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Empecé a practicar Falun Dafa en mayo de 1995. Como no fui diligente en el estudio del Fa, las viejas fuerzas se aprovecharon de mis brechas. Fui reportado a las autoridades y arrestado ilegalmente en 2006, los funcionarios del partido comunista chino (PCCh) inventaron cargos para enviarme a la cárcel.
A continuación deseo compartir con mis compañeros practicantes algunos milagros que experimenté durante mi estancia en prisión.
Las agujas no penetraban mis venas
Antes de empezar a cultivarme en Dafa sufría una afección cardíaca. A principios de 2007, como mi frecuencia cardíaca se había acelerado rápidamente mientras estaba en prisión, me llevaron a la sala de emergencias de un renombrado hospital provincial. Una experimentada médica de unos 50 años intentó corregir mi ritmo cardíaco. De pronto tuve un pensamiento: “Soy un practicante de Falun Dafa. No tengo una enfermedad. Esto es sólo una ilusión. Nada de lo que me hagan va a funcionar”.
La médica me insertó un tubo en mi fosa nasal para bajar mi ritmo cardíaco. Era muy doloroso. Le dije que nada de lo que ella intentara me iba a funcionar. Respondió impacientemente: “¿Cómo sabes que no va a funcionar? He hecho esto por muchos años, y ha funcionado bien para otros pacientes”.
Luego dio tres veces electroshocks a mi corazón. Grité: “¡por favor, detente! ¡No lo puedo soportar más!”. Extrajo el tubo y dijo: “un sólo shock sería suficiente para otros pacientes. ¿Por qué no funciona contigo?”. Luego se fue a debatir con otros médicos.
Decidieron intentar inyecciones intravenosas. Puse mi fe en Shifu y en Dafa y me aferré al pensamiento de que ninguno de sus intentos funcionarían en mí. La aguja no podía perforar la vena de mi brazo. La médica no podía entender por qué, de repente, era incapaz de perforar una vena. Se sentía impotente y me transfirió a una unidad de terapia intensiva. ¡Estaba agradecido con Shifu por haberme protegido!
Shifu dijo:
“Tenemos un estudiante que cuando quiso que le aplicaran inyecciones en el hospital, hizo que muchas agujas se doblaran; al final, la medicina salió expulsada completamente de la ampolla, sin que la piel fuera perforada” (Zhuan Falun).
Instalaron un aire acondicionado
Mientras estaba en prisión, los otros reclusos me dijeron que el año pasado tuvieron que hacer un gran charco en la celda para mantenerse frescos durante el caluroso verano. Por la noche dormían en él para mantenerse frescos. Pensé que sí podría aguantar el implacable calor.
De repente, el Fa de Shifu vino a mi mente:
“Por lo tanto, tenemos que cultivarnos y refinarnos en un ambiente así de complicado, siendo capaces de aguantar amarguras entre amarguras y manteniendo, al mismo tiempo, un corazón de gran Ren” (Zhuan Falun).
Con Shifu y el Fa en mi corazón no estaba preocupado. Unos días después, el jefe de la prisión me dijo que instalarían un aire acondicionado en mi celda cuando se acercara el verano. Esta sería la primera vez que la prisión instalara un aire acondicionado para un prisionero.
Entendí que esto fue arreglado por Shifu.
Recité el Fa de Shifu:
“Con los dizi repletos de pensamientos rectos,
el Shifu posee el poder de llevarlos al Cielo”
(“Bondades entre el Shifu y los dizi” de Hong Yin Vol. II)
Shifu siempre tiene el poder de proteger a los practicantes, mientras tengan pensamientos rectos y el Fa en sus mentes.
Luego, un prisionero de unos 50 años me dijo que nunca había conocido una persona tan amable como yo. Otro prisionero dijo: “Eres como un Fo en nuestra celda. Nos beneficiaremos si te cuidamos bien”. Todos se sentían cómodos de estar con un practicante de Dafa.
El comentario de un guardia viejo
Un guardia anciano de otro pabellón que me conocía me visitó a principios del 2008. Ni bien entró a la celda me dijo: “¿Cómo has estado? Cierra tus ojos y siéntate como un viejo monje cada vez que puedas. ¿De qué tienes miedo? Si alguien quiere robar tus cosas, deja que se las lleve. Sólo haz tu meditación”.
