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Una infancia difícil
Crecí en un hogar lleno de violencia doméstica. A menudo mi padre me golpeaba cada vez que mis padres estaban en lo más mínimo disgustados conmigo. Ellos nunca quisieron gastar dinero en mí, incluso, para las cosas que necesitaba.
Cuando estaba en quinto grado, mi padre a menudo le daba a mi hermano menor, dinero en efectivo para refrigerios. Yo también quería que me dieran algo, pero mis padres sólo me regañaban. Desde ese momento mi madre siempre le dio a mi hermano el dinero a mis espaldas. Yo, nunca volví sobre ese tema aunque la viera hacerlo, porque sabía que no tenía sentido y que sólo me metería en problemas si lo hacía.
Cuando llovía, mi padre me decía que usara un viejo par de botas de lluvia, pero a mi hermano le compró un par nuevo. Cuando me quedaba sin ropa, tenía que usar ropa vieja de mi madre, que era muy grande para mí. Mi madre a menudo se compraba ropa nueva. Cuando veía a mi madre con vestidos de su talla y el pelo muy bien peinado, sentía mucha envidia.
Un día llevé las varias docenas de yuanes que mi abuela me había dado, y le pedí a un familiar que me comprara algo de tela para hacerme un poco de ropa nueva. Mi madre encontró las telas. Ella y mi hermano se burlaron de mi mal gusto y me dijeron que era una idiota. Mi padre me regañó y me pegó. Finalmente, me sacó de la casa y me llevó hasta un gran hoyo al este de nuestra casa y me metió en el hoyo de una patada.
Falun Dafa cambia mi visión de la vida
El 2 de enero de 1998, tuve la suerte de conocer Falun Dafa. Mi tía acababa de convertirse en practicante, y ella me invitó a quedarme en su casa. Cada día, la observaba leyendo Zhuan Falun, y escuchando las conferencias del Fa.
Shifu dijo:
“Hablemos de este tonto que de verdad es tonto; este principio en los niveles altos es totalmente al revés. Es imposible que un tonto haga maldades mayores entre la gente común, o compita y pelee por beneficios personales o busque fama, así que él no pierde de. Al contrario, otros le dan de; al golpearlo e insultarlo, todos le dan de, y esta materia es extremadamente valiosa. En este universo nuestro existe justamente este principio: quien no pierde no gana, y el que gana tiene que perder. Viendo a ese gran tonto, todos lo insultan: «Eres un gran tonto». Apenas abren las bocas para insultarlo, un pedazo de de se lanza hacia él. Cuando le sacas ventaja a otro, perteneces al lado ganador, entonces tienes que perder. Alguien le pega un puntapié: «¡Eres un gran idiota!», pues bien, otra vez un pedazo de de fue lanzado allí pesadamente. Quien sea que lo humille o le pegue un puntapié, él sólo sonreirá: «Ven, de todas maneras me estás dando de; ¡no pienso rechazarte nada!». Entonces, de acuerdo con el principio de los niveles altos, piensen todos: ¿quién es el más listo? ¿No es justamente él? Él es el más listo. Él no pierde ni un poquito de de” (Lección Novena de Zhuan Falun).
Me sentí como si estuviera saliendo de las tinieblas hacia la luz del día, y me empecé a cultivarme.
Luego, cuando fui arrestada ilegalmente, o golpeada, o forzada a abandonar mi casa, o sentenciada a hacer trabajo forzado, nunca renuncié a la cultivación.
Cuando fui detenida en un campo de trabajos forzados, mi familia nunca me visitó, y mis familiares no me enviaron nada de dinero. Yo era la más joven en el campo de trabajo. Cuando los compañeros practicantes se enteraron de mi situación, me dieron ropa, y pusieron dinero en mi cuenta. Yo ni siquiera conocía a algunos de ellos.
Un marido comprensivo
Ahora estoy casada, y mi marido me apoya mucho a mí y a Dafa. Estaba desamparada cuando lo conocí. Al principio me pidió que renunciara a Dafa. Le dije que era absolutamente imposible.
A partir de entonces empezó a ir conmigo a distribuir materiales de aclaración de la verdad y CDs. También instalamos una antena para ver programas de NTDTV. Al principio, él estaba preocupado de que llevara demasiados materiales conmigo, y que la gente los pudiera tirar a la basura, por lo que me seguía constantemente. A veces estaba nevando con fuerza y se mojaba todo, pero nunca se quejó.
Volviéndome más compasiva
En el pasado, tendía a ser muy pesimista, lo que también se reflejaba en mi cultivación. Me di cuenta de que mis compañeros practicantes siempre podían ayudar a muchas personas a renunciar al PCCh y a sus organizaciones afiliadas, pero yo sólo conseguía ayudar a muy pocas, y a veces a ninguna. Miré para adentro y pensé: “Cuando aclaras los hechos a la gente común, ellos sólo notan tu apariencia, tu discurso y tu conducta. Si no luzco relajada, elegante, abierta y honesta, ¿por qué ellos van a pensar que Dafa es bueno?”.
Como quería cambiar las nociones que había formado con el tiempo, Shifu me ayudó a eliminar algunos de los elementos que no estaban cultivados en mí. Me relajé y tuve más compasión con la gente. Siempre tenía una sonrisa en mi cara, y más personas se conmovieron con mi bondad y estuvieron dispuestos a renunciar al partido.
Tuve algunas experiencias extraordinarias este año cuando distribuí el DVD de Shen Yun Performing Arts. Algunas veces las personas se montaban en una bicicleta a motor tratando de alcanzarme para que les diera DVD; los taxistas se me acercaban para pedirme más copias cuando alguien tomaba la suya, y algunos me dijeron que ya lo vieron y que era muy bueno, y que se lo habían pasado a otra persona, y algunos maldecían al malvado PCCh, algunos levantaban sus pulgares en señal de apoyo, algunos gritaban “Falun Dafa es bueno”, algunos decían: “Sólo me lo llevo si se trata de algo de Falun Gong”; algunos me pidieron mi número de teléfono para contactarme, algunos habían sido practicantes, a algunos les resultaba increíble que siendo yo tan joven fuera tan valiente ..., me he encontrado con todo tipo de personas.
Por supuesto, también me encontré con gente que me amenazó, pero no me asusté y me comporté de manera digna.
Recientemente mis padres se han mudado a la ciudad en la que estoy viviendo para estar más cerca de mi hermano. He eliminado mi resentimiento y envidia a través de la cultivación, e hice lo que pude para ayudarlos. Sigo rectificándome con Dafa.
Debido a los cambios ocurridos en mí, la relación con mis padres también ha mejorado. Mi padre se ha disculpado varias veces conmigo, diciéndome que él no era muy agradable conmigo cuando yo era joven. Yo no dije nada, sólo sonreí. Mi madre también me dijo recientemente que ella trataba a su nuera mucho mejor de lo que me trataba a mí, pero que nunca había oído una sola palabra de agradecimiento de su parte. Yo sonreí y me sentí muy tranquila por dentro.
Es tan maravilloso cultivarse en Dafa ¡Es tan maravilloso ser dizi de Shifu! ¡Gracias, Shifu! ¡Gracias compañeros practicantes!