[Minghui Net] Hace años, cuando empecé a practicar Falun Dafa, no fue por las enfermedades. Más bien, fue porque la gente me contaba que practicar Falun Dafa podía rejuvenecerte, hacerte bonita y saludable. Posteriormente, después de estudiar la enseñanza de Shifu: “Hacia la perfección”, pensé que había encontrado mi apego fundamental: el deseo de ser joven y bonita.
Después de estudiar el Fa más, me di cuenta de que mi motivación original de querer ser joven y preciosa estaba basada en la lujuria. Desde entonces, he estado esforzándome para eliminar este apego.
Justo cuando pensaba que había cultivado lo del tema de la belleza, observé dos cosas sobre mí. Primero, estaba concentrada en leer el Fa con una voz atractiva, especialmente cuando estaba en el estudio grupal. Esperaba que otros practicantes elogiaran mi voz. Puesto que me centraba tanto en mi voz, no podía concentrarme en el significado del Fa. Segundo, si había al menos un practicante varón en el estudio grupal, me volvía más cuidadosa por mi aspecto.
No prestaba mucha atención a esto puesto que parecían asuntos triviales. Sin embargo, cuando estudiaba el Fa hoy con otros practicantes, una cuestión me saltó a la mente: “¿Estoy bonita hoy?”, me sorprendí.
Después de volver a casa, relacioné mi pregunta de hoy con mis recientes observaciones. Me di cuenta de que todas eran manifestaciones de lujuria.
Estaba asombrada. Durante tantos años, había estado luchando para superar la lujuria, pero hasta ahora solo lo había cultivado en la superficie y no había tocado la raíz. Ahora he encontrado la raíz, y es precisamente esa raíz de la lujuria que era mi motivación original para practicar Dafa. Durante años, puesto que ignoraba este apego fundamental, la lujuria seguía reapareciendo.
Entendí que era una situación peligrosa porque las viejas fuerzas son muy exigentes y duras con cada practicante. Sin la protección compasiva de Shifu, no puedo imaginarme qué habría sucedido. Hoy, Shifu me iluminó de nuevo y me guió a encontrar mi apego profundamente escondido. Entendía que aunque no me involucré en ninguna relación sexual, la lujuria en la mente de uno sigue siendo lujuria.
Empecé a mandar pensamientos rectos y le pedí a Shifu que me ayudara a eliminar este apego fundamental, así como a limpiar el demonio de la lujuria y los espíritus malvados enraizados en otras dimensiones. Sentí una energía viniendo de Shifu y vi un cuerpo en otra dimensión saliendo de mí y siendo destruido.
Estoy compartiendo esto con otros porque quería recordar a otros practicantes que la práctica de cultivación es muy seria. No sean arruinados por el demonio de bajo nivel de la lujuria.