[Minghui Net] Era muy joven cuando empecé a practicar Dafa. Crecí con Dafa, con la misericordiosa protección de Shifu y con Verdad-Benevolencia-Tolerancia como guía. Con el apoyo y la educación de mis padres, pude usar el estándar de un cultivador para juzgar las cosas y caminar el camino de la cultivación con pensamientos y acciones rectas.
Sin embargo, por la contaminación de la gran tina de tintura de la sociedad, mis apegos y yeli se habían acumulado vida tras vida, haciéndome difícil superar pruebas y tribulaciones durante la cultivación, en particular el apego al qing.
Los apegos de cada uno de los dizi son diferentes. No me importaba la fama o la fortuna, pero el apego al qing era algo a lo que no podía renunciar. Desde que comencé mi cultivación de jovencita, elegí no tener novio, ni siquiera cuando cursaba la universidad o después de mi graduación. Sin embargo, eso no significaba que los sentimientos entre hombre y mujer me fueran indiferentes, ni que no me importaran el deseo y la lujuria.
En el pasado me oponía firmemente al casamiento y al noviazgo entre cultivadores, pero además de eliminar deseos y de ser responsable con la cultivación personal, había surgido el temor. Tenía miedo de quedar atrapada en mis emociones y fracasar, miedo a salir lastimada, y miedo de que alguien a quien yo considerara especial no lograra satisfacer mi estándar de perfección. También temía cometer errores. En consecuencia me di cuenta de que casarse con un compañero practicante era aceptable, al igual que conformarse con la sociedad común sin dañar la cultivación propia. Parecía, sin embargo, que sin qing no sería como un matrimonio, y en primer lugar sería mejor no casarse.
Aunque elegía no buscar un novio y planeaba evitar el casamiento, aún tenía que enfrentar los apegos. Si un Dafa dizi tiene emociones humanas desde el corazón o no, Shifu es quien lo sabe verdaderamente, y encontrará las oportunidades para que nosotros podamos eliminarlas y elevarnos. Mientras tanto, las viejas fuerzas también lo ven claramente, y buscarán entre las fisuras, intentando derribarnos.
Shifu y Dafa me otorgaron un cuerpo saludable, un carácter despreocupado, y una actitud amable y sincera, por lo cual tenía muchos pretendientes. En el pasado los rechazaba a todos firmemente. Algunos se volvieron amigos, comprendían la verdad de Dafa y eligieron un brillante futuro, pero el proceso no me ayudaba a remover mis apegos de qing entre hombre y mujer.
Shifu nos enseñó:
“Todos aquellos corazones que no puedes dejar entre la gente común, hay que hacer que los dejes. Todos los corazones de apego, siempre que los tengas, tienen que ser molidos y desechados en todo tipo de ambientes. Se te hace tropezar, y desde dentro de esto te iluminas al Dao; la cultivación-refinamiento transcurre de esta manera” (Zhuan Falun).
Alguien que no es practicante comenzó a perseguirme el año pasado, y perseveró sin importar cómo lo rechazara. Cedía a todos mis pedidos, me cuidaba de toda forma posible, por lo que desarrollé un fuerte sentimiento de entusiasmo, y la mentalidad de ostentar. Ser amada frente a otros me hizo sentir atractiva, y me sentía muy feliz cuando se manifestaba con palabras de cariño. Aunque estudiaba el Fa diariamente, mis pensamientos rectos ya estaban disminuyendo.
Cuando me pidió nuevamente que sea su novia, lo rechacé contra mi voluntad. Inesperadamente, él empezó a llorar, y afirmó que no quería seguir viviendo sin mí. En ese momento, mi compasión ya había perdido el poder del Fa, y se había convertido en mera comprensión común. Cuando le clarifiqué la verdad de Dafa, escuchó silenciosamente y me dijo que su mamá también solía practicar Falun Gong. Dijo que quería hacer las tres renuncias y aseguró que lo dejaría todo por mí. Estaba apegada al sentirme amada, temerosa de perder esa relación que parecía ser sincera, y acepté con pocas ganas.
