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La profecía de un viejo monje se hace realidad

Mar. 4, 2013

[Minghui Net]

 

Profecía de un viejo monje

El 1 de mayo de 1966, tenía 11 años y vivía en la ciudad de Liaoyang, provincia de Liaoning. Para el “día del trabajador” mi escuela organizó un viaje a la montaña Qianshan en la ciudad vecina de Liaoyang. Cuando viajé a un monasterio budista, me quedé dando vueltas alrededor de un puesto admirando los suvenires en venta y fui dejada atrás por mis compañeros. Entré en el monasterio sola. Un viejo monje sentado en el patio me detuvo, diciendo que él había estado esperando por mí y que debería quedarme y convertirme en una monja budista.

Sus palabras me desconcertaron ya que yo era tan joven y nunca antes había escuchado algo así. Respondí: “Pero voy a extrañar a mi madre”. Él entonces intentó edificar: “¿Has oído hablar antes sobre las deidades?” Entonces le hablé de las varias deidades que conocía. Él preguntó: “¿Cuánto te gustaría la idea de convertirte en una de ellas?” Le dije: “Me gustaría, pero extraño a mi madre. Si no vuelvo a casa ella va a estar muy preocupada por mí”. Él dijo: “No te preocupes, ella sabrá. El poder divino de Fo Fa es omnipotente. Solo unos días después de tu reencarnación ya has olvidado quién eres. Si pudieras recordar quién eres realmente, estarías de rodillas pidiéndome que te tome como mi discípula”. Dije: “Sí quiero arrodillarme ante ti, y quiero cultivarme en una deidad, pero no me atrevo a dejar a mi madre. Tú realmente deberías haberme tomado como discípula cuando era niña e inocente. Ahora soy lo suficientemente grande para ser reacia a dejar a mi madre y, para ser honesta, quiero ir a la universidad cuando sea grande”.

Él dijo: “Nunca serás capaz de ir a la universidad. Un movimiento político va a arrasar esta tierra muy pronto. Va a durar por largo tiempo, unos diez años. Toda la gente estará involucrada en ello, y no habrá oportunidad para ti de ir a cualquier universidad”. Continuó: “Si no quieres quedarte conmigo, todavía tendrás oportunidad de cultivarte, pero tendrás que esperar por 30 años. En ese tiempo, un gran Fa llamado Falun Gong será diseminado en este mundo y mucha gente lo practicará. El hombre que diseminará este Fa ya ha descendido a este mundo. Puedes volverte una practicante después, pero tendrás que esperar por 30 años. En este mundo terrenal, tú descubres, tú captas con tu vida de mortal, pero lo que quedará en tus manos al final, es nada”. Le dije: “Me cultivaré en 30 años. Si me olvido, recuérdamelo entonces por favor”.

Mis compañeros de clase vinieron por mí después de dar la vuelta y me pidieron ir con ellos. Antes de irnos el viejo monje le pidió a un monje joven en kasaya budista que me detenga. Me separó de ellos diciendo: “Ustedes chicos vayan, pero ella se quedará aquí”. Sin saber qué estaba sucediendo, ellos me arrastraron de las manos y corrimos montaña abajo. Paramos en un lugar a medio camino bajando la montaña, que estaba cubierto por muchos puestos vendiendo suvenires. Antes de poder detenerme para recuperar el aliento, me encontré con el viejo monje que ya estaba ahí. Estaba sorprendida: “¿Por qué? ¿Cómo es que ya estás aquí, delante de nosotros? ¡No te vi bajando la montaña cuando bajamos corriendo! Él dijo: “Me ves aquí, pero no me viste correr hacia abajo por la montaña como ustedes, ya deberías saber quién soy”. Entonces me di cuenta de que podría ser una deidad. Viéndolo en mi camino, mis compañeros me arrastraron de la mano de nuevo y corrimos montaña abajo. Cuando estábamos en la salida lo vimos ahí una vez más. Me dijo: “Te sugeriría que no vuelvas al mundo terrenal. No obtendrás nada de este salvo miseria”. Mis compañeros me rodearon como si fueran guardaespaldas protegiendo a un VIP. Entré al colectivo, y saludé con la mano al viejo monje y le dije adiós. Esta historia sucedió el 1 de mayo de 1966. Un mes después, el 5 de junio, la “Gran Revolución Cultural”, que no tenía precedentes en la historia de la humanidad, se expandió en toda China. El movimiento duró diez años y nunca tuve la oportunidad de ir a una universidad.

