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Empecé a practicar Falun Dafa en 2006. Solía sentir lástima de mí por haber obtenido el Fa tan tarde. Luego me di cuenta de que igual es un honor y una bendición eterna tener la oportunidad de ser una dizi de Shifu y hacer las tres cosas.
Conocer mis responsabilidades
Aprendí acerca de las tres cosas que tenían que hacer los Dafa dizi, sin embargo, como me faltaba seguridad e iniciativa me preguntaba si se me podía confiar una misión semejante.
Estos pensamientos constantemente me carcomían hasta un día en que recité el poema “Descendiendo al mundo secular” de Hong Yin II. Cuando llegué a la última oración, “Vine sólo por los seres conscientes”, de pronto entendí todo y me largué a llorar.
Ese fue un momento clave y dejé de preocuparme acerca de las diferencias entre practicantes veteranos y practicantes nuevos. En cambio, vi el haber obtenido el Fa tarde como una motivación para esforzarme de ahora en más de manera más diligente.
Cultivación sólida a través de aclarar la verdad
Me dediqué por completo a aclararle la verdad a la gente. Al principio escribía cartas y hacía carteles, luego creé un sitio de producción de materiales en mi casa, así podía imprimir cartas y panfletos y enviarlas por correo o distribuirlas al público. También escribía mensajes para que renunciaran al PCCh en papel moneda, enviaba mensajes de texto a través de mi celular y hacía llamadas para explicarle a la gente la importancia de renunciar al PCCh.
Aclarar la verdad es un proceso de cultivación. Cuando estaba poniendo en marcha mi sitio de producción de materiales, descubrí que tenía miedo, aversión a los problemas y a verme en aprietos y a la dependencia; sin embargo cuando las superé una a una fui capaz de terminar el sitio en unos meses. El día en que un compañero practicante trajo los equipos a mi casa Shifu me iluminó acerca del significado profundo de la compasión y la tolerancia.
Aparecieron más apegos mientras producíamos materiales, como el miedo, la lujuria, la complacencia y la ostentación. Luego de numerosas tribulaciones y de soltar apegos, el proceso se volvió más tranquilo.
Me di cuenta de que cuando aparecían los problemas mientras aclarábamos la verdad, me estaba cultivando. Siempre y cuando los miráramos con pensamientos rectos y nos revisáramos internamente podríamos cambiar las cosas malas en buenas, y convertirlas en oportunidades para mejorar.
Usando nuestros corazones para alcanzar un buen resultado
No importaba como le dijéramos a la gente acerca de Dafa, mientras pusiéramos nuestros corazones y mentes en ello, el resultado generalmente era bastante bueno.
Hablando desde mi experiencia personal, empecé a escribir en papel moneda el mensaje “Renuncia al PCCh”, porque mi familia se llevó mis equipos cuando me persiguieron. Mi marido me empezó a controlar y restringió mi libertad y movilidad.
Como ya no podía obtener materiales de Dafa de otros practicantes tuve que hacer los míos. Por ende, cambié billetes grandes por billetes pequeños y escribí en ellos: “Renuncia al partido comunista para asegurar tu seguridad en el futuro”. Shifu me ayudó porque tomé muy seriamente esta tarea y mi letra se vio prolija y correcta.
Muchas veces cuando la gente tomaba estos billetes especiales, exclamaban: “¡Falun Gong es grandioso!” o “Los practicantes de Falun Gong son muy inteligentes. Nadie va a desechar el dinero así que todos los que lo usan ven este mensaje”.
Una vez, un empleado de una tienda congregó a todos sus colegas para decirles: “Miren, ¿Ustedes piensan que estos caracteres fueron escritos a mano o impresos?”. En otra ocasión alguien dijo: “He visto el mensaje de Falun Gong – ¡la caligrafía es hermosa!”.
Pensé: “Más allá de que tengan o no un entendimiento profundo de Dafa, al menos tienen una primera impresión positiva”. Más tarde un compañero practicante me dio una estampadora, así que empecé a imprimir el mensaje renuncia al PCCh en papel moneda en grandes cantidades ahorrando así mucho tiempo.
Si los billetes eran nuevos y crujientes, directamente imprimía los mensajes sobre ellos. Si estaban usados y arrugados, primero los lavaba, los secaba al aire, y luego los aplastaba o los planchaba. La retroalimentación fue increíblemente positiva con sólo algunos comentarios negativos, pero no dejé que los comentarios negativos me desmoralizaran. Voy a perseverar hasta que el Fa rectifique al mundo humano.
