[Minghui Net] He leído en el sitio web Minghui que muchos practicantes sufrieron físicamente después de haber sido condenados ilegalmente y enviados a campos de trabajo forzado. Aún así, la malvada policía se ha negado a liberarlos. Me gustaría compartir mi experiencia con mis compañeros practicantes.
Cada uno tiene una situación diferente y un camino de cultivación único. Sin embargo, creer en Shifu y Dafa durante la persecución, tener pensamientos rectos y dejar ir el apego a la vida y la muerte son todos de gran importancia. Por otra parte, debemos ser capaces de iluminarnos a las señales de Shifu. De hecho, todas las cosas malas en nuestra cultivación son causadas por nosotros mismos.
Obtuve el Fa en 1999. Desde el día que empecé a cultivarme estaba decidida a practicar, incluso si tendría que abandonar todo lo del mundo secular. En enero de 2001, los agentes del partido comunista chino (PCCh) me enviaron a un campo de trabajo y fui detenida allí durante tres años. Mantuve mi firme creencia en Dafa. Aunque era consciente de que la persecución era muy grave, tenía una mente firme de que, a pesar de que podría perder mi vida, no traicionaría a Shifu y a Dafa. La noche en que fui enviada al campo de trabajo, tuve un sueño. Había luz en frente de mí y yo corría hacia ella. Un hombre corría detrás de mí con una pistola y me gritó: "te pego un tiro si no te paras". No me importó si me iba a matar o no y seguí corriendo.
Desde que era niña, les tenía mucho miedo a las inyecciones. Cuando tenía veinte años me aplicaron una inyección y me desmayé. Después de que comenzó la persecución y fui enviada a un campo de trabajo, me hicieron un examen físico y quisieron pruebas de mi sangre. Una enfermera sostenía una aguja e intentó insertarla en mi brazo. Estaba pensando que si no podía aguantar este dolor, ¿cómo podría decir que dejaba el apego a la vida y la muerte? Miré a la enfermera que estaba buscando un vaso sanguíneo en mi brazo. Me dijo que mis vasos sanguíneos eran demasiado finos para extraer la sangre y le tomó mucho tiempo encontrar una vena. Al final, no pudo sacar nada. Después, vino a intentar lo mismo la jefa de las enfermeras, pero me dijo que mi sangre era demasiado densa. Como resultado, solo tomó un poco de sangre. Desde la perspectiva de la ciencia médica de la gente común, ese tipo de sangre es de muy mala calidad. Sin embargo, me iluminé a que la sangre de los practicantes es muy pura y preciosa. Era Shifu quien me protegía e impedía que perdiera demasiada sangre. Posteriormente, me pasaron por otros exámenes y, por último, el campo de trabajo se negó a aceptarme. Yo no sabía lo que estaba pasando.
Al día siguiente, la policía se negó a darse por vencida y me llevó a un hospital para un chequeo. El médico le dijo a la policía: "Ella está muy enferma". Le respondí: "No estoy enferma". El médico estaba muy molesto: "Estamos utilizando un dispositivo de muy alta tecnología para revisar su cuerpo. ¿Cómo puede decir que no está enferma?". De repente, me di cuenta de que Shifu me estaba protegiendo y parecía estar enferma. Volví a casa. Posteriormente, la policía vio que era muy saludable y trató de mandarme de vuelta al campo de trabajo varias veces, pero no pudo hacerlo, ya que tenía fuertes pensamientos rectos y Shifu me estaba protegiendo.
En 2006 las autoridades del régimen me dieron una larga pena de prisión. En todo el proceso, tuve la mente clara y pensamientos rectos. Sin embargo, había cosas que no había hecho bien y algunos resultados no fueron tan buenos. Aquellos fueron causados por mi búsqueda incorrecta.
Desde el principio, envié pensamientos rectos todos los días y se convirtió en un hábito. Podía sentir que había un campo de energía muy poderoso que me rodeaba. Se convirtió en algo natural para mí hacerlo y estaba muy enfocada. Unos días más tarde, además de enviar pensamientos rectos, comencé a recitar el Fa y aclarar la verdad. Desde el momento en que fui detenida, creí firmemente que los factores malignos no tendrían éxito porque Shifu me estaba protegiendo. No debía ir a la cárcel y, si realmente lo hacía, no tendría miedo. No iba a cooperar con la malvada policía, no por luchar con ellos, sino por no tenerles miedo, no ser arrogante o abatida, para que pudieran sentir que nada podría cambiar los pensamientos firmes de los practicantes de Dafa.
