[Minghui Net] Una actividad diferente de fin de año se llevó a cabo en la bulliciosa plaza de la ciudad de Melbourne, Australia. En la tarde del día 31 de diciembre, los practicantes de Falun Gong expusieron pancartas y carteles con información sobre Falun Gong y la persecución en China. Mostraron los ejercicios de Falun Gong y recogieron firmas haciendo un llamamiento a favor de una legislación para impedir la sustracción forzada de órganos por el régimen chino a practicantes vivos de Falun Gong encarcelados en China.
Firmando la petición para detener la sustracción de órganos en China.
Los transeúntes observando los carteles expuestos.
Yaadwander Sangh y Sandy Kaur instan al gobierno australiano a tomar medidas para detener la sustracción de órganos aún con vida.
Las calles en el distrito de negocios estaban repletas de personas que se habían reunido para ver los espectaculares fuegos artificiales de fin de año. Este evento anual es muy popular entre los australianos.
Además de los fuegos artificiales, había música de artistas étnicos, incluyendo de los practicantes de Falun Gong. La calma de los practicantes y el ambiente pacífico del ejercicio atrajo a muchos transeúntes que se detuvieron y tomaron fotos. Muchos hablaron con los practicantes para conocer más acerca de Falun Gong. Muchos firmaron la petición para pedir el fin del crimen de la sustracción forzada de órganos cometidos por el partido comunista chino (PCCh). Muchos inmigrantes chinos y turistas de China renunciaron al PCCh y a sus organizaciones afiliadas después de entender acerca de los crímenes que el partido ha cometido.
Gran muestra de apoyo a Falun Gong
Una mujer mayor, que es cristiana, se indignó ante las atrocidades de sustracción de órganos. Firmó la petición y dijo: "Asesinatos pueden ocurrir en cualquier parte del mundo, pero la cosecha de órganos aún con vida es el peor y el más cruel de los crímenes. Es increíble que el PCCh haya cosechado sistemáticamente órganos de presos de conciencia vivos. Esto debe ser detenido. Voy a orar por ustedes".
Sr. Yaadwander Sangh, un ingeniero de origen indio del distrito Dandenong y su novia, la Sra. Sandy Kaur, estudiaron Falun Gong para esclarecer la verdad cuidadosamente. Firmaron y se llevaron folletos. Ellos dijeron que habían visto las actividades de Falun Gong antes y sabían que el PCCh persigue a su propio pueblo, pero no habían oído hablar de la sustracción de órganos a personas vivas antes.
La Sra. Kaur dijo: "Estoy sorprendida. ¡Dios mío! Es horrible. Tenemos que hacer algo. El gobierno Australiano debe tomar alguna acción. Es muy malo. Veo en esta información que la sustracción de órganos en vida está pasando y en efecto sigue teniendo lugar en China a gran escala. Es injusto. Es inaceptable".
Sr. Jamie Lingard, un sacerdote jubilado, dijo después de firmar la petición: "Espero que la gente perseguida en China pueda recuperar su libertad".
Una actividad importante en curso
Durante todo el año, los practicantes de Falun Gong ponen el stand en la plaza de la ciudad para llamar la atención sobre la persecución que dura ya más de 14 años en China. El Sr. Hsu, un médico involucrado en la actividad en la plaza de la ciudad, dijo que este stand para la aclaración de la verdad durante todo el año es una manera para que todos los residentes de Melbourne estén informados acerca de las atrocidades que se cometen en China. Él siente que ayuda a los turistas a entender por qué los practicantes de Falun Gong están trabajando tan duro para poner fin a la persecución.
Sr. Hsu agregó que experimentan el apoyo diario a favor de Falun Gong. Dijo: "Mostré los materiales informativos de Falun Gong a un grupo de jóvenes turistas hippie hace dos días. Un niño de inmediato firmó la petición y los demás lo elogiaron".
"En otra ocasión, un par de jóvenes estaban jugando con máscaras a un juego violento cerca de nuestro stand. Les hice una señal y les expliqué los hechos sobre Falun Gong. Ellos se pusieron serios y se quitaron las máscaras. Firmaron la petición y se dieron la mano conmigo".
La Sra. Liu, también practicante, dijo: "Una niña de 10 años de edad, vino a ver las actividades con su abuela. Después de leer los carteles expuestos, preguntó a su abuela para firmar la petición. Poco después de que se fueron, la niña regresó y pidió más folletos, porque quería dárselos a su profesor y compañeros de clase".