[Minghui Net] Cuando el dirigente chino Xi Jinping visitó Nueva Zelanda del 19 al 21 de noviembre pasados, el consulado chino contrató cientos de chinos para organizar “fiestas de bienvenida” para la visita.
Los grupos estaban formados en su mayoría por estudiantes chinos, miembros de varias organizaciones chinas. En muchas ocasiones durante la visita, se encontraron con practicantes de Falun Gong protestando pacíficamente contra la persecución del régimen comunista a Falun Gong en China.
Pagada por funcionarios del consulado e influenciada por la propaganda de odio del régimen contra Falun Gong, la fiesta de bienvenida fue desde el inicio hostil hacia Falun Gong, y muchos bloquearon intencionalmente las pancartas de los practicantes con banderas pro comunistas.
Sin embargo, después de que los practicantes hablaran con ellos sobre la gravedad de la persecución y expusieran otros crímenes cometidos por el partido comunista chino, muchos estaban receptivos. Algunos dejaron de bloquear las pancartas de los practicantes, otros se fueron del lugar y algunos accedieron a renunciar al partido y sus organizaciones afiliadas.
Zhang, una practicante voluntaria que habló con varios chinos pro comunistas, declaró que “la mayoría de los estudiantes son muy jóvenes, probablemente de la edad de mis hijos. Aún así, han sido engañados por el partido y han venido a bloquear nuestras pancartas, ayudando al régimen inconscientemente a hacer fechorías. Al hacer esto, están dañando a gente inocente. Me preocupa su futuro”.
La situación comenzó a cambiar después de que Zhang y otros practicantes hablaran con tres jóvenes, exponiéndoles las salvajes campañas políticas del PCCh y la brutal represión contra Falun Gong, incluyendo la sustracción de órganos a la fuerza a practicantes vivos.
“Los estudiantes agacharon la cabeza mientras hablábamos y escucharon en silencio”, relataba Zhang. Entonces, dos estudiantes le dijeron: “Tía, lo sentimos. No deberíamos haber hecho eso”.
Cuando preguntaron a los jóvenes si se habían unido a alguna organización del partido, un estudiante dijo que se había unido a la liga de los jóvenes pioneros. Zhang les dijo que si una persona renuncia a las organizaciones del partido y se alinea con la rectitud será bendecida. Ambos accedieron a hacerlo.
Otros cuatro estudiantes también renunciaron a las organizaciones del PCCh con la ayuda de Zhang. “Aquellas chicas habían bajado del autobús un poco antes que los otros estudiantes, así que subí para saludarles y hablar con ellas”. Les dijo que uno debería actuar de acuerdo con su conciencia, y les habló de las consecuencias de seguir ciegamente a los funcionarios del consulado chino para cometer maldades.
Las cuatro dijeron que se habían unido a la liga juvenil comunista y accedieron a renunciar a la organización.
Además de hablar con miembros de los grupos de bienvenida, Zhang reprodujo extractos de una grabación de los Nueve Comentarios sobre el Partido Comunista. Intrigados, los ruidosos y escandalosos estudiantes se callaron y escucharon. Después de un rato, varios estudiantes le dijeron: “No volveremos a hacer esto”.
Zhou, otro practicante, relató una conversación que tuvo con una anciana que estaba ondeando la bandera comunista china. Cuando Zhou la saludó diciéndole: “Señora, espero que tenga un futuro seguro y feliz”, ella se sorprendió y le preguntó a qué se refería. Zhou le explicó la historia verdadera de Falun Gong y expuso la propaganda de odio del régimen comunista. La mujer asintió y dijo que lo entendía.
Poco después, la mujer tuvo una discusión con otros partidarios pro comunistas. Con frustración e ira, lanzó la bandera al suelo y gritó: “No más” y se fue.
La practicante Sun contó que ayudó a 13 estudiantes y un turista chino a renunciar a las organizaciones del partido comunista durante una protesta pacífica en otro lugar del itinerario de la delegación china. “Estoy contenta de que ahora tengan claro lo que es correcto y lo que es incorrecto”, dijo ésta.