Debemos hacer todo con sinceridad y pensamientos rectos. Cuando vivimos de acuerdo a los estándares de Dafa, el poder del Fa se manifiesta a través nuestro y seremos capaces de salvar seres conscientes.
Eliminando el resentimiento
En las primeras etapas de mi cultivación, fallé en muchas pruebas de xinxing. Afortunadamente después de tropezar, caminé lentamente a través del dolor y a pesar de todo me iluminé a los principios del Fa y Shifu eliminó mis apegos. Como consecuencia me siento mucho más liviana tanto física como mentalmente.
Con lo que más tropezaba era con el resentimiento que sentía hacia mis suegros, el cual era mi apego más fuerte. En cada oportunidad recordaba las palabras de Shifu:
“Por lo tanto, les digo a todos que no pueden alcanzar la perfección si no quieren a sus enemigos” (Exponiendo el Fa en el Fahui de Canadá, 23 de mayo de 1999).
Me sentía triste. Esta amargura se había construido en mi corazón a lo largo de la década en que había estado casada. Aunque sabía que mis suegros me trataban mal a raíz del yeli, tuve muchas dificultades para superarlo. Me había convertido en el blanco de mi casa especialmente luego de que empezó la persecución, y todos en la casa de mis suegros me miraban con desprecio. Mi suegra generalmente me atacaba haciendo insinuaciones sucias y mi cuñada incluso le dijo a mi marido: “Deshagámonos de ella”.
Había sido criada como una persona muy sensible y estos ataques hicieron que se me bloqueara el corazón. Aunque vivíamos bajo el mismo techo, me rehusé a hablar con ellos y actuaba como una completa extraña. Sin embargo, como ya había obtenido el Fa, sabía instintivamente que tenía que hacer lo correcto.
En mi esfuerzo por convertirme en una mejor practicante de Dafa, estudiaba constantemente el Fa y suprimía mi resentimiento y mi agresividad. Sabía a través de las enseñanzas de Shifu a los practicantes australianos que todo era mi culpa cuando se generaban conflictos con personas comunes. Cuando me enojaba, me recordaba las enseñanzas de Shifu.
A través de mirar internamente y leer las historias de la cultura tradicional China, finalmente me di cuenta de que no solo me estaba aferrando al resentimiento sino que también faltaba mucho el respeto a los ancianos debido a las degeneradas influencias modernas. No quería escuchar ninguna crítica de los otros. Con la guía de Dafa y luego de haber resistido situaciones de prueba, gradualmente descarté estos apegos y el hielo en mi corazón se derritió y fue reemplazado con compasión y tolerancia.
A lo largo de los últimos años, Shifu empleó mucho tiempo y energía ayudándome a resolver conflictos. Aunque todavía tengo algunos momentos en los que resbalo y exploto, ya no veo a nadie como mi enemigo y la mayoría de las veces ya no me enojo. Puedo tratar a todos con calma y amabilidad. El ambiente ahora ha mejorado y la atmósfera en casa se ha vuelto más armoniosa. Es verdad que todo ocurrió como resultado de mi propio corazón.
Ahora presto mucha atención a rectificar cada pensamiento. Tan pronto como un mal pensamiento emerge, inmediatamente lo rechazo. Debemos asimilarnos activamente a Dafa como partículas del Fa eliminando todo lo que no esté de acuerdo con el Fa, retornar a nuestro ser original para de esta forma ser grandes seres iluminados en el universo.
Han pasado más de seis años y he pasado por mucho y he madurado mucho. Dafa limpió poco a poco lo que alguna vez fue una persona indigna, y Shifu tomó mi mano en el camino que conduce al hogar. No sé lo que me espera, pero sé que la rectificación del Fa está en su etapa final. Nos quedan pocas oportunidades para que podamos hacer las tres cosas y sin embargo se necesitan hacer muchas cosas y muchos de mis apegos persisten.
Hace unos días tuve un sueño: vi que la rectificación del Fa había terminado. Algunos compañeros practicantes usando trajes hermosos ascendían al cielo y volaban, mientras que yo estaba sentada en el suelo llorando. Recuerdo haber tenido muchos remordimientos y sabía que mucha gente necesitaba ser salvada.
Luego de escribir este artículo sentí de nuevo que el tiempo apremiaba. Debo aprovechar cada oportunidad restante para cultivarme y salvar más seres conscientes, así Shifu se tiene que preocupar menos, y yo no voy a tener más remordimientos en el futuro.