Después que me comunicaron la decisión de la corte, exigí la apelación. Los guardias del centro de detención trataron de persuadirme de que no la hiciera, diciéndome que no iban a reducir la pena para mí. Les respondí que no apelaba para una reducción de la pena, sino para defender la verdad y contarles los hechos a los demás. Estaba apelando porque no reconocía la persecución.
Nunca había escrito una petición, no sabía cómo escribirla y por esto me fue difícil hacerlo. Sin embargo, sabía que tenía que apelar y tratar de escribirla de la mejor manera posible, sin importar lo difícil que fuera. El plazo de diez días estaba a punto de expirar. Al octavo día, con la ayuda de Shifu empecé a escribir la petición. Escribí varias páginas muy rápidamente. Hice tres copias a mano y le di una copia a la estación de policía, otra a la Fiscalía y otra a la Corte.
El tribunal estaba tratando de condenarme con la excusa de que había hecho materiales para clarificar la verdad. Por lo tanto, en mi petición, señalaba que no estaba haciendo nada malo al hacer materiales para explicarle a la gente los hechos. Estaba salvando a la gente y realmente hacía algo bueno. Cuando me dijeron que yo distribuía materiales que se oponían al partido, les dije que sólo informaba a la gente sobre la persecución y los hechos de Falun Gong.
Después de leer mi petición, algunas personas derramaron lágrimas. Algunos dijeron que estaba bien escrito. Ellos sonrieron y dijeron: "Su tono es muy generoso. Es como si usted estuviera a cargo y tomara las decisiones". Dije para mi: "Es Shifu quién está rectificando el Fa y controla todo. Shifu es el que toma la decisión". Una persona dijo: "Está mal ser condenado a tantos años sólo por practicar Falun Gong". Le respondí: "Tal vez no voy a tener que permanecer en la cárcel ni un solo día".
En el camino a la cárcel, estaba pensando en cómo salvar a los dos adolescentes que estaban sentados detrás de mí. Ellos iban al centro de educación para delincuentes juveniles. La policía no permitía que habláramos. Pedí prestado un lápiz y tenía un pedazo de papel en el bolsillo. Escribí en el papel: "Practico Falun Gong. Falun Gong nos enseña cómo ser buenas personas. Por favor, recuerden que Falun Dafa es bueno". Justo cuando estaba a punto de terminar de escribir la última palabra "bueno", el policía volteó la cabeza hacia atrás y me pregunto: "¿Qué estás escribiendo? ¡Dámelo!". Pensé que, en primer lugar, debía terminar la palabra "bueno". El oficial se molestó mucho después de leer lo que escribí pero, unos minutos más tarde, él se rió y dijo: "Ella va a la cárcel, pero todavía se ve optimista".
Cuando me hicieron el examen físico, el médico me gritó: "¿Qué? ¿Cómo llegaste a esto?". También dijo: "Sólo escúchalos”. Dije para mí: "Voy a escuchar a Shifu". La cárcel me envió a un hospital para un examen más amplio. Después, un médico de alto nivel me dijo: "Usted tiene que someterse a una cirugía de inmediato". Nos miró a la policía y a mí antes de decir: "Depende de ella si la cirugía se realiza o no". Me di cuenta de que yo debería tomar la decisión. A veces, no nos iluminamos a ciertas cosas, pero Shifu nos da un indicio, a través de lo que nos dice alguien más. Depende de nosotros si nos damos cuenta o no. Posteriormente, la prisión se negó a aceptarme, pero la policía exigió que me acepten. Entonces, la prisión pidió otro examen de sangre y el resultado no fue muy bueno.
Cuando estaba saliendo con una delincuente que me estaba ayudando con mis cosas, un oficial de policía le preguntó: "¿Qué estás haciendo?" y ella respondió: "No la aceptaron para detenerla en la prisión, por lo que le estoy ayudando a llevarse sus cosas". El oficial siguió caminando con la cabeza hacia abajo y dijo: "Es bueno regresar. Es bueno regresar". De hecho, no sabemos cómo lidiar con muchas cosas, pero Shifu siempre nos da una pista. Me di cuenta de que regresar era volver a casa, no significaba volver al centro de detención.
