[Minghui Net] El 20 de marzo de 2013, los practicantes de Falun Gong de Sídney, Melbourne, Brisbane, Adelaida, y Canberra, realizaron una manifestación frente al parlamento australiano en Canberra. A través de discursos, carteles, relatos de testigos y representaciones de torturas, expusieron la persecución del partido comunista chino contra Falun Gong y el crimen de la sustracción forzada de órganos a practicantes vivos de Falun Gong en China.
David Kilgour, ex secretario de estado, miembro parlamentario y activista de derechos humanos, habla en la manifestación.
Maria Fiatarone Singh, profesora de medicina en la universidad de Sidney, habla de los crímenes de la sustracción de órganos del PCCh.
Representación de una de las torturas que usa el PCCh contra los practicantes en China.
Liu Li habla sobre la persecución que ella y su familia sufrieron en China.
El lugar de la concentración.
David Kilgour, ex secretario de estado, parlamentario, y activista de derechos humanos, y Maria Fiatarone Singh, profesora de medicina en la universidad de Sídney, hablaron en la manifestación después asistir a un foro con los parlamentarios de Australia. Seis practicantes de Falun Gong contaron sus experiencias de ser perseguidos y torturados en China.
Trabajando con abogados y médicos para proteger a los prisioneros de consciencia en China
El Sr. Kilgour dijo en su discurso que muchos parlamentarios australianos apoyan las acciones encaminadas a la adopción de medidas para contrarestar el trasplante ilegal de órganos. Dijo que muchos parlamentarios australianos están trabajando con médicos para formar un comité contra la sustracción forzada de órganos a prisioneros de consciencia y contra las operaciones de trasplante ilegales.
Maria Fiatarone Singh, profesora de medicina de la universidad de Sídney, sugirió al Parlamento australiano que los médicos australianos no deberían participar de conferencias o foros de trasplantes de órganos donde esté China involucrada. Dijo que investigadores y médicos australianos no deberían colaborar académicamente con médicos chinos en la investigación de trasplantes de órganos.
David Kilgour ha estado viajando por Australia durante un mes, en un esfuerzo por transmitir el mensaje de que los trasplantes legales de órganos, no son solo un asunto moral, sino que también protege a la gente inocente, entre ellos, a los practicantes de Falun Gong bajo persecución en China.
Relatos de persecución de primera mano
En la manifestación, seis practicantes de Falun Gong recordaron sus experiencias personales de torturas y trabajo esclavo en China.
El Sr. Liu Lianjun fue arrestado dos veces porque se negó a renunciar a su creencia. Lo golpearon salvajemente y perdió tres dientes. Fue forzado a realizar trabajo esclavo 12 horas por día.
La Sra. Liu Li le contó al público sobre la persecución que experimentaron sus familiares. Su madre fue arrestada cinco veces. Su hermana fue sentenciada a cinco años. Su esposo, Jia Hua, fue despedido del trabajo y en el 2001 tuvo que vagar en las calles. Desde entonces, su hijo no ha vuelto a ver a su padre. Liu Li recién supo de su marido en junio de 2006, cuando se enteró que había sido arrestado en Shaanxi, y sentenciado a 8 años. Liu Li pidió a los australianos que ayuden a detener la persecución.
Estudiante graduado sometido a tortura indecible
Liu Jintao se graduó en la universidad china de Shiyou. Fue encarcelado en el campo de trabajo forzado de Yunhe, donde lo sometieron a torturas indecibles. Los perpetradores lo golpearon, forzaron a maldecir al fundador de Falun Gong, el Sr. Li Hongzhi, a sentarse en un pequeño banco por largos periodos de tiempo, le negaron el uso del baño durante varios días, y lo forzaron a ver videos con calumnias a Falun Gong. Luego el Sr. Liu comenzó una huelga de hambre para protestar el maltrato, y los guardias lo alimentaron a la fuerza brutalmente.
La tortura y el abuso empeoraron. Los perpetradores insertaron un palo en su ano y apretaron sus genitales. Le empujaron heces en su boca. Los guardias tiraron el pelo de sus cejas, de su barba, y el vello púbico. En invierno, echaron agua helada en sus sábanas. Si Liu se dormía, los guardias pinchaban sus uñas con agujas. Ordenaron a los reclusos criminales que escupieran a Liu Jintao, e incluso le abrieron la boca a la fuerza para escupir directamente adentro.
Liu Jintao dijo: “En Australia es realmente diferente. Puedo hablar libremente de la verdad de la persecución. Muchos practicantes de Falun Gong chinos aún son perseguidos en China. Espero que la sociedad internacional ayude a detener esto y lleve a los asesinos a la justicia”.