[Minghui Net] La mayoría de los practicantes de nuestra ciudad empezaron a practicar Falun Dafa en 1996. Sin embargo, algunos se desviaron en su cultivación personal y también en la rectificación del Fa. En los últimos años, ocho practicantes tuvieron síntomas de enfermedad y fallecieron. Esto tuvo un impacto negativo en la gente de los alrededores y nos trajo obstáculos para clarificar la verdad y salvarlos.
Una dizi diligente afligida por yeli de enfermedad
Recientemente, dos practicantes más fueron perseguidos por las viejas fuerzas, manifestándose en la forma de ye de enfermedad. Una de ellas era una dizi de unos 50 años. Su personalidad era muy enérgica y solía reaccionar ante la menor provocación. Pero en otros aspectos, como por ejemplo al clarificar la verdad para salvar seres conscientes, era muy dedicada, en especial al hablar con las personas cara a cara. Hablaba con casi todos los que se encontrara en la vida cotidiana de la verdad sobre Falun Gong. Entre todos los dizi del pueblo, ella tenía un papel muy importante. Pero en los últimos años, también estuvo sufriendo ye de enfermedad.
Al principio, estaba herida y dolorida. Esto siguió por largo tiempo, aunque otros dizi no le prestaron atención al asunto. A mediados del mes de diciembre de 2012, el dolor de espalda se volvió intenso de repente, y perdió bastante peso. Incluso se le hacía difícil caminar 30 o 40 metros hasta el lugar de práctica. Estaba muy dolorida, y le pidió a algunos compañeros practicantes: “Por favor, envíen pensamientos rectos por mí, yo no puedo soportarlo. No quiero que las personas tengan una opinión negativa de Dafa por mi culpa”. Los compañeros practicantes la animaron a tener pensamientos rectos y también enviaron pensamientos rectos por ella. Pero algunos de los dizi que enviaban pensamientos rectos por ella tenían una opinión humana acerca de su situación y hablaban a sus espaldas. Algunos decían: “Ella siempre hiere a otros, y no mira hacia adentro. Si no cambia su personalidad, nuestros pensamientos rectos solo tendrán un efecto superficial. ¿Cómo va a funcionar esto?”. Otros decían: “Necesitamos ser responsables con ella y tenemos que hacer que descubra sus propios problemas, si logra cambiar a tiempo, podremos desintegrar la persecución”. Entonces, se enviaban hacia ella muchas quejas y críticas. Era precisamente como dijo el Maestro:
“Saben ustedes, lo que enviaron, forma en todo el mundo cosas viscosas; ya muy poca maldad puede interferir con ustedes” (“Los Dafa dizi tienen que estudiar el Fa – 2011 Fahui de Washington DC”).
Dos días más tarde, el yeli de la practicante se volvió más fuerte. Sus manos y pies se hincharon, tenía fiebre y no podía comer. Aunque los compañeros practicantes enviaban pensamientos rectos cerca de ella, igual perdía su consciencia por la fiebre. Todos estábamos nerviosos y preocupados.
Su familia la llevó al hospital, y el doctor dijo que tenía severas complicaciones por diabetes, grave falta de irrigación sanguínea, derrame pleural, e inflamación renal con presencia de coágulos en los riñones. Según el doctor, podía morir en cualquier momento. En ese momento la practicante presentaba dificultades respiratorias, sangre en la orina y fiebre alta. Los doctores efectuaron procedimientos de emergencia y le sugirieron que vaya a Beijing, que debía ser operada para extirparle los riñones. La practicante rechazó la propuesta del doctor y se fue a su casa.
Una vez allí, permanecía en reposo, y ni siquiera podía girar sin ayuda. Durante varios días no tuvo un momento de mejoría y transpiraba mucho.
Cada practicante en nuestro pueblo se preocupó por su situación. No podíamos darnos el lujo de perder a más practicantes y no podíamos causarle más pérdidas a Dafa. Además de enviar pensamientos rectos por ella, la apoyábamos para que también enviara pensamientos rectos y le pidiera ayuda al Maestro. ¿Qué más podíamos hacer? Sentíamos que el hecho de que sufriera esta persecución de las viejas fuerzas significaba que la persecución nos afectaba a todos como grupo. ¡La situación era tan urgente que no podíamos esperar! Nuestro coordinador se contactó con todos los practicantes de pueblos cercanos, y compartimos nuestro entendimiento sobre este asunto. Miramos el video de Shifu enseñando el Fa a los dizi Australianos tres veces. Cada dizi se iluminó a un nuevo entendimiento.
Reconociendo nuestras propias falencias
Al compartir experiencias, el coordinador dijo: “¿No deberíamos cambiar de raíz nuestras nociones humanas? Cuando ayudamos a los dizi que están atravesando una tribulación física, ¿Cuál es nuestro punto de partida? En la superficie parece que estamos ocupados ayudándola, visitándola, y enviando pensamientos rectos por ella (por supuesto, es lo que debemos hacer), pero de hecho, en nuestras mentes, teníamos el pensamiento subyacente de ayudar a un practicante a encontrar sus problemas y a que mejore ella misma”.