Embarcarse en la cultivación en Dafa

 Amarga como lo era mi vida, siempre podía encontrar un empleo bien remunerado y respetable. Mucha gente quería el trabajo, pero en 1992, me sentía indiferente a mi buena fortuna y estaba ansiosa por llegar a convertirme en una cultivadora. El 1 de mayo de 1992, decidí que empezaría mi cultivación. Me hice a la idea de que iba a disponer de tiempo para la meditación todos los días desde ese día en adelante. Nunca dejaría de hacerlo hasta que encontrara la manera correcta, cuando la verdadera cultivación comenzaría. Después de terminar el trabajo me iba a meditar a un lugar que era muy poco probable ser visto por otros. Me sentaba en una losa de hormigón que sobró de un proyecto de construcción de mi empleador, que se oculta a la vista de la gente por la hierba alta que crece a su alrededor.

Seguí haciéndolo así hasta finales de otoño de 1995, cuando encontré el libro Zhuan Falun. Cuando lo leí, me absorbió por completo. Yo sabía que había encontrado lo que había estado buscando con tanto entusiasmo toda mi vida. Después de terminar de leerlo por primera vez, con respeto lo puse al lado y me arrodillé hacia el fundador de Falun Gong y le prometí que iba a ser un practicante de Falun Gong desde ese día. La verdad incrustada en Dafa nutrió mi mente como el agua nutre a un hombre sediento, tan inspirador que no podía dejarlo de lado una vez que comenzaba a leer. Pasé todo mi tiempo libre estudiando el Fa, excepto para cuidar de mi anciana madre. En enero de 1996, ella falleció y yo podía pasar todo mi tiempo cultivándome en Dafa. Por lo tanto, la profecía del anciano monje se hizo realidad mientras recorro el empinado y espinoso camino de cultivación, y seguí marchando hacia adelante hasta hoy.

Templando mi alma y purgando mi yeli

Shifu limpió mi cuerpo cuando comencé a practicar Falun Gong. En mi vida mundana había perseguido fama y beneficio personal, a costa de mi salud. Usualmente sufría de dolores de cabeza agudos que eran intolerables. Cuando Shifu limpió la enfermedad por mí, siempre lo hizo a medianoche cuando yo estaba profundamente dormida. Muy frecuentemente sucedió que me despertaba por el agudo dolor de cabeza a la mitad de la noche, pero simplemente lo toleraba sin tener que recurrir a algún medicamento. Sabía que era una señal de que Shifu estaba eliminando mi yeli que se había acumulado desde el inicio de mi vida. También sufría de dolores de muelas tan severos que a veces hasta no podía comer nada. El dolor se fue después de un período de tiempo y nunca más volvió. También había sido paciente de asma severo. Por tantos años, tenía dificultades al respirar y silbidos como si pudiera morir por falta de aire. Shifu también eliminó el yeli que causó la enfermedad. Después de dos meses el asma se fue. Fue un proceso difícil, pero nunca volvió después de atravesarlo.

El asma es una condición médica muy común entre la gente, y es considerado como incurable por la comunidad médica. Sólo los pacientes perciben el malestar indecible que ellos sufren. Mis síntomas eran mucho peor que la mayoría de los enfermos de asma. Nunca me podría haber recuperado de ello si no hubiera sido por la ayuda de Shifu. Ahora estoy libre de enfermedad alguna, sin tomar medicinas, todo debido a la purificación de Shifu en mi cuerpo.

Cuando practiqué por primera vez Falun Gong era como un niño cojo, sin saber cuán lejos podría ir en mi cultivación. Yo me examinaba a mi misma en todo lo que hacía midiendo mis acciones con el Fa. Un día fui a comprar un mapa. El vendedor por error me devolvió 50 yuanes de más, pero no lo noté hasta que volví a casa. Cuando volví hacia ellos, vi a la pareja discutiendo sobre el dinero perdido. Ellos estaban muy felices de verme. Les devolví el dinero y les dije: “Soy practicante de Falun Gong y no voy a permitir que pierdan dinero. Yo no podría haber actuado así si no practicara Falun Gong”.