Me sorprendió lo que dijo. Me di cuenta de que Shifu me estaba dando una pista a través de las palabras del guardia. Shifu quería que dejara todos mis apegos, me cultivara diligentemente, e hiciera las tres cosas bien para salvar a la gente predestinada.
Pensé que realmente estaba haciendo estas cosas, pero obviamente no las hacia lo suficiente, y todavía tenía miedo cuando aclaraba la verdad acerca de Falun Dafa. Entonces me liberé de cada apego y le aclaré la verdad a la gente predestinada. El resultado fue muy bueno. Cada persona predestinada no sólo aceptó la verdad y renunció al PCCh, sino que también intentó alentar a los miembros de su familia para que hagan lo mismo.
El concurso de canto del PCCh no fue exitoso
Todos los prisioneros tuvieron que participar en un concurso de canto organizado por el PCCh en la víspera del 1 de julio de 2008. Cada pabellón tenía que formar un coro para la competición, y cantar canciones del PCCh. Los líderes seleccionaron al jurado.
Yo no quería asistir al concurso de canto. Por lo que decidí enviar pensamientos rectos a poca distancia del lugar para que el evento fracasase.
Los prisioneros de mi pabellón eran relativamente viejos. Estaban seguros de que iban a ganar el concurso. Al ingresar al lugar empecé a enviar pensamientos rectos para eliminar los factores malvados y hacer que el canto falle.
Cuando cantaban fuerte yo recitaba fuerte, “El Fa rectifica el cosmos, el mal queda completamente eliminado”. Cuando cantaban más bajo, yo susurraba esta frase.
Sorprendentemente su canto se detuvo a mitad de la canción. No sabían por qué se habían equivocado en una canción tan familiar. Estaban molestos por haber quedado anteúltimos y culparon a los guardias que habían hecho la ronda. De hecho, fueron los pensamientos rectos de un practicante lo que causó el fracaso.
Brotaron flores de Udumbara en la ventana del hospital
El 13 de mayo de 2008, el Día Mundial de Falun Dafa, mi presión arterial estaba muy alta. Me llevaron a un hospital público para atención de emergencia.
Veinte flores de Udumbara (1) brotaron en la ventana de mi habitación del hospital al día siguiente. Mi esposa y mi hija, que también son practicantes, fueron testigos de esto.
Entendimos que Shifu nos estaba alentando a ser más diligentes y salvar más gente predestinada. Sacamos una foto de las flores y enviamos las imágenes con explicaciones detalladas a los policías y a la gente de nuestra zona. Nuestros esfuerzos para aclarar la verdad fueron muy exitosos.
Permanecí en el hospital desde mayo hasta noviembre de 2008. Luego, en 2009, me llevaron 8 veces al hospital para tratamientos de emergencia. Ninguna medicina ayudaba. Más tarde descubrí que mis pensamientos rectos podían controlar mi presión arterial. Mi presión arterial subía durante el chequeo y bajaba luego. Esta situación generó una presión enorme sobre la gente involucrada en la persecución. No sólo tenían que pagar por los tratamientos, sino que la policía tuvo que turnarse para vigilarme. Finalmente me dejaron ir con una autorización médica.
Fui liberado de prisión sin tener que sobornar a nadie. Sabía que los síntomas de las enfermedades eran una ilusión. Se comentaba que yo había sido la única persona en salir de la prisión habiendo cumplido sólo la mitad de mi condena por haberme diagnosticado hipertensión.
Durante mis dos años en prisión, me liberé de muchos apegos. Creí en Shifu y en Dafa. Tuve pensamientos y acciones rectas e hice las tres cosas bien. Me aferré a la idea de que había gente a la que tenía que salvar y que nada ocurría por casualidad.
Nota al pie:
(1) Las leyendas cuentan que las flores Udumbara florecen sólo una vez cada 3.000 años. Según los sutras budistas, la palabra sánscrita “Udumbara” significa “una auspiciosa flor del cielo”. Sakya Muni les dijo a sus discípulos que cuando las Udumbara florecieran, significaría que había llegado el tiempo del Chakravartin (el Rey que gira la rueda) que desciende al mundo humano para predicar el Fa. Desde 1997 se han detectado flores Udumbara en China, EE.UU. y otras partes del mundo.