[Minghui Net] Empecé a practicar Falun Gong en 2008. Quizás no puedan creer que solía ser un hombre depravado antes de que Falun Gong me transformara completamente.
Mi vida de crimen
Nací y me crié en un pueblo agrícola en China. Mis padres eran gente sencilla que trabajaban en una granja, pero yo era un matón notorio en la ciudad, nadie se metía conmigo. Aunque crecí en una familia de campesinos, no había trabajado el campo. Vendía cigarrillos falsificados y sal y carbón robados. Robaba la fruta de los árboles de la gente y hacía cualquier cosa por dinero. Incluso el alcalde y el jefe de policía local vendían mi mercancía barata en las escuelas y hospitales.
Nadie interfirió con mi negocio, porque sabían que era amigo del alcalde y del jefe de policía. No exagero cuando digo que hacía 10.000 yuanes al día. Había cometido tantos delitos que sabía que podría ser enviado a prisión en cualquier momento. En resumen, era un matón y un gánster.
El dinero llegaba y se iba rápidamente y, en poco tiempo, gastaba hasta el último centavo que tenía. Mi familia estaba constantemente terriblemente angustiada por mí. Mi padre finalmente se derrumbó y enfermó porque supo que mi dinero no era ganado por medios honestos. Mi hermano había ido a la cárcel una vez y le preocupaba que ese también fuera mi destino.
Me quedaba hasta tarde todas las noches, bebiendo con mis amigos. Mi esposa luchaba conmigo a menudo sobre mi estilo de vida. Le enseñé a mi hijo las artes marciales para que nadie lo intimidara en la escuela.
En resumen, era un canalla.
Cuando abandoné mis métodos deshonestos, la policía intentó arrestarme
Mi esposa comenzó a practicar Falun Gong en 1998 y todas sus enfermedades desaparecieron. Cuando fui testigo de su transformación, decidí cambiar y empezar una nueva vida con ella.
Sin embargo, el régimen comunista chino prohibió Falun Gong el siguiente año. Durante un año, la policía local mantuvo mi casa bajo vigilancia constante, tratando de arrestar a mi esposa. Cuando vi a los policías, los amenacé: "¡Si entran en mi casa, los trataré como ladrones y los mataré!".
Un día, tres agentes irrumpieron en mi casa y trataron de detener a mi esposa. Agarré un cuchillo y los corrí afuera. Luego llegó otro grupo de oficiales, pero no tuve miedo de ellos. Estaba listo para enfrentarlos con un cuchillo, aunque ellos llevaban armas. Renunciaron y se fueron.
La tercera vez, el jefe de policía llegó con un grupo de oficiales. Agarré un cuchillo de la cocina y les reprendí: "Solía hacer muchísimas cosas malas, pero nunca me arrestaron. Ahora, cuando quiero ser un buen ciudadano, quieren arrestarme. ¿Para qué? ¡Largo de mi vista!".
Se quedaron aturdidos y se fueron. Al día siguiente me pidieron que fuera a la estación de policía, pero los ignoré. Nunca más nos molestaron, a mi esposa ni a mi.
La cultivación es seria
Me diagnosticaron faringitis e infecciones respiratorias. Me hice tratamientos varios meses, pero no sirvieron de nada. Mi esposa sugirió que intentara Falun Gong para variar. Dentro de pocos días, me sentí mucho mejor. No sabía qué era la cultivación, pero sabía que debería intentar ser una buena persona. Una vez que supe que Falun Gong era bueno desde mi propia experiencia, le dije a la gente que Falun Gong no era en absoluto lo que decía la propaganda política en la televisión.
Me encontré con un amigo en 2010. Me dijo que le habían diagnosticado cáncer de estómago en etapa final y ya había tenido dos cirugías. Me dijo que iba a morir. Le recomendé la práctica y se mostró interesado. Detuvo la quimioterapia en agosto de 2010 y decidió intentar practicar Falun Gong. Experimentó una transformación completa, se curó y recuperó mucho de su peso.
Para mí, fue una llamada de advertencia. Me di cuenta de que debo ser serio en mi propia cultivación y alcanzarlo. Muchos de sus parientes comenzaron a practicar Falun Gong también.
Un día, mi esposa y su hermana mayor se fueron juntas de compras y se toparon con mi amigo. Mi cuñada se sorprendió al verlo porque pensaba que había muerto de cáncer de estómago. ¡Sin embargo, el estaba de pie delante de ella con un brillo saludable en su cara!
No puedo imaginar qué sería de mí si no hubiera encontrado Falun Gong. Falun Gong me dirigió en la dirección correcta y salvó mi matrimonio. Todo el dinero sucio que hice se ha ido y hoy vivo una vida honesta. Mi hijo también ha cambiado. Solía gastar todos sus ingresos y aún me pedía dinero, pero aprendió a gastar sensatamente y aún ahorra.
Debo agradecer a Falun Gong por todo lo que tengo hoy. ¡Gracias, Maestro, por salvarme la vida!