Otra historia. Un día, un cajero olvidó cobrarme después de que compré muchas cosas en un supermercado. Después de irme fui a comprar en otra tienda. Mientras pagaba, me di cuenta que el cajero anterior no me cobró. Pensé que el cajero estaría muy preocupado por el error. Cuando me apresuré a volver allí le expliqué lo que había descubierto. Él dijo: “Justo después de que te fuiste me di cuenta que te había dejado ir sin cobrarte. Intenté alcanzarte, pero ya era demasiado tarde. Hablé con mis colegas sobre la mala suerte pero no pude hacer nada”. Viéndome volver a devolver el dinero, sus colegas le dijeron: “Tienes tanta suerte de conocer a tan buena persona. Es difícil de creer que una cosa así suceda hoy en día”. Les conté que soy un practicante de Falun Gong, que no se beneficiará de las pérdidas de otros. Ellos dijeron: “De ti podemos ver que los practicantes de Falun Gong son buenas personas, aunque al gobierno no le gusta y lo prohíbe con las tácticas más fuertes. Hemos visto otra persona volver porque le habían cobrado de menos. El también dijo que era un practicante de Falun Gong”.

Asistiendo a Shifu en la rectificación del Fa y salvando a la gente esclareciendo la verdad

Muy poca gente puede reconocer las mentiras de la propaganda que el partido comunista chino (PCCh) disemina desde sus portavoces sobre Falun Gong, ni siquiera mi marido. Él fue a la estación de policía local para pedir mi liberación en 2000 cuando fui arrestada. Cuando regresé a casa me impedía hacer los ejercicios de Falun Gong y trató de forzarme a renunciar. Teniendo un corazón de reverencia y gratitud hacia Shifu, ¿cómo podría atreverme a renunciar? Al darse cuenta que no podía cambiar mi opinión, decidió divorciarse de mí. Luego se fue a trabajar en otra ciudad, dejándonos a nuestro hijo y a mí atrás. Muy pronto él encontró otra mujer y construyó un nuevo hogar con todos sus ingresos, a pesar de que en ese momento nuestro hijo estaba en la universidad y tenía extrema necesidad de dinero para apoyar sus estudios. Debido a que la estación de policía local y el comité de asuntos políticos y legales (CAPL) me tenían bajo estrecha vigilancia, no podía moverme libremente y tuve que dejar mi ciudad por trabajo. Fue una vida dura, pero pude al menos hacer algo de dinero para mantener a mi hijo y quitarme de encima la vigilancia de las autoridades.

En su afán de conseguir la propiedad de mi casa, mi marido y su nueva amante intentaron que me arresten de nuevo circulando el mensaje de que yo era una practicante de Falun Gong que había estado detenida anteriormente. Ellos incluso fueron a la policía a decirles que yo era una practicante de Falun Gong y que tenía muchos materiales en mi casa, esperando que yo pudiera ser arrestada pronto, así ellos podían tomar mi casa. Sin embargo, gracias a la protección de Shifu, su plan falló. Entonces recurrieron a un argumento aún peor para atraparme en la más desesperada de las situaciones, pero volvió a fallar a causa de mi nobleza como un practicante de Dafa. A medida que la rectificación del Fa se mueve hacia adelante, los elementos malignos en otras dimensiones fueron eliminados en gran parte y mi ambiente de cultivación mejoró consecuentemente.

Mi marido pronto se separó de esa mujer y volvió conmigo, diciendo: “Falun Gong no es tan malo después de todo. Puedes hacerlo. Te dejaré en paz”. Sin embargo, todavía guardaba rencor hacia él, especialmente cuando pensaba en todos los complots viciosos hechos contra mí junto a esa mujer. De todas formas, él me había hecho una maldad tan grande, y encontraba difícil perdonarlo. Entonces pensé en estudiar Dafa, lo que podía resolver cualquier problema.

¿No eran esas tribulaciones y sufrimientos la mejor oportunidad para mejorar mi xinxing?, ¿No debería soltar todos mis apegos a fama, beneficio personal y emociones de la gente común? ¿No es cultivación cuando eliminamos esos apegos humanos? Con esto en mente pude dejar mi rencor hacia él. Le esclarecí los hechos sobre Falun Gong e hice las tres renuncias por él. Le dije: “Deberías suprimir tu resentimiento hacia Falun Gong, y solo de esta manera serás salvado”.

