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Lo que vi mientras enviaba pensamientos rectos a las 6:00 a.m.
Hace unos días, vi algunas escenas en otras dimensiones mientras enviaba pensamientos rectos. Un día a las 6:00 a.m., vi demonios perversos y fantasmas podridos en nubes negras volando hacia nosotros. Vi tres pequeños demonios en una gran nube negra. Uno de ellos se sentó en la nube, sosteniendo un libro que enumeraba los nombres de los practicantes que no eran diligentes en la cultivación. Los otros dos se pararon a la izquierda y a la derecha, sosteniendo cuchillos en sus manos.
Había pequeñas nubes negras debajo de las grandes nubes negras. Dos pequeños fantasmas estaban en una pequeña nube. Uno de los fantasmas envió un trueno ensordecedor. El otro fantasma envió rayos. Debajo de ellos estaba el campo principal, donde la batalla entre el bien y el mal se concentraba. Bandadas de fantasmas negros volaban del infierno y peleaban contra los practicantes de Dafa que estaba enviando pensamientos rectos en nubes blancas.
Algunos practicantes tenían armaduras, sosteniendo enormes hachas con energía; sin embargo, algunos practicantes que no son diligentes estaban vestidos con harapos, y tenían unas espadas oxidadas. Durante la pelea, los Dafa dizi pelearon contra los fantasmas. Algunos practicantes recibieron heridas. Las heridas se manifestaron como diferentes tipos de enfermedades en esta dimensión. A algunos practicantes les salieron llagas, algunos fiebre alta, algunos tosían, algunos tenían dolor, etc.
Los fantasmas perversos que eran eliminados por los Dafa dizi se disolvían, se convertían en gotas de agua y caían en una olla de aceite hirviendo, donde se evaproban.
Lo que vi una vez cuando envié pensamientos rectos al mediodía
Un mediodía mientras enviaba pensamientos rectos, por segunda vez vi cientos de miles de fantasmas perversos con rostros de asesinos y caras siniestras. Esos practicantes que no son diligentes fueron heridos por estos fantasmas. Cada practicante herido recibió cientos de puñaladas de espadas. En esta dimensión las heridas se manifestaron como cáncer, diabetes, u otras enfermedades.
Cuando la guerra entre lo recto y lo perverso comenzó, los fantasmas salían del infierno para unirse a la pelea. Muchos practicantes diligentes entraron a las cuevas del mal para eliminar a los fantasmas. Vi un practicante diligente sosteniendo una lanza larga y tirándola con gran esfuerzo al demonio que controlaba a los fantasmas. El demonio cayó del trono en una olla de agua hirviendo. Su cuerpo se hizo burbujas, se transformó en gas y desapareció.
Otro practicante diligente corrió hacia el infierno, sosteniendo una espada filosa. Se la clavó a un rey del infierno que perseguía a practicantes. Vi como ese rey del infierno caía de su trono negro, cayendo luego a una olla de aceite hirviendo. Su cuerpo se transformó en gas negro y luego en un dragón negro. Pronto terminó freído. Su cuerpo quedó flotando en la superficie del aceite.
Lo que vi otra vez cuando enviaba pensamientos rectos
Otra vez al mediodía, mientras enviaba pensamientos rectos, vi pequeños demonios y fantasmas saliendo del infierno corriendo hacia nosotros. Emitían un gas negro, tenían una armadura hedionda y sostenían lanzas de serpientes. Los practicantes cooperaron entre sí y lucharon contra ellos. Algunos practicantes que no son diligentes recibieron heridas. La manifestación en esta dimensión era que estos practicantes estaban muriendo. Todos los practicantes diligentes estaban por irrumpir en la cueva de los pequeños fantasmas pero estos cerraron la puerta firmemente y no dejaron que los practicantes entraran.
Un practicante usó un palo para partir la puerta en dos pedazos, y se apresuró a entrar en el infierno para matar fantasmas. Los practicantes enviaron poderes divinos y mataron a todos los demonios y fantasmas en el infierno. Luego vi a Shifu vistiendo un atuendo dorado brillante sosteniendo su palma erecta silenciosamente, reforzando a sus dizi. El demonio más grande, sonriendo descaradamente, le dijo a Shifu: “Mira a tus practicantes que no son diligentes. Están sufriendo tribulaciones. ¿Aun los reconoces como tus discípulos?”. Shifu no dijo nada.
Instantáneamente Shifu tiró al demonio más grande a una olla de aceite hirviendo. Todas las ollas hirvientes se unieron unas a otras como una cadena de metal. Los demonios explotaron con un gran sonido. Luego las otras ollas explotaron una tras otra. La mayoría de los fantasmas fueron eliminados pero algunos escaparon. El gran demonio murió. Su montadura era un gran dragón rojo perverso. En ese momento, el dragón perverso se abalanzó sobre los practicantes. Los practicantes diligentes le pidieron a los guerreros del Fa y a los Fashen de Shifu ayuda, luego apuñalaron al dragón perverso con mucho esfuerzo. El dragón perverso cayó al lado del demonio muerto. Sangre verde salía de su cuerpo y finalmente murió.
Los cielos se aclararon.
Lo compartido es lo que vio un joven practicante en su nivel actual de cultivación, narrado por un joven practicante y escrito por otro practicante. Si encuentran algo incorrecto, por favor señalarlo compasivamente.