Otros practicantes se dieron cuenta: esas cosas habían sucedido con frecuencia aquí, no sólo es la dizi en tribulación quien necesita ayuda, sino que debe haber algo en cada uno de nosotros que impide que nos cultivemos como un solo cuerpo. Lo que Shifu quiere es que cada uno mire hacia adentro. De otro modo, lo que obtenemos es el crecimiento de nuestro apego a la búsqueda de un resultado. En el pasado, varios practicantes lamentablemente fallecieron, llevando con ellos nuestra búsqueda de fallas y quejas. Debemos realmente aprender de estas lecciones y no deberíamos dejar que sucedan de nuevo. Es necesario que cambiemos esta situación mala en algo bueno, para compensar por las pérdidas causadas a los seres conscientes.
¿Pero cómo cambiamos nuestras nociones? Nos dimos cuenta de que necesitábamos rectificar cada uno de los pensamientos que teníamos, negando por completo los arreglos de las viejas fuerzas. Necesitábamos cambiar nuestra noción de “ayudar al practicante a superar su tribulación” en “el practicante que está en tribulación nos está ayudando a cultivarnos”, y genuinamente cambiar de “ayudar a otros” en “Cultivarnos nosotros y liberarnos de nuestro pensamiento humano”. Ya es muy difícil para los practicantes que están sufriendo ye de enfermedad. No deberíamos agregar más presión sobre ellos ni más substancia negativa en su campo. Si sus pensamientos rectos son fuertes o no, si no han hecho las cosas bien en algún aspecto, somos nosotros los que necesitamos cambiar nuestras nociones y sólo destacar sus aspectos excelentes. Necesitamos formar verdaderamente un cuerpo y no dejar que las viejas fuerzas saquen ventaja de nuestras brechas.
Shifu no reconoce los arreglos de las viejas fuerzas, y nosotros tampoco deberíamos hacerlo. Nuestros compañeros practicantes son responsables de salvar a los seres conscientes, que es lo que Shifu quiere. Nunca nos rendiremos.
Como resultado, cada dizi participó cambiando su manera de pensar y eliminando el pensamiento humano, como: las quejas, celos hacia ella, falta de preocupación, apego a la comodidad, etc. Todos dejaron de mirar hacia afuera.
En el pasado cuando esta practicante perdía su paciencia con nosotros, la mayoría se molestaba. Aunque lo toleraban en la superficie, en sus corazones se quedaban indignados. También creían que era la oportunidad que les daba esa dizi de mejorar su xinxing. ¿No era eso un fuerte ego?
Shifu dijo:
“Es justamente porque tienen estos corazones de apego, que existen elementos que golpearán vuestros corazones; es precisamente porque este corazón tuyo ha sido provocado, que te irritas; cuando todos tienen estos apegos, surge la situación donde todos están irritados con la persona que golpea sus corazones” (“Exponiendo el Fa en el Fahui de Chicago de 2004”).
Nos dimos cuenta todos de que no era esta compañera practicante la que no hacía las cosas bien, éramos nosotros que nos aferrábamos tercamente a nuestros pensamientos humanos que no querían ser tocados. Y el Maestro hizo uso de esta dizi para ayudarnos a eliminar nuestros pensamientos humanos.
Cambiando nuestro pensamiento
Después de esto, todos los dizi dejaron de hablar sobre quién tiene razón y quién está equivocado. Todos empezamos silenciosamente a mirar hacia adentro y a enviar pensamientos rectos sólidos y puros: “Eliminar completamente todos los factores malignos que están persiguiendo a nuestra compañera practicante como enfermedad de yeli, y eliminar todos los factores que interfieren y controlan a esta compañera practicante y hacen que pierda su paciencia”.
Cuando la volvimos a ver, un coordinador le dijo con lágrimas en sus ojos: “Eres increíble. Estás soportando el dolor en forma de yeli de enfermedad. No solo te estás cultivando sino lo que es más importante, nos ayudaste a nosotros a encontrar nuestras falencias y nos ayudaste a cada uno de nosotros, nos ayudaste como un solo cuerpo. ¡Estamos tan agradecidos!
El cambiar de culpar a esta practicante a valorarla, ¡Qué gran cambio experimentamos! La dizi en tribulación lo sintió. Estaba muy emocionada. Tan pronto como cambiamos nosotros, ella se recuperó rápidamente. Unos días después, se levantó de la cama, empezó a cocinarse, y luego asistió al estudio del Fa diariamente. Ahora está salvando a seres conscientes de nuevo.
Cuando todos cambiamos como un solo cuerpo, ella también cambió. Se volvió más bondadosa y calma. También notamos la gentileza y la gracia tradicional de una dama en ella. Sabemos que esto es el apoyo de Shifu. Todos queremos expresar nuestro aprecio a Shifu por ayudarnos con este problema. También queremos agradecer a nuestros coordinadores por sus esfuerzos.
Lo anterior es una experiencia compartida en nuestro grupo de estudio; agradecemos a los practicantes que señalen cualquier cosa inapropiada.