Después de llegar al centro de detención, el guardia me dijo que necesitaba cirugía. Me negué a hacerla, entonces el guardia dijo: "No es cosa tuya". Estaban tratando de obligarme, pero mi mente estaba firme. El guardia dijo: "La cárcel no te aceptará y no se te puede sostener en el centro de detención para siempre. ¿Dónde iras?". Le dije: "voy a seguir el procedimiento normal". De hecho, no sabía cuál era el procedimiento normal. Había oído que si la prisión no aceptaba a la persona, ésta debe ser llevada a otro lugar dentro de un mes. Normalmente, la persona sería puesta en libertad. Por último, hice una huelga de hambre para protestar. Escribí cartas a todos los funcionarios de la prisión y les dije que iban a ser responsables de todo. Yo no quería estar en huelga de hambre, pero ellos me obligaron a hacerlo. Por fin, cuando mi cuerpo estaba a punto de llegar al límite, me dejaron en libertad bajo fianza sin otros requisitos.
Después de volver a casa, mucha gente pensaba que aun si no iba a morir, estaría gravemente enferma y nunca me recuperaría. No tenía miedo, pero pensé que iba a estar bien si sólo tuviera un poco de agua y comida. No tenía que comer nada especial, sino lo que sea que mi familia estaba comiendo. Por otra parte, todo funcionaba bien en mi cuerpo.
Me gustaría señalar que todo lo negativo que he experimentado ha sido el resultado de mis propias búsquedas. ¿Por qué fue el personal del régimen capaz de condenarme a diez años y tuve que ir a la cárcel? ¿Por qué tuve que ir a una huelga de hambre antes de que me soltaran? Cuando estaba en el centro de detención, todo el mundo tenía que ser contado y yo era el número 202. Me dije con el pensamiento de una persona común: "Voy a ser capaz de volver a casa. Sin embargo, tengo que pasar por un proceso". Por lo tanto, fui condenada a muchos años y me llevaron a la cárcel. Pasé por el proceso. En mi camino de regreso de la prisión, tuve el pensamiento de que no se rendirán fácilmente después de no haberme metido a la cárcel. Todo lo que me había pasado era debido a que mi mente no era recta.
También me enteré de que muchos practicantes hablaban de esas cuestiones. Una practicante estaba en un centro de detención, cuando su familia le llamó y le preguntó: "¿No es hora de que vuelvas?". Ella respondió: "¿Acaso depende de mí?". Después, ella se iluminó que Shifu le había dado una señal, preguntando: "¿No es hora de que vuelvas?". Fue similar a cuando Shifu estaba purificando los cuerpos de los practicantes antes de que comenzara la persecución y le preguntaba a la persona si estaba bien. Si pudiera mantener pensamientos rectos y contestar que estaba bien, entonces estaría bien. Otro practicante también estaba detenido en un campo de trabajo y un policía le preguntó: "¿Usted solo se queda aquí por dos días y luego vuelve a su casa?". Él no vio la señal y respondió: "No". Después, se culpó a sí mismo: "¿Por qué no tengo pensamientos rectos?". He escuchado muchas experiencias similares a esta de los practicantes. De hecho, Shifu nos protege cada minuto. No nos damos cuenta de las pistas que nos da Shifu, porque no nos desprendemos de nuestro apego a la vida y la muerte y nos bloquean nuestras nociones humanas. Por supuesto, nuestros cuerpos no están enfermos, pero cuando se examinan puede parecer que tienen "enfermedad". También, cuando alguna parte de nuestro cuerpo no se siente cómoda, debemos pensar si hemos tenido algunos apegos. Yo no cubrí todos los aspectos en la cuestión de los apegos. Algunos eran mis viejos entendimientos en aquel momento.
He compartido las experiencias anteriores para que los practicantes puedan aprender algunas lecciones positivas y para que sean capaces de decir no a la persecución. Por favor, señalen cualquier cosa inapropiada.
Versión en inglés: http://en.minghui.org/html/articles/2013/6/7/140345.html