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Resumen de los principales hechos:
Nombre: Li Ling (李凌)
Género: Femenino
Edad: 51 años
Dirección: Distrito de Guta, provincia de Liaoning
Ocupación: Directora del departamento de trabajo del distrito de Guta, ciudad de Jinzhou
Fecha de su muerte: Noviembre de 2004
Fecha del último arresto: 28 de mayo de 2002
Último lugar de detención: Prisión provincial para mujeres de Liaoning (辽宁女子监狱)
Ciudad: Jinzhou
Provincia: Liaoning
Persecución sufrida: Privación del sueño, trabajo forzado, lavado de cerebro, sentencia ilegal, administración de drogas desconocidas, golpizas, encarcelamiento, confinamiento solitario, tortura, asalto sexual, alimentación forzada, despido laboral, restricción física, detención, negación del uso del baño
Perseguidores claves: Zhang Chun'e (张春娥), Sun Yawei (孙亚威), Guo Haiyan (果海燕), Xu Man (徐曼), Guo Naijuan (郭乃娟)
Alrededor de las 2:00 a mediados de noviembre de 2004, un testigo en la prisión provincial para mujeres de Liaoning vio al presidiario Zhang Chun’e empujar la cara de la Sra. Li Ling contra la cama, cubrirle la cabeza con una bufanda gruesa, y sobre eso presionarla con una almohada.
La Sra. Li Ling de 51 años murió sofocada. La prisión arregló que una enorme reclusa se llevara su cuerpo alrededor de las 3:00 o 4:00. La prisión le mintió a su familia diciéndoles que murió de un ataque al corazón.
La Sra. Li comenzó a practicar Falun Gong cuando el Sr. Li Hongzhi, el fundador de Falun Dafa, enseñó en la ciudad de Jinzhou el 5 de abril de 1996. Poco después de empezar la práctica, sus enfermedades desaparecieron. Empezó a seguir los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia, y se hizo más bondadosa con el personal en el departamento de trabajo del distrito de Guta, de donde era directora.
Sin embargo, fue arrestada y sentenciada dos veces en 1999 y en 2002 después de que comenzara la persecución. Mientras estaba en custodia, fue sometida a abusos severos con el intento de hacerla renunciar a su fe en Falun Dafa, y finalmente murió como resultado de las torturas.
Enflaquecida y al borde de la muerte durante su primer encarcelamiento
El 26 de octubre de 1999 fue con otros practicantes a la plaza Tiananmen, y desplegaron una bandera que decía “Falun Dafa es bueno”. Inmediatamente fue arrestada por el departamento de policía de Beijing y sentenciada a un año y medio de prisión y su familia no recibió ninguna notificación. En abril de 2000 fue transferida a la prisión de Dabei en Shenyang, y detenida en el tercer batallón del tercer escuadrón. Sun Yawei era el guardia a cargo, Guo Haiyan, el jefe de disciplina, y Xu Man el jefe del tercer batallón.
Durante la detención Sun Yawei, Guo Haiyan y Xu Man hicieron todos los esfuerzos para forzarla a renunciar a su fe. Se turnaron para hablar con ella, intentando lavarle el cerebro con teorías que distorsionaban el significado de las enseñanzas de Falun Dafa. Como quedó confundida con las mentiras escribió una declaración de renuncia a Falun Dafa. Sin embargo, en agosto de 2000 se dio cuenta de que había cometido un error, y enunció que todas sus declaraciones era inválidas, y que nunca más traicionaría Dafa ni a su fundador.
Repetidas veces que le regresaran la declaración que había escrito, lo que molestó a aquellos que habían tomado el crédito y recibido una recompensa por hacerla renunciar. Estos la trataron aún peor. Difundieron rumores de que estaba mentalmente enferma, y la alimentaron a la fuerza con drogas desconocidas que dañaron su sistema nervioso. Las drogas le causaron un dolor tan intenso de cabeza que perdió la consciencia. Se golpeó la cabeza con el radiador de una estufa y comenzó a sangrar profusamente. Sin embargo, la Sra. Li nunca se rindió ante la cruel persecución.