A continuación, mi estado de cultivación se volvió peor. Tenía que obligarme a estudiar el Fa. Sabía que el estudio del Fa era serio, no una mera formalidad, y siempre que mi mente divagaba, tenía que releer la sección que estaba leyendo. Debido a interferencias, mi mente seguía dando vueltas, y me llevaba mucho tiempo terminar de leer una lección. A pesar de estar leyendo el Fa, no llegaba a medirme con el estándar del Fa, e incluso sabía a veces que mis acciones no estaban basadas en el Fa. No rectificaba la situación, no me cultivaba genuinamente, entonces no mejoraba, y en lugar de eso me deslicé cuesta abajo.
Impulsada por la lujuria, me sentía feliz y encantada cada vez que estábamos cerca, pero cuando regresaba a casa para estudiar el Fa, tenía un fuerte sentimiento de culpa, y sentía que un cultivador no debía comportarse de esa manera. Estar apegada al qing por tanto tiempo era como ser adicta a las drogas. Aunque sabía que no era bueno, era muy difícil detenerlo. Una mano se aferraba a los principios divinos, mientras que la otra sostenía deseos humanos comunes. Me sentía abatida bajo tan enorme presión. Y no sabía qué hacer.
Mientras más lo conocía, más descubría las diferencias entre un cultivador y una persona común. Sus pensamientos y sus interacciones con otros eran extremadamente egoístas. Su mente estaba profundamente contaminada con la cultura del partido. No tenía pensamientos rectos para nada, sino mucho yeli. Cuando se enfermó, fui a verlo y le pedí que dijera “Falun Dafa es bueno”, y le di un amuleto. Para mi sorpresa los rechazó y me dijo la verdad. Me dijo que él no aceptaba verdaderamente a Dafa, pero que solo había dicho eso para continuar con nuestra relación. Cuando intenté clarificarle la verdad nuevamente, la rechazó por completo. Sólo entonces conocí quien era realmente. Decidí terminar con nuestra relación.
El golpe más duro fue que de inmediato estuvo de acuerdo con terminar nuestra relación, actuaba como una persona completamente diferente. Era frío e indiferente, y dijo muchas palabras hirientes.
Esto me recordó las palabras de Shifu:
“Pero generalmente cuando viene un conflicto, si a uno no lo irrita hasta lo profundo del corazón, no vale, no sirve para elevarse” (Zhuan Falun).
Siempre había actuado con orgullo y distancia, y por sobre los intereses mundanos, fue muy duro manejar esa humillación. Todo tipo de emociones surgieron, incluyendo la auto estima, el salvaguardar mi prestigio, la mentalidad de pelear y la vanidad. Aunque en apariencia parecía calma y serena, estaba furiosa con él. Me sentía como una persona común.
Esta vez realmente tocó mis apegos fundamentales, exponiendo por completo todas esas emociones humanas profundamente asentadas. Mientras estaba golpeada por la tribulación durante bastante tiempo, sentía que toda la situación era injusta y lloraba mucho. También me culpé por la brecha que había dejado para que las viejas fuerzas se aprovecharan. Sentía que por él me había deslizado cuesta abajo, desarrollando resentimiento en su contra. Cuando lo vi persiguiendo a otras mujeres, desarrollé celos y un corazón de represalia en su contra. Incluso pensaba que si esta persona común estaba persiguiendo a un cultivador debía encontrarse con la retribución.
Afortunadamente, durante la batalla contra los apegos de lujuria, deseo, e interferencia de las viejas fuerzas, aún tenía pensamientos rectos, así como también la misericordia y protección de Shifu. Mantuve mi estado de cultivadora. De otro modo, estaría completamente arruinada y no podría mirar a Shifu.
“Esto es algo que digo a menudo: una vez que tomas Dafa, lo que encuentres –sea bueno o malo– es una cosa buena. (Aplausos), ya que ocurrió sólo porque te estás cultivando en Dafa. Algunos estudiantes experimentan todo tipo de penalidades después de tomar Dafa” (Enseñando el Fa en San Francisco, 2005).
