de un ser, la cualidad de iluminación y el éxito potencial, Shifu lo ve con más claridad y precisión. Poco práctico comparándose uno con otros cultivadores y deseando conseguir lo de los demás es en realidad debido a un apego de ambición, que deriva de la envidia.
La vida existe en varios niveles y los seres en niveles bajos no pueden sobrepasar su límite para entender a los seres de niveles más altos. Los seres divinos no tienen nociones humanas. Los Fo, Dao y Dioses en varios niveles, todos consideran sus reinos como los mejores, lo cual es un estado mental traído de sus niveles individuales. Desde una cierta perspectiva, el apego de envidia es también una forma de ambición y una forma de deseo insaciable, es decir, querer lo que no nos pertenece.
También, como uno admira a otros en niveles más elevados o quién es mejor que uno, ¿no significa que uno mira por encima del hombro a otros en niveles inferiores?
En el pasado, no sabía por qué no podía ver ninguna fortaleza o mérito en mi hija. La despreciaba en mi corazón. Pensaba que no podía hacer nada bien o que me satisfaciera. Me consideraba mejor que nadie y trataba a los demás con arrogancia y desprecio. Al escribir este artículo en este punto, me siento avergonzada de mi pasado.
Reconociendo mis apegos de envidia y competencia
Me seguí preguntando: “Después de tantos años de cultivación, ¿por qué no tengo compasión y paz en mi corazón? Cada día estoy apurada por algo. Siempre tengo algo en la mente que me aleja de estar en calma. Siempre miro por encima del hombro a los demás. Estoy disgustada por toda la agitación social y caos bajo las leyes del partido comunista chino, y siempre me quejo por ciertas cosas que debería hacer de una cierta manera.
Me fijo constantemente en los errores de los demás. Incluso por cosas que los demás consideran perfectamente decente y aceptable, yo le encontraría el fallo. El que yo mire por encima del hombro a los demás deriva de mi apego de envidia y competencia y es más complicado por las emociones, así como tener rencor, ira, luchar, ostentar, arrogancia y narcisismo. Con tantas nociones humanas y sentimientos, y tanta materia negra rodeándome, ¿cómo puedo tener un campo positivo y compasivo? Shifu aprecia y valora a todos los seres en el cosmos. Como cultivador, ¿cómo puedo mirar por encima del hombro a los demás?”.
La envidia es una forma de manifestación que la vida ha desviado del Fa. La envidia puede hacer que uno sea irracional e insano, y destruye cualquier cosa en el camino de uno, incluido a uno mismo en un instante. Tomemos a las viejas fuerzas como ejemplo. Están celosas de los Dafa dizi. Creen que es demasiado fácil para los Dafa dizi convertirse en practicantes mientras ellas no tienen la oportunidad. Además, las viejas fuerzas usan métodos destructivos para probar a los Dafa dizi, que a su vez ellas mismas destruyen. Satán fue ángel pero no obedeció a Dios. Pensaba que era muy capaz e intentó rebelarse. Finalmente descendió para convertirse en Satán. Otro ejemplo de envidia es Shen Gongbao, de la Investidura de los Dioses. ¡Qué peligrosa que es la envidia!
A medida que me iba dando cuenta de mi apego de envidia, sentía una sensación de paz y calma. Sin rencor, ira, envidia o sentimiento de inferioridad, incluso sin satisfacción y excitación, siento que la materia que solía afectarme ya no puede hacerlo más. Puedo decir cuál es mi verdadero yo y cuales son mis nociones humanas. A veces la materia puede tocar mi nivel superficial y despertar mis nociones humanas, pero es un momento fugaz, después del cual me puedo calmar rápidamente y volver a la normalidad. Sé que, con la guía de Shifu, he encontrado la raíz de mis apegos y puedo arrancarlos.