Los perseguidores recurrieron a encerrarla en una celda pequeña. La colocaron en una celda de 2 metros cuadrados que era oscura y húmeda, sin ventanas. No podía pararse ni estirar las piernas cuando estaba en el piso. No tenía permitido alejarse de la celda ni siquiera para ir al baño. Para comer solo le daban una pedazo de pan duro por día.
Los perseguidores no le dieron ropa de cama y le quitaron toda su ropa para humillarla. La forzaron a que se sentaran en el piso húmedo, desnuda, con seis prisioneros asignados a vigilarla para evitar que hiciera los ejercicios. No le permitieron dormir, la torturaron, e intentaron forzarla a escribir una declaración de renuncia a la práctica y con calumnias a Dafa y su fundador. Se rehusó y realizó una huelga de hambre para protestar. Durante la alimentación forzada, le abrieron la boca con palancas causando que su boca sangrara y que los dientes quedaran sueltos y desacomodados.
Las torturas que recibió fueron de tal magnitud que estaba hecha un esqueleto lleno de sarna. Estaba extremadamente débil cuando fue liberada el 6 de abril de 2001.
Torturada hasta la muerte en el segundo encarcelamiento
El 28 de mayo de 2002, alrededor de las 20:00, la Sra. Li fue arrestada en su casa, y llevada al primer centro de detención de la ciudad de Jinzhou, y sentenciada a cuatro años de prisión. Nuevamente fue colocada en el tercer batallón del tercer escuadrón de la prisión provincial para mujeres de Liaoning. Fue perseguida por los mismos guardias de antes, Sun Yawei, Guo Hiayuan, Xu Man, entre otros.
Debido a que se mantuvo firme en su creencia, fue catalogada como “objetivo clave” para “transformación” forzada. Los perseguidores la obligaron a realizar más de diez horas por día de trabajo, y por la noche ordenaron a los reclusos que la torturaran, presionándola para que recitara las reglas de la prisión, no dejándola dormir ni usar el baño, forzándola a sentarse en cuclillas por largos periodos de tiempo, golpeándola y regañándola. No solo no le permitían hablar ni hacer contacto visual con otros, sino que también prohibieron las visitas familiares y llamadas. La prisión controlaba y malversaba el dinero que su familia depositaba para ella. También la tenían bajo amenaza. Debido a las torturas físicas y espirituales de largo plazo, el pelo de la Sra. Li se puso gris y su cuerpo se hinchó.
Durante el verano del 2003, Guo Naijuan tomó el lugar de Guo Haiyan como jefe de disciplina, y adoptó métodos más crueles para perseguirla, y ella a modo de protesta contra el abuso, gritaba: “Falun Dafa es bueno” camino al taller desde la celda. Varios guardias y prisioneros la empujaron contra el suelo y se la llevaron para torturarla. Realizó una huelga de hambre, pero los guardias se la llevaron al hospital de la prisión y la alimentaron a la fuerza brutalmente.
En octubre de 2004 regresó a la celda, con dos presidiarias, Zhang Chun’e y Zhu Qirong, que estaban allí para vigilarla. Los guardias y prisioneras la golpeaban y torturaban durante el día, y por la noche la encerraban en una habitación cuando los otros prisioneros regresaban del taller, para prevenir que la vieran o hablaran con ella.
La Sra. Li estaba detenida al final del pasillo y la mantenían segregada del resto de los prisioneros. A menudo se la escuchaba gritar pidiendo ayuda. Para evitar que los demás la escucharan, especialmente cuando todos volvían del taller, los guardias la amordazaban y ataban sus manos detrás de la espalda. También le negaban el uso del baño. Si no podía aguantar más, tenía que mojarse los pantalones, y por ello también recibía severas palizas.