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La recuperación inesperada de mi madre moribunda deja a sus médicos maravillados con Falun Gong

Ago. 26, 2013 |   Por un pariente de practicantes de Falun Dafa

[Minghui Net] No soy practicante, pero tengo familiares que practican Falun Gong. En el pasado, los había escuchado diciendo que Falun Gong puede curar las enfermedades de la gente pero nunca lo había visto con mis propios ojos.

La salud fluctuante de mi madre durante los últimos años me ha permitido ser testigo de primera mano de los milagros de Falun Gong. A principios de 2011, pronto después de que empezó la práctica, se recuperó rápidamente de sus normocíticos y osteonecrosis. Desafortunadamente su salud se deterioró día a día después de que dejó la práctica ese mismo año, para cuidar de su nieto recién nacido.

En mayo de este año, su salud se volvió crítica y los médicos nos dijeron que sólo le quedaba una semana de vida. Mientras se encontraba en su punto más bajo y luchaba para sobrevivir, sus compañeros practicantes la visitaron dos veces y la animaron a reanudar su cultivación. Mi madre siguió su consejo y ocurrió un milagro. En sólo un par de semanas se recuperó completamente, dejando a sus médicos maravillados por el poder curativo de Falun Gong.

Mi madre tuvo tres operaciones importantes en diez años

En el año 2001, mi madre se sometió a una cirugía para que le extirpen su tumor mediastínico, pero la quimioterapia después de la operación le provocó un fuerte descenso en su conteo de glóbulos rojos y desarrolló normocíticos (aplasia pura de células).

Durante los próximos años, intentó toda clase de medicinas chinas tradicionales y occidentales, pero en vano. Peor aún, las pastillas que tomó le causaron un efecto secundario grave y, como resultado, contrajo osteonecrosis. En 2006, se sometió a una segunda cirugía para arreglar sus problemas óseos.

Más tarde tuvo una tercera cirugía para aliviar su dolor. Después de someterse a tres operaciones importantes en diez años, ya era demasiado débil como para poder caminar sola.

A principios de 2011, llegó a visitarla un pariente y le contó cómo se había recuperado de todo tipo de enfermedades poco después de empezar a practicar Falun Gong. Mi madre estaba totalmente sorprendida y decidió probar la práctica.

No mucho después, se recuperó completamente y pudo regresar a  hacer todas sus tareas domésticas habituales sin sentirse cansada aún, después de andar diez millas en bicicleta.

Desafortunadamente, la felicidad no duró mucho. Mi hermano menor tuvo un hijo y mi madre estaba tan ocupada cuidando al bebé recién nacido que dejó de practicar Falun Gong completamente a fines de 2011.

Durante los próximos dos años, su salud se deterioró rápidamente. En mayo de este año, su condición física había tocado fondo llegando a estar críticamente enferma y casi se muere.

Falun Gong salvó a mi madre de la muerte

La salud de mi madre se debilitó empezando con un resfriado y fiebre el pasado 16 de mayo de este año y su condición empeoró repentinamente el 19 de mayo. Tenía problemas para respirar y fue trasladada a un hospital militar para recibir atención de emergencia.

El diagnóstico fue muy sombrío. Su nivel de glucosa en la sangre era de 35,7 (se considera normal un valor entre 4,9 y 6.1) y su recuento de glóbulos rojos fue de 5.2 (se considera normal un valor entre 11 y 13). Además, tenía infección micótica pulmonar severa y sólo una cuarta parte de sus pulmones estaba aún funcionando.

El 24 de mayo, el médico que la atendía nos presentó un "aviso de estado crítico" y nos informó que a mi madre le quedaba probablemente sólo una semana más de vida. Supervisaron su condición crítica y los miembros de nuestra familia se turnaron para cuidarla.

El pulso de mi madre era de unos 150 latidos por minuto y su respiración era muy rápida. No podía dejar de toser y tenía edema en todo el cuerpo. Ni siquiera los diuréticos le ayudaban. Con el fin de mantenerla con vida, los médicos le dieron Voriconazol (un medicamento muy caro).

Durante este período de tiempo oscilaba entre el estado de alerta y el de coma. Cuando despertó, nos dijo lo que experimentó mientras estaba en coma. Dijo que fue a un mundo diferente donde la gente estaba vestida de rojo y tocaba tambores para darle la bienvenida. Los tambores seguían sonando en sus oídos y una voz seguía hablando con ella. No tenía ni idea de lo que le decía, pero la voz no paraba.