Dafa no tiene límites. Shifu es compasivo, y a pesar de no haber superado bien esta prueba, Shifu no me abandonó. Por el contrario, me ayudó a iluminarme aún más. Recordé los primeros diez años de mi cultivación, cuando logré enfrentar la persecución de manera diligente y digna, con amplios pensamientos rectos. ¿Cómo podía estancarme en este pequeño asunto? Debo atesorar el camino, hacer mi mejor esfuerzo por cultivarme, superar tribulaciones, y caminar bien el trayecto final del camino, y nunca más decepcionar a Shifu.
Intensifiqué el estudio del Fa, durmiendo solo tres o cuatro horas por noche. Estudié todas las enseñanzas del Maestro sistemáticamente, registrando en un cuaderno cuando encontraba un apego luego de mirar hacia adentro. Escribí “cultivación genuina” sobre una pared como recordatorio. También intensifiqué el envío de pensamientos rectos, rectificando cada uno de mis pensamientos. Mientras existiera un corazón humano en la superficie, o interferencias de recuerdos pasados, debía negarlos plenamente. Quería pensamientos rectos, no pensamientos humanos.
Cada vez que enviaba pensamientos rectos agregaba “Negar completamente todos los arreglos de las viejas fuerzas, solo seguir a Shifu. Eliminar por completo los demonios de qing, disolver los elementos fundamentales de la lujuria, celos, la mentalidad de ostentación, y la mentalidad de pelea”. Dejé de ver televisión y películas, y no escuché canciones de amor. Ahora solo escucho las canciones de Dafa, “Nueve comentarios sobre el partido comunista” y “Disolviendo la cultura del partido”, y memorizo Hong Yin. Me rehusé a darme la oportunidad de fantasear con cualquier noción formada luego del nacimiento, y recuerdo la misión de un Dafa dizi. Uso cada oportunidad para salvar personas, y enfoco mi mente en mi cultivación y en salvar seres conscientes.
Luego de un período de estudio del Fa y de verdadera cultivación, mi estado de cultivación cambió, y pude soltar muchas emociones humanas que había en mi corazón. Una noche tuve un sueño, y entendí la relación predestinada con mi ex-novio. En una vida anterior, para poder estar conmigo, el pagó mucho dinero, incluyendo riqueza, poder, familia y hasta su vida.
Sin embargo, esta vez, aún seguía rechazándolo y afirmaba que no le había pedido hacer todo eso, y no cambiaba mi manera de pensar aunque sus padres me imploraban. Esta vida tenía que ver con pagar la deuda de resentimiento, y él ahora quería que yo la pagara. No importa si esto es verdad o no, ya no guardo resentimiento en su contra. Aunque él me haya tratado bien o mal, no estaba afectada.
Quizás, para empezar no era realmente él, sino las viejas fuerzas, usando la relación predestinada para ponerme a prueba y poder arruinarme. Una persona común es fácilmente manipulable por las viejas fuerzas, y él fue sólo una lamentable marioneta. No me cultivé bien, no tuve pensamientos ni acciones rectas, no pude salvarlo y por poco me arruiné. Finalmente me di cuenta que los apegos son amarguras que uno encuentra dentro de sí mismo. Eliminar los apegos también causa gran dolor, pero cuando se los abandona definitivamente, no habrá más dolor. Es realmente como dijo Shifu,
Lo que se abandona no es a uno mismo
Sino a todo lo absurdo dentro del laberinto
(“Desechando apegos” Hong Yin Vol. II)
Durante el proceso de estudio del Fa, mirando hacia adentro, y eliminando apegos, gradualmente restauré mi estado diligente. Al compartir esto con compañeros practicantes, me gustaría primero exponer todas mis emociones humanas profundamente asentadas, eliminarlas completamente de mi dimensión, y cultivarme bien. También me gustaría darle una ventaja a mis jóvenes compañeros practicantes, y espero que este relato pueda ayudarlos. Mejoremos todos juntos diligentemente en nuestra cultivación.
Gracias a los dizi de Minghui por su altruista devoción. Cada vez que leemos Minghui nos sentimos motivados. Agreguemos más pensamientos rectos y seamos más diligentes. Este es mi entendimiento individual, por favor señalen cualquier falla.