Junto con los compañeros practicantes locales me dediqué a aclarar la verdad, hacer las tres renuncias y salvar gente, cumpliendo con las promesas que hice en tiempos prehistóricos. Un día viajé a un centro turístico con mi marido. Cuando sostuve a mi marido para que baje la montaña, una mujer me dijo: “A diferencia de usted, yo no podría seguir adelante sin el apoyo de mi esposo”. Vi que estaba bajando cuidadosamente con la ayuda de su esposo. Yo dije: “Era como tú antes y necesitaba el apoyo de mi esposo para moverme”. Ella preguntó: “¿Cómo te recuperaste? Ahora te ves tan saludable”. Le dije: “Recuperé mi salud después de comenzar a practicar Falun Gong. Verá, ahora puedo recorrer todas las excursiones de la montaña sin esfuerzo y sin ayuda alguna”. Ella dijo: “Yo también quiero practicar Falun Gong”. Luego hice las tres renuncias por ella.

Un día intenté pedirle a un hombre mayor que haga las tres renuncias, pero él se negó con la afirmación de que Falun Gong está tratando de hacerse con el poder del PCCh. Le dije: “Como cultivadores no tenemos interés en el poder político. Le pido que haga las tres renuncias sólo para su propio bien. Espero que sea capaz de escapar de la inminente catástrofe y asegurar su vida en el futuro. Quizás haya notado: hoy en día las catástrofes, tanto naturales como las hechas por el hombre, se tocan los talones una tras otra. ¡Tan rápido vienen! Los cielos enviarán pronto la destrucción del PCCh, que es tan impotente y corrupto. Sólo renunciando a éste puede asegurar su vida”. Al final, él accedió a renunciar.

Una vez le pedí a un oficial retirado que haga las tres renuncias, pero él dijo: “No he pagado mis deudas con el PCCh o tomado parte en sus actividades por muchos años. Esto significa que he renunciado a él automáticamente”. He conocido mucha gente que sostiene el mismo argumento. Le dije: “Usted ha jurado dar su vida al PCCh en frente de su bandera ensangrentada, por lo que debe renunciar a esta promesa de manera explícita. De lo contrario, se convertirá en un objeto para ser enterrado junto con el PCCh. Él luego accedió a renunciar.

Un trabajador jubilado respondió al buscarle para hacer las tres renuncias: “Estoy agradecido al PCCh. Si tu Maestro se convierte en el emperador de China, ¿qué puestos y recompensas puede él ofrecerme? ¿Por qué él se fue clandestinamente al extranjero?” Le dije: “Él se fue al extranjero a difundir el grandioso Falun Dafa al mundo. Ahora Dafa se ha extendido a más de 100 países. ¿Emperador? Nosotros los cultivadores no estamos interesados en eso. Como puede ver, la única cosa que le preocupa al PCCh es hacer dinero para ellos mismos a través de la corrupción. Nadie se preocupa por el pueblo chino. Su corrupción es irreversible. Sólo renunciando a él usted puede salvarse”. El sonrió, diciendo: “Gracias. Por favor hágalo por mí”. En los años pasados incontables personas hicieron las tres renuncias debido a mi persuasión.

Un día fui a un mercado abierto a comprar algunos vegetales, cuando vi a una mujer mayor pasando por ahí. Se la veía muy débil mientras se movía cuidadosamente. Ella me dijo: “¿Hay alguna forma milagrosa en este mundo de curar a una persona de todo su sufrimiento de una vez por todas?” Le contesté de inmediato: “Existe una forma. Si usted de todo corazón recita “Falun Dafa es bueno” y “Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno” recobrará su salud pronto. Ella estaba muy agradecida e hizo las tres renuncias.

Cuando hacía las tres renuncias para un anciano, el dijo con pesimismo: “Yo ya estoy muy viejo. Qué diferencia puede hacer si renuncio o no renuncio”. Mientras hacía sus ejercicios, él dijo tristemente: “Voy a morir pronto”. Le dije: “El alma de un hombre no morirá después que él muere. Cuando deja este mundo, él solo abandona la carne que desarrolló de la comida que consumió, pero su verdadera vida no muere y seguirá existiendo siempre. Pero usted debe hacer las tres renuncias.  De lo contrario no habrá garantía de la inmortalidad de su alma”. En su gratitud el accedió a hacer las tres renuncias.

Tantas historias han sucedido en los últimos años y no voy a enumerarlas todas aquí. Shifu, como las palabras humanas son muy inadecuadas para describir el camino que he caminado, no puedo presentarle todas las historias que experimenté. Sin embargo espero que mis historias convenzan a Shifu del mérito como su discípula, aunque todavía queda mucho por delante por hacer en mi camino de cultivación.