En la mañana del 29 de mayo, mi madre, que no había ido a su ciudad natal durante años, de repente pidió ir allí, diciendo que vio que la gente allí se preparaba para su funeral. En ese momento, tenía grandes dificultades para respirar y entraba y salía de coma. Todos estábamos llorando y los doctores nos observaban impotentes.

Mientras mi madre estaba al borde de la muerte, una pariente que era practicante vino a visitarla por la tarde y trajo con ella a otro practicante. Los dos le dieron a mi madre un reproductor MP3 con las conferencias del Maestro y le animaron a escucharlas tanto como le fuera posible. También le recordaron que tuviera una fe fuerte en el Maestro y Dafa en ese momento crítico y que no siguiera a nadie en otras dimensiones, solamente al Maestro. Además enviaron pensamientos rectos para ayudarla.

Pronto las cosas empezaron a mejorar. Desde las 8 de esa noche a las 9 de la mañana siguiente, mi madre fue finalmente capaz de aliviarse y tosió flema con frecuencia. A las 9, cuando los médicos y enfermeras llegaron a verla, se quedaron perplejos ante su mejoría. Recolectaron en total 10 litros de orina que había eliminado durante toda la noche. No es de extrañar que su edema disminuyera significativamente. Su respiración volvió a la normalidad como a las 2 de la mañana y fue capaz de acostarse y dormir. Ya no oyó voces ni vio escenas en otras dimensiones.

El 5 de junio, cuatro amigas practicantes fueron a visitarla en el hospital. Una de ellas había estado también críticamente enferma hace un año, pero se recuperó debido a su práctica de Falun Gong. Incluso le enseñó a mi madre su "aviso de condición crítica".

Mi madre les dijo que había notado que las inyecciones IV se deslizaban por la aguja y se escurrían en su brazo, mientras que las pastillas que tomaba pasaban intactas a través de su cuerpo. Sus amigas le aseguraron que el Maestro estaba cuidando de ella y que ya no tenía ninguna enfermedad. Mientras siguiera leyendo los libros de Dafa y practicando los ejercicios de Dafa, seguro que estaría bien.

Se fueron después de enviar pensamientos rectos para mi madre. Ella estaba muy inspirada y parecía mucho más enérgica. Su apetito había aumentado mucho y al quedarse dormida ya no dijo cosas sin sentido.

Dos días más tarde le hicieron una tomografía y se demostró que todos los signos vitales eran normales. Mi madre fue dada de alta del hospital el 18 de junio.

Después de regresar a casa, varios practicantes iban a visitarla todas las tardes para leer libros de Dafa, practicar los ejercicios y enviar pensamientos rectos.

El 17 de julio, cuando regresó al hospital para un examen de seguimiento, el médico y las enfermeras se sorprendieron al verla caminando sola. No podían creer que se había recuperado tan rápidamente.

Mi madre les dijo que estos milagros se deben a su práctica de Falun Gong. Todo el personal médico quedó asombrado.

Aunque todos los resultados del chequeo salieron normales, todavía estábamos un poco aprensivos y les preguntamos a los médicos si necesitaba medicación adicional.

Uno de ellos dijo sin pensar: "Simplemente no lo entiendo. Teóricamente, no sólo no puede dejar de tomar la medicación, sino que una dosis menor ya no podría controlar sus síntomas. Pero ella ha dejado de tomar las medicinas por mucho tiempo y sin embargo logró recuperarse por completo. ¿Cómo le podría prescribir algún otro medicamento? Diría que mejor ya no tome más pastillas, que vaya a su casa y siga practicando sus ejercicios”.

La hospitalización versus la práctica de Falun Gong

La larga hospitalización de mi madre que duró meses, costó a nuestra familia más de 110.000 yuanes. Se había quedado en un hospital de primera categoría y le habían administrado medicamentos importados, sin embargo, casi se muere.

Por otro lado, dos visitas de unos pocos practicantes de Falun Gong en el hospital costaron cero yuanes. Se quedaron junto con mi madre menos de tres horas, sin embargo, ayudaron a que su recuperación sea una realidad.

Agradecemos sinceramente al Maestro Li, el fundador de Falun Gong, por salvar a mi madre de la muerte. Todos los miembros de nuestra familia, nuestros amigos, los médicos y las enfermeras fueron testigos de su milagrosa recuperación y estamos totalmente convencidos de que Falun Gong es extraordinario.

Todos los síntomas de mi madre están documentados por el hospital por si alguien no lo cree y quiere verificar su historia médica.

 

Versión en inglés: http://en.minghui.org/html/articles/2013/